–Contesta, maldita cucaracha – le pido al teléfono mientras suena el tono.
Se escucha un vitoreo de las personas a mi alrededor, asi que tratando de escuchar mejor lo que pasa a través de mi teléfono, voy a una de las esquinas más apartada y me tapo un oído con un dedo, mientras que en el otro oído mantengo mi teléfono pegado.
–¿Quieres hablar conmigo? ¡Pues bien! Yo voy a darte la oportunidad de hacerlo – digo con la voz lenta y pastosa. Estoy ebria, demasiado ebria para ser sincera.
Los gritos se hacen más fuertes, creo que el show acaba de empezar, Oscar me va a matar cuando se entere que me lo estoy perdiendo, pero es que realmente en este momento tengo que hablar con Jared Walker, eso o hacerme un exorcismo para olvidarlo, y justo ahora me queda más fácil la llamada. A menos de que haya un cura en medio de todas las personas en este bar… ¡
Me quedo pasmada al escuchar su voz, pero enseguida sigo caminando hacia la salida del bar, debo salir, debo cruzar una esquina y esconderme a donde él ya no pueda verme, ¡Dios! No sé lo que estoy haciendo, soy una ebria tonta que está atrapada en un laberinto, me siento como un ratón en medio de tantas personas, estoy sudando, mis piernas están pegachentas, tengo el estomago vacío y rugiendo de hambre, y mi cabello debe estar asqueroso por todo el sudor y los productos que hay en el ambiente.No escucho más a Jared, asi que me tranquilizo un poco, quiza pensó que no era yo, quiza me salvé de estas, pienso, antes de que él se me ponga en frente.–¿Jugando a las escondidas? – me pregunta, tiene el ceño fruncido, está cabreado, es obvio y su expresión corporal me lo confirma.Trago saliva y busco a Oscar, ¡joder! ¿Dónde está
–¡Carajo Morgan! ¿Estás bien? – Jared intenta agarrarme del brazo para ayudarme a poner en pie, pero la verdad no tengo ganas de levantarme, así que simplemente me quedo tirada sobre el asfalto como si fuera una pordiosera.Doy lastima, de eso no tengo ninguna duda, creo que si cualquier persona que no me conociera me viera en este momento, de seguro me tirarían moneditas. Ahora que lo pienso bien, podría ser una buena idea para recaudar dinero, contarle al mundo mis desgracias.–Morgan, ponte en pie – Jared me hala, pero es inútil porque yo no hago ni el más mínimo esfuerzo de moverme.–Déjame aquí y lárgate – me incorporo ligeramente, estiro mis piernas y me recuesto contra una de las llantas del auto, voy a destrozar el vestido, pero no es como si me importara demasiado.Después de que le acabo de rogar amor a un hombre que me d
Siento que algo magrea mi pecho izquierdo, el contacto es suave, casi involuntario, el masaje en mis pezones hace que mis bragas se humedecen enseguida, ¡joder! Llevo demasiado tiempo sin sexo, tal vez esa sea la razón por la que últimamente ando tan cansada y amargada, me hacen falta endorfinas para poder continuar con mi vida.Me relajo y dejo que me sigan manoseando, sé que es Jared el que lo esta haciendo y no me interesa, además que hace frio y no quiero moverme de la cama todavía, ni siquiera pretendo abrir los ojos en un buen tiempo. Voy a seguir fingiendo que esto se siente bien, por lo menos hasta que tenga que volver a poner los pies sobre la realidad.Muevo el culo ligeramente hacia atrás y mis nalgas se chocan con algo duro, es un bulto, grande y erguido, ¡¿Esto es lo que creo que es?! Me cuestiono mientras me presiono un poco más, no me importa que Jared piense que soy una zorra, total, es
