CAPÍTULO 43: LLEGA EL MOMENTOErikUn maldito mes.Ha pasado un maldito mes entero y no hay ni rastro de ella. Es como si la tierra se la hubiera tragado. Mis lobos han peinado cada rincón, incluso se han arriesgado a cruzar las fronteras de otras manadas, pero sigue desaparecida.Las tensiones entre las manadas son peligrosamente altas. Nadie sabe aún quién estuvo detrás de la masacre de la manada Luna Creciente, lo que por ahora juega a mi favor. Pero sé que es cuestión de tiempo antes de que alguien arme las piezas, y entonces, la guerra será inevitable.Nada de eso importa en este momento. No puedo dormir. No puedo pensar en otra cosa que no sea Hazel.Un golpe seco en la puerta de mi oficina me devuelve a la realidad.—Alfa —Joe asoma la cabeza antes de entrar. Con un gesto, le indico que pase.—¿Alguna novedad? —pregunto con firmeza.—Hemos terminado de buscar en el territorio de la manada Garra Lunar —informa—. Ella no está allí.Maldigo en voz baja, apretando los puños.—Inten
CAPÍTULO 44: TE NECESITO… ERIKHazelEl dolor que siento ahora mismo es feroz e implacable. Jamás había sentido algo tan intenso, tan desgarrador. Un grito se escapa de mi garganta mientras mis manos se aferran a mi vientre, como si eso pudiera contener el sufrimiento que estoy padeciendo en este momento.—¡Hazel! —grita Rosie a mi lado.Mi vista está nublada por las lágrimas, pero al abrir los ojos, noto algo diferente. Rosie también lo nota. Sus ojos se agrandan, no por sorpresa, sino por miedo. Retrocede instintivamente, y por un instante, creo que me va a dejar sola. Sin embargo, se detiene, lucha contra el pánico, y vuelve a mi lado.—¡Ya viene! ¡Rosie! ¡El bebé está por nacer! —jadeo entre espasmos de dolor.Un líquido cálido y abundante se derrama de mí, empapando mi ropa. Rosie y yo intercambiamos una mirada cargada de miedo y desesperación, pero antes de que podamos decir algo más, la puerta se abre de golpe. Axel entra a la habitación con el rostro serio, alarmado por mis gr
CAPÍTULO 45: ¿HAZEL O SARAH?AxelEl dolor de Hazel me atormenta, Cada gemido, cada respiración entrecortada, me perfora el pecho, pero lo peor es que sus labios tiemblan con un nombre que no es el mío.Erik.¿Por qué? ¿Por qué demonios lo menciona? Quiero pensar que lo hace por miedo, porque sabe que ese maldit0 podría aparecer para reclamar al cachorro, pero en el fondo… algo me carcome. ¿Por qué grita por él en su agonía? La idea de que ella sienta algo por él me enferma… «No, eso no puede ser», pienso.Su cuerpo se tambalea en mis brazos, tan débil que parece una muñeca rota. Sus dedos pálidos caen a los lados, y finalmente, su respiración se apacigua de un modo que no me tranquiliza en absoluto. Se desmaya, y su piel pálida bajo la luz de la luna menguante parece casi translúcida. Esto no puede estar pasando.—¡Hazel! ¡Sarah! —gruño y la sacudo suavemente. Mis palabras se pierden en el aire, y aunque intento imponer mi autoridad como Alfa, ella no reacciona. Ni siquiera así. Mi m
CAPÍTULO 46: ENFRENTAMIENTO ENTRE HERMANOSErikMe muevo con velocidad, mis pies descalzos golpean la tierra húmeda con una fuerza que resuena en el bosque. Puedo sentirlo en cada fibra de mi ser: Hazel está cerca, y con ella, mi cachorro. No sé por qué antes no podía detectarla, pero ahora es tan claro como si siempre hubiese estado frente a mí. Debí saber que todo esto era obra del desgraciado de Axel.Por lo visto, aun no supera la muerte de su Luna. Y me parece bien, debería no hacerlo nunca, para que pague miserablemente las consecuencias de lo que lo llevaron a ese castigo de mi parte.La ira y la desesperación me impulsan más rápido, mi lobo está al borde de tomar el control por completo. No sé qué haré cuando llegue a Axel, pero una cosa es segura: no voy a detenerme hasta recuperar a Hazel y a mi hijo.Sin embargo, un olor familiar me golpea de repente, incluso antes de verla. Es dulce y cálido, teñido con una nota de tristeza que me desgarra por dentro. Rosie.Me detengo en
