Llegamos a un precioso parque de juegos en el centro de la ciudad y los niños se divierten como nunca. Los observo y lo único que veo en ellos es una sonrisa y la alegría de compartir juntos. ―¿Todo bien? ―consulta Eric al llegar a mi lado, sentarse y entregarme el helado que le pedí. ―Todo está genial. Míralos como se divierten. ―los señalo con la mano―. Debo decirte que estás criando a un pequeño caballero. Cuando llegan a los columpios, Sean lo sostiene para que Amanda se siente y la empuja. ―doy una lamida a mi helado de cono y sonrío, sin decirle a Eric, me ha traído mi sabor favorito, frutilla. ―¿De verdad? ―Sí. Por lo que veo de ellos, me da la sensación de que no habrá problema alguno para nosotros, solo esperemos que lo tomen bien. ―Ya verás que sí. Debo confesarte algo. ―¿Qué es? ―A pesar de que nuestros hijos solo tienen tres años, son muy perspicaces. Ya he tenido algunas conversaciones de grandes con Sean. Hace no mucho tiempo, me notó un poco triste, porqu
Vamos camino a mi casa y debo decir que estoy totalmente agotada, física y psicológicamente. Fue un día con muchas emociones, tanto buenas como malas y a pesar que las alegrías fueron mayores, no puedo dejar de pensar en lo sucedido con John y el encuentro en el parque. Miro por un momento hacia atrás y los pequeños están dormidos, también fue una gran tarde para ellos. ―¿Cómo estás, Grace? ―consulta Eric preocupado. ―No puedo mentirte, encontrarnos con John fue lo peor que pudo pasarnos. Estoy segura que ahora querrá volver como si nada a la vida de mi hija y no puedo permitirlo. ―Te entiendo, es difícil y complicado lo que está sucediendo. ―Desearía no volver a verlo nunca más. ―Pongo mis manos sobre mi frente, dejando caer mi cabeza hacia atrás. ―Lamento decirte, pero es el padre de Amanda y eso no podrás cambiarlo. ―Lo sé y eso me pesará siempre. ―¿Qué deseas hacer? ―No lo sé. Ahora que apareció en cualquier momento se aparece por mi casa. Podríamos irnos, pero no quiero
Veo alejarse el auto de Eric mientras esperamos nos abran la puerta, tanto Amanda como yo alzamos la mano despidiéndonos. —Hola, Carol, ¿cómo estás? —saludos apenas nos abren la puerta y mi niña entra corriendo como siempre en busca de su prima. —Hola, hermana, yo bien, pero parece que tú no lo estás, ven, entra. —Gracias. —Por tu cara parece ser algo grave, ¿deseas un poco de vino para relajarte? —Me ofrece mientras caminamos hacia la sala —. Sé que necesitas un poco de alcohol para sentirte mejor. —Hoy no, Carol, gracias. ¿Está Mark? —consulto cuando nos sentamos. —Sí, está trabajando en la computadora. —Puedes llamarlo, necesito hablar de algo importante con los dos. —Está bien, ya regreso. Mi hermana vuelve a ponerse de pie y va hacia la pequeña oficina que tienen. Estoy nerviosa, estoy segura de que lo que opinarán sobre esto, y realmente temo sobre que vaya a suceder de ahora en adelante. Solo pasa un minuto y entran a la sala. Me pongo de pie y nos saludamos con mi c
Después de conversar con Mandy y explicarle que había decidido cambiarnos de casa por una más grande, comienzo a armar algunas cajas para la mudanza, por suerte Eric, tenía bastantes en la construcción del jardín de infantes. Espero no demorar tanto, porque son demasiadas cosas las que tengo que empacar, y gracias a Dios que tanto mi hermana y novio me ayudarán. Paso buena parte de la tarde seleccionando que cosas guardo y cuáles voy a donar, no deseo cambiarme de casa llevando cosas que estoy segura no ocuparé. Lo bueno de esto, es que por fin me deshago de las cosas de John que aún no había botado a la basura. La ropa está en buen estado, pero no me sentiría bien donándola, y que me congratulen por ella, perteneciendo a quien me hizo daño. Estoy cansada, así que me dispongo a pasar un rato con mi pequeña, hace días no tenemos nuestros momentos de mamá e hija y hoy, aunque estuvo jugando en su habitación toda la tarde y solo salía de vez en cuando a pedirme algo, es momento de dedi
El camión de la mudanza ya se fue, así que ahora comienza el proceso más tedioso, el desempaque y acomodo de muebles. Por esta noche, mi niña se quedará con sus tíos y yo con Eric en su casa, y como deseo que los dormitorios sean lo primero en estar listo, nos preocupamos de eso. Por suerte, teniendo a Eric y a Mark, puedo avanzar mucho más rápido que si estuviera haciéndolo sola. En menos de una hora, los muebles ya están en su lugar en ambos dormitorios. Solo me queda identificar las cajas donde está la ropa y ponerla en su lugar.Los chicos están cansados y aunque no lo digan, es cosa de mirarlos, y como yo también lo estoy, los invito a com
Hace unos días que Eric viene por Mandy para llevarla al jardín, mientras que yo sigo ordenando las cosas de la mudanza con la ayuda de mi hermana. Todo esto me tiene tan cansada, que solo deseo terminar pronto, para volver a encender mi computador y continuar con mi novela, estoy muy atrasada y con lo que está sucediendo no he podido sentarme como deseo y continuarla.Ahora me toca comenzar a organizar la cocina, mientras mi hermana está terminando con la ropa de mi pequeña. Comienzo a abrir las cajas correspondientes y voy eligiendo las alacenas guardando todo. Lo que más me gusta es que la cocina es bastante amplia, por lo que hay espacio de sobra y para qué decir de la despensa, po
Han pasado algunos días sin noticias de la policía ni de John y me estoy desesperando. No saber de mi pequeña me está matando en vida. No saber cómo está, ni poder escuchar su voz es una tortura diaria. No como, no duermo, paso llorando todo el día y no hay nada que mi hermana pueda hacer para animarme.Mi departamento nuevo sigue como lo deje el día que Eric me llamó, no lo he vuelto a pisar. Por las noches sigo quedándome con él, pero como en el día no puede estar conmigo por el trabajo de obra en el jardín de infantes, mi hermana viene por mí y me quedo con ella, hasta que Eric llega a buscarme antes de que llegue Hannah de la escuela
Los días pasan sin tener noticias y mi esperanza comienza a decaer. No sé cuánto más podré resistir, solo me queda aferrarme a que John se compadezca y la traiga de regreso, pero estoy segura de que eso no sucederá.Intento poco a poco volver a la rutina que tenía antes, pero es difícil. Si antes ya se me hacía difícil cuando recién nos mudamos, ahora lo es más porque me hace falta la compañía de mi pequeña.