–¿Qué estás haciendo aquí? – me pregunta.Yo frunzo el ceño y abro la boca formando una gran O, no puedo creer que ella me esté preguntando esto, ¡Es mi madre! Debería estar feliz de la posibilidad de que yo hubiera vuelto a casa. Pero no, Katrin Belll parece que hubiera preferido ver a un fantasma que a mí.–¿Vine a dormir…?Ella chasquea la lengua y mira a nuestro alrededor, ve las sábanas de la cama completamente desordenadas y mi sexto sentido me dice que está buscando la otra cama, en la que yo debería haber dormido ayer.–¿Qué es lo que está sucediendo aquí? – se cruza de brazos.Miro a Jared y le abro los ojos haciéndole una seña para que se calle la boca y no vaya a decir nada que pueda comprometernos.–No sé de que estas hablando – levanto unca cej
Sigo buscando alguna cosa que pueda ponerme para cubrirme, no me atrevo a bajar a la mesa de comedor usando todavía solamente la camiseta vieja de Jared, no con el genio de mi padre y con las ganas que tiene mi madre de quitarme el apellido Bell, pero parece que todos mis pantalones se esfumaron, ¡Debió haber sido Kate! Siempre quiso que yo le regalara mi ropa, pero yo siempre me negué.Busco en una caja de ropa vieja y encuentro una sudadera de tela afelpada que tiene la palabra Bitch en el culo escrita con diamantes minúsculos plateados, ¡Genial! Seguramente mi madre adorará este pantalón. Ahora que lo pienso bien, no recuero haber comprado este pantalón, yo nunca fui el tipo de chica que usaba cosas rosas ni mucho menos con diamantes falsos.Me pongo el pantalón y agradezco que la camiseta me cubra el culo, asi no tengo que soportar otra discusión por mi forma de vestir.Agarro tambien
–Estoy orgulloso de ti, Morgan – me dice Oscar.Yo lo miro de reojo, sus palabras están cargadas de sarcasmo – ¿Tu? ¿Orgulloso de mi? Pero si hasta hace un par de días querías que me lo follara – le recuerdo.–Todavía quiero que lo hagas, tu sabes, nada mas por la experiencia.–¡Aja! ¿Entonces porque me mientes? Admítelo, dime que estás decepcionado y que esperabas más de mi – lo molesto dándole un codazo amistoso por el costado.–Porque después de anoche me prometí a mi mismo volverme una persona diferente.–Anoche nos cambió a ambos, ¿Eh?–Si, creo que Samuel va a terminar conmigo.–¿Te refieres a tu novio que todavía no conozco? ¿El mismo al que le has puesto los cachos como mil veces?–¡No lo digas de esa forma!
La chica frente a Jared me mira con los ojos bien abiertos mientras la champaña empapa todo el cuerpo del hombre, ¡Se lo merece! ¡Por idiota, por perro y por don Juan! Yo siento un fresco de satisfacción mientras la copa se queda vacía, siento que me he desquitado por cada una de las cosas hirientes que me ha dicho Jared a lo largo de toda esta extraña relación que hemos mantenido él y yo.Vuelvo a dejar la copa de cristal sobre la mesa y entonces sonrío de medio lado, ¿Me siento bien? Por supuesto que sí, le he dado su merecido, y por algo dicen que no hay nada mejor que la venganza.Jared se mira la ropa mojada y entonces me ve directamente a los ojos, tiene mirada de que podría matarme ahora mismo, pero no me interesa, estoy harta de este papel de víctima, estoy cansada de que siempre intente parecer una persona inocente frente a todo el mundo, cuando yo sé la verdad, s&e
–¿Segura que vas a estar bien? – me pregunta Oscar mientras el taxi se detiene frente a mi casa, yo miro a un lado, a esa casa blanca con ventanas azules oscuras y entonces suelto un suspiro. –Si, estaré bien – respondo.–¿Segura? Puedo entrar contigo si quieres, podemos quedarnos un rato afuera o podemos ir a casa por un rato – Oscar trata de darme ánimo moral, pero después de la idiotez que acabo de hacer no hay nada que pueda levantar mi ánimo.Me lo merezco, por haber actuado como un psicópata sin escrúpulos. ¡joder! Lo bañe en champa, ¿Por qué no podia simplemente acercarme y preguntar quien demonios era ella? ¿Era muy difícil?–En algun momento debo volver a casa, asi que al mal paso darle prisa – miro a mi amigo y sonrío de forma falsa – además tienes cara de zombi, seguramente q