La madrugada estaba oscura. Un aire frío soplaba desde el lago de metano contiguo a la pista aeroespacial de la ciudad titánica de Kaleb, la estación espacial había encendido todas las luces multicolores antes según el cronómetro de Erex, el capitán de la misión universal ubicado en el mando de la tripulación encargada de viajar a la conquista del planeta aún por explorar en poder de otras civilizaciones.
-Está tardando demasiado Olgÿn, sin ella no podemos iniciar nuestra ruta cósmica, es imprescindible por su experiencia en la lectura de imágenes, la que se incrementa cuando proceden de la tierra-, dijo Wokår acariciando su corta melena roja con ambas manos, los otros miembros de la aventura volvieron a mirarle advirtiendo en sus profundos ojos azules preocupación, -¿Acaso tú no estás entrenado para eso?- preguntó Henqèph, el copiloto de la nave desde su asiento, -en ninguna manera, mi formación es a nivel técnico, en uso de equipo, el envío y recibo de fotos espaciales para eso fui formado en la civilización de Andrómeda de donde procedo, la competencia lingüística la tiene Olgÿn en esta misión, ella conoce los signos de las civilizaciones del universo más allá del rasgo o la semántica en sí comprende geografía, etnografía y cultura general, es necesaria su presencia en este viaje intergaláctico-, dijo Wokår girando su mirada azul hacia ambos lados.
Erex miró los botones oscuros encargados de hacer operar la nave con ansias, había sido el primero en llegar a Titán procedente de Ganimedes, previo había estado en un entrenamiento intensivo en la Ciudad Cristal de Andrómeda para liderar el equipo que llevaría al grupo de ciudadanos cósmicos en el gran viaje a la tierra, acarició su larga cabellera blanca con la mano derecha con deseos de colocarse de manera completa su traje espacial, antes de hacerlo miró a través de una de las ventanas, un carro negro a control remoto había estacionado frente a la nave viajera, era visible no solo por sus luces fosforescentes sino que por las amplias farolas multicolores que rondaban el artefacto, del vehículo a máxima velocidad salió un ser, con apariencia de mujer y movimientos masculinos, enfundando en un overol metálico que brillaba bajo el resplandor que iluminaba la alborada en Titán.
-Ya aparece Olgÿn, pronto despegaremos en esta hazaña exploratoria-, casi grito Wokår emocionado con efervescencia juvenil, el vehículo negro envuelto en aparentes llamas incendiarias se deslizó en forma automática por la superficie de Titán dirigido desde la central automovilística en Kaleb, una de las mayores ciudades subrepticias de la luna saturnina, Olgÿn llegó presurosa hasta la entrada principal de la nave espacial, la puerta estaba abierta aún en espera suya, atravesó sin detenerse en ningún sitio, el equipaje del viaje permanecía listo en el área destinado para ello, -oh mis disculpas hermanos, por el inconveniente, pero hubo un retraso organizativo en mi morada de hospedaje-,dijo tras llegar al interior en el centro de operaciones espaciales donde aguardaban su presencia los otros compañeros, Erex giró la cabeza para contemplar con sus penetrantes ojos azules la exótica belleza de la lectora e intérprete de imágenes asignada desde Ciudad Cristal en la galaxia de Andrómeda, donde se ubicaba la sede encargada de comandar la exploración terrícola, tanto su traje metálico como su piel azulada visible lucía salpicada de gotas de metano dejadas por la pequeña llovizna que azotaba esa madrugada saturnina, Olgÿn traía recogida su larga cabellera negra en una enorme cola de caballo, sus grandes ojos negros estaban delineados a la perfección, en sus carnosos labios de tonos azules se dibujaba una sonrisa dulce y enigmática haciendo juego con su ovalado rostro, -eres bienvenida, hemos estado esperándote porque comprendemos tu importancia en esta misión, se nos ha hablado de tu extraordinario conocimiento sobre el universo y tu especialidad sobre las razas que pueblan ese planeta descarriado llamado tierra-, dijo Erex presionando uno de los botones del tablero de control para apagar la nave y hablar con el ser recién llegado, la piel azul y su exótica apariencia, volvían más que atractivo al recién llegado de Andrómeda, nunca antes se habían cruzado las miradas excepto con Wokår, el pelirrojo y esbelto operador de tecnología digital del espacio, -Olgÿn, es una celebridad respetada en las lunas de Andrómeda, muy famosa en la mía por su presencia en los programas del cosmos hablando de cultura universal-, expresó el pelirrojo; ella sonrió agradecida, -tengo instrucciones de la Comandancia General de esta misión de aportar cuanto conozco, además he recibido entrenamiento para este viaje intergaláctico-, dijo Olgÿn, -vamos a presentarnos para un primer acercamiento, sabemos que durante nuestra estadía juntos nos conoceremos mejor y con seguridad cuando vivamos en la tierra la convivencia deberá aumentar-, dijo Henqèph acariciando un mechón negro que caía sobre su pálida frente, -soy Henqèph, habitante de Neumerayah, una luna de Andrómeda, fui seleccionado para asistir al piloto de esta nave entre un gran número de viajeros de mi galaxia, en este proceso he diseñado las velas solares que puedes ver en los cuatro puntos extremos y que son las encargadas de hacerla navegar a través de la inmensidad, así vigilaré también el mantenimiento en coordinación con el centro de operaciones en Ciudad Cristal, soy abierto a las diferentes culturas del universo, desde luego estoy por la preservación y el avance progresivo de la universalidad sino no estuviera en esta gesta donde procuraremos rescatar a los humanos terrícolas e incorporarlos a las tendencias universales trazadas desde su formación en el inicio de luz-, concluyó con tímida sonrisa, -bienvenido hermano andromedano, estaremos compartiendo en este tramo fundamental en nuestra historia intergaláctica, los humanos viviendo en la tierra están genéticamente manipulados por las razas oscuras del cosmos, es escasa la presencia de quienes se han liberado de esa degeneración, a medida avancemos iré explicando sus prácticas y costumbres-, dijo Olgÿn advirtiendo la blancura y el confort del interior de la nave espacial, las cabinas ovaladas de pilotaje así como la de información tecnológica; su mirada era profunda y sagaz quizá por esa sagacidad mezclada con suspicacia sumadas a la cognición del universo; la Comandancia General de la Misión en Ciudad Cristal la habían seleccionado para acompañar a los tripulantes asistiendo en la lectura e interpretación de imágenes de la tierra captadas desde el telescopio incorporado y conectado a una gigante pantalla ubicada en la sala del operador de las maquinas tecnológicas, Erex la extrajo de ese influjo provocado por la majestuosidad de la tripulación cuando se presentó imponente a mitad del salón de operaciones, -Soy el piloto titular y líder a bordo de esta misión-, dijo, -ni nombre es Erex, habitante de Lyra en Andrómeda pero he estado en Ganimedes, la luna de Júpiter, donde vive una civilización subterránea parecida a esta de Titán, aquí llegué procedente de Ciudad Cristal en Andrómeda, soy viajero experimentado, he participado en varias misiones universales, esta es la segunda que lidero, mi especialidad es la física con todas sus especialidades y la tripulación de naves espaciales, me hablaron de ti en Ciudad Cristal, tus amplios conocimientos sobre la civilización universal son muy bien alabados por la Comandancia General en nuestra sede, creo que en alguna ocasión miré tu programa estelar sobre viajes y civilizaciones, siempre he querido conocerte, es una de las razones por las cuales hemos estado esperándote, pues llama la atención esa versión narrada en algunos círculos sobre tu dