CAPÍTULO 34: EL JUICIOHazelMi estúpido corazón se acelera como un loco al escuchar a Erik defenderme con esa convicción feroz. Aunque sé que lo hace únicamente porque llevo a su cachorro, no puedo evitar que una chispa de esperanza absurda se encienda dentro de mí. ¿Y si, tal vez, una diminuta parte de él me está defendiendo porque le importo? Pero mi ilusión se tambalea al ver la mirada implacable de Wilax, tan afilada como una daga lista para hundirse en mi carne.La tensión en la sala es sofocante, como una olla a presión que amenaza con estallar en cualquier momento. El Alfa Wilax se niega a retroceder, y el brillo cruel en sus ojos me dice que no descansará hasta que pague por la muerte de Kara, sin importar cuán débil y vulnerable parezca.—Mucho cuidado deberías tener tú, Alfa Erik —gruñe Wilax. Su voz grave vibra en el aire—. Kara se convirtió en tu Luna, sí, pero seguía siendo parte de mi manada también. Como fue una protegida de los tuyos quien la atacó, nuestra alianza est
CAPÍTULO 35: EL PLAN PERFECTOAxelExhalo profundamente mientras termino de apartar el último montículo de tierra que cubre el cuerpo de Kara Hawke. Bajo la luz pálida de la luna menguante, su piel se ve aún más cenicienta, como una muñeca rota que han olvidado en el bosque. Tres días han pasado desde la fatídica boda de mi querido “amigo” Erik. Casado y viudo en una sola noche, al borde de perderlo todo, incluso a su precioso cachorro. No podría haber planeado algo más perfecto.Me enderezo sacudiendo la tierra de mis manos y ruedo los ojos con fastidio.—Esperar es lo más aburrido de las venganzas, ¿sabes? —le digo a su cuerpo inerte, como si pudiera escucharme. Luego añado con impaciencia—: Bueno, ¿vas a despertar ya o qué?De repente, como si hubiera activado un interruptor, Kara exhala un jadeo profundo y se incorpora con una velocidad y gracia felinas. Salta del hueco donde estaba enterrada, aterrizando en la tierra circundante. Sus ojos brillan con un azul intenso, y sus garras
CAPÍTULO 36: ¿DÓNDE ESTÁ HAZEL?ErikCamino de un lado a otro en la habitación, mi lobo interno ruge con una furia que apenas puedo contener. Cada fibra de mi ser está en conflicto. La culpa es un veneno que me consume, haciéndome revivir una y otra vez el momento en que su sangre quedó en mis garras. Ese rojo oscuro, el aroma metálico… aún puedo sentirlo impregnado en mí. Y saber que Hazel está encerrada en el sótano, sola y en completa oscuridad, me llena de una ansiedad sofocante.No es solo por el cachorro. Lo sé. Mi hijo está a salvo, y aun así, esta agitación no disminuye. Es por ella. Es por Hazel. No quiero lastimarla, pero… ¡maldit4 sea! Esta era la única forma de mantenerla con vida. Si no lo hubiera hecho, Wilax habría terminado con ella ese mismo día. Ni siquiera estoy seguro de que no lo intente ahora, incluso después del trato. Ese Beta que dejó atrás… No puedo confiar en que Wilax cumpla su palabra.Mi lobo está tan inquieto como yo, clamando por ir a verla, por comprob
CAPÍTULO 37: DIFERENTEHazelAbro los ojos, despertando de un largo sueño. Al principio me siento desorientada, no sé dónde estoy ni lo que sucedió. Me levanto de golpe y descubro que me encuentro en una enorme habitación, cálida, con amplios ventanales y una vista espectacular hacia la costa de la ciudad.No tengo idea de dónde estoy, pero después de haber estado tres días encerrada en aquel sótano, este lugar se siente como la libertad.Me levanto y mis pies descalzos sienten la suavidad de la madera pulida del piso, está tibia y sin quererlo exhalo un suspiro de alivio y relajación. ¿Será que estoy soñando?Sostengo mi cabeza y entonces los recuerdos llegan a mi memoria. El Beta que quería asesinarme… y luego, su corazón siendo arrancado del pecho con una violencia tan brutal. Pero el hombre lobo que lo hacía me miraba con una dulzura que no encajaba en lo absoluto con ese acto tan atroz.—Axel —susurro. Repito su nombre, porque es el mismo lobo que ya había visto dos veces. En la