CAPÍTULO 47: NO SOY TU MATEHazelEl dolor me atraviesa el cuerpo, como si un rayo me hubiera partido en dos, arrancándome con violencia de la inconsciencia. Abro los ojos de golpe, jadeando y con un grito sofocado, atrapado en mi garganta. Lo primero que noto es el olor, metálico e intenso, mezclado con el aroma terroso del agua. Cuando intento moverme, mi cuerpo se siente pesado, y entonces lo veo: el estanque está teñido de rojo. No es agua lo que me rodea. Es sangre. Mi sangre.Axel me sostiene de los brazos, su agarre es firme, casi desesperado, como si temiera que me desvaneciera por completo. Frente a mí está Winter con esa fría serenidad suya. Manipula mi vientre con magia que brilla con un resplandor azul. Su expresión es distante, como si lo que estuviera haciendo no tuviera más importancia que desollar un animal.—No… —intento hablar, pero mi voz es un susurro ahogado por mi propia debilidad.De repente, veo cómo Winter extrae algo de mí. Mi respiración se detiene, el mundo
CAPÍTULO 48: SUCUMBIR A LA OSCURIDADAxelRetrocedo, dejando que el cuerpo inerte de Hazel flote a la deriva en el estanque. Las pequeñas olas la mecen de un lado a otro, como si intentaran consolarla en mi lugar. Su sangre se mezcla con el agua, tiñéndola de rojo, pero mis ojos no pueden apartarse de su rostro pálido, casi sereno, como si la lucha finalmente la hubiera abandonado.Pero no es eso lo que me mantiene paralizado. No es el cuerpo ensangrentado de Hazel, ni el dolor que me debería consumir al verla en ese estado. Es lo que acaba de decirme. Su confesión se repite como un bucle implacable en mi mente.«No soy Sarah. Estoy enamorada de Erik.»Mi pecho se siente pesado, como si un hierro ardiente lo atravesara. Aprieto los puños, mis garras se extienden y las siento perforar la piel de mis palmas. No sé si el dolor es físico o emocional, pero arde. Me consume.Giro hacia Winter, que sostiene al bebé de Erik como si fuera un trofeo, completamente ajena a todo. Su rostro está i
CAPÍTULO 49: QUEMARÉ EL MUNDO POR TIErikUna vez más la sangre gotea de mis garras y se combina con el aroma metálico que impregna el aire. Alcanzar este lugar ha sido mucho más difícil de lo que jamás imaginé. El olor de Hazel es débil, casi inexistente, como una llama que se apaga. Pero lo peor es que el dolor que podía percibir a través de la conexión que tenemos ha desaparecido por completo.Mi corazón golpea contra mis costillas mientras atravieso la mansión vacía, mis pasos son lo único que se puede escuchar en los pasillos oscuros. Afuera, mi manada lucha contra los lobos de Axel en la colina, pero nada de eso importa ahora. Mi lobo está alerta, transformado, siento cada músculo tenso y listo para la batalla.Aspiro profundamente. Y entonces lo percibo: un rastro débil que me lleva hacia arriba.Sin dudar, corro por las escaleras, destrozando cualquier barrera que se interponga en mi camino. Estoy listo para enfrentar a quien sea necesario, incluso si es Axel. Especialmente si
CAPÍTULO 50: EL MANTO DEL ALFAErikApenas puedo enfocar mi mente en lo que ocurre a mi alrededor. Mis pensamientos están atrapados en la imagen del estanque lleno de sangre, el olor metálico todavía está impregnado en mi olfato. Hazel. Su ausencia amenaza con enloquecerme, pero debo seguir adelante. Acelero el paso, regresando al frente de la casa de Axel mientras Rosie me sigue de cerca.Nos detenemos en seco al llegar.El patio es un campo de batalla teñido de rojo. Cadáveres de lobos de ambas manadas se esparcen por el césped, un espectáculo dantesco que en otro momento me habría enfurecido. Pero no es eso lo que me detiene. Lo que me paraliza es la presencia de tres Alfas de otras manadas en el centro de la escena con sus miradas fijas en mí. Entre ellos está Daxon, con una expresión de acero en su rostro.—Alfa Erik, vuelve a tu forma humana y arrodíllate de inmediato —ordena Daxon, dando un paso al frente.Mi cuerpo se tensa. Mi instinto es proteger a Rosie, pero antes de que p