CAPÍTULO 38: EL RUGIDO DE LA BESTIAErikMi respiración es un tambor imparable mientras cruzo los límites del territorio de Wilax. No me molesto en esconderme ni en esperar a que mis lobos aseguren el área. Esto no es una visita, es un asalto, y cualquiera que se interponga en mi camino lo pagará con sangre.La luna está en su etapa de “luna nueva”, así que la oscuridad de la noche negra nos sirve de camuflaje, para que nadie nos vea llegar. Mi manada avanza detrás de mí, listos y letales. "Luna Sangrienta". No es solo un nombre, es una advertencia, y esta noche vamos a demostrar por qué.La casa de Wilax emerge entre las sombras como una fortaleza vieja y descuidada, pero lo suficientemente sólida para albergar a un cobarde como él. No pierdo tiempo. Con un movimiento de mi brazo, derribo la puerta principal de un golpe. El estruendo se escucha con fuerza alertando a los lobos del Alfa enemigo, que salen como moscas atraídas por el olor de la batalla.—¡Protejan a las lobas y los cac
CAPÍTULO 39: LA VERDAD SOBRE MÍHazelApenas puedo procesar lo que Axel me está diciendo. Las palabras rebotan en mi mente, pero son imposibles de aceptar: loba, reencarnación, Mate. Me parecen conceptos tan ajenos a lo que soy, a lo que siempre he sido. Sacudo la cabeza, retrocedo un paso, luego otro. Mi instinto es alejarme de él, de esta conversación que amenaza con desmoronar lo poco que me queda de estabilidad.Para mi sorpresa, Axel no se opone, no intenta dominarme como lo haría Erik. Se queda en su lugar, observándome con paciencia y algo más. Como si supiera que al final no podría huir de la verdad que insiste en poner frente a mí.—No, estás equivocado, eso es imposible —digo. Aunque trato de sonar segura, mi voz titubea.Axel asiente ligeramente, sin perder su calma.—Sé que puede ser confuso para ti. No todos los lobos reencarnados recuerdan sus vidas pasadas. Pero sé que sientes algo cuando me miras, Hazel. Puedo verlo en tus ojos.Su mirada parece atravesarme, como si pu
CAPÍTULO 40: UNA BESTIAErikLa luz del día ilumina lo poco que queda de lo que antes fue la mansión de la manada Luna Creciente. Ahora solo hay ruinas, cuerpos desperdigados y el aroma metálico de la sangre fresca que impregna el aire a causa de mi furia desatada. Mis garras aún gotean sangre ajena, y mi ropa está teñida de rojo, pegándose a mi piel con cada movimiento. El silencio pesa más que los gritos que hace unos minutos llenaban el lugar.He acabado con todos. Cada maldit0 lobo que se interpuso en mi camino yace ahora inerte. Destruí una manada entera en mi búsqueda desesperada. Pero Hazel no está aquí.Es irónico que el último acto del Alfa Wilax fuera decirme la verdad. Por una vez en su miserable existencia fue honesto antes de que lo destrozara.Mi cuerpo tiembla. Mi lobo está agotado y herido, apenas puede mantenerse en pie. Con un gruñido bajo regreso a mi forma humana, la piel cubre nuevamente las heridas que mis músculos expuestos aún sienten. Mis pulmones arden con ca
CAPÍTULO 41: WINTERHazelDeslizo mi cuerpo en un vestido floreado que encontré en mi habitación, suave al tacto pero ajustado por mi vientre abultado. Apenas logré salir del baño hoy; los malestares del embarazo empeoran con cada día que pasa, y siento que mi cuerpo está al borde de su límite.Han pasado solo tres días desde que llegué a la casa de la manada Luna Oscura, pero todo lo que ha pasado hace que parezca una eternidad.Desde aquel extraño episodio —el dolor, los ojos dorados reflejados en el espejo— no he vuelto a experimentar nada similar. Me he convencido de que fue una alucinación, un truco de mi mente saturada por las palabras de Axel sobre convertirme en loba. Pero hay algo diferente, algo que no puedo ignorar. Es como si una parte oculta de mí hubiera despertado, acechando justo bajo la superficie.Tres días. Tres noches.Tres noches sin sentir el calor de Erik en mi piel, sin saber si aún piensa en mí. ¿Estará buscándome desesperadamente? Sé que le importa nuestro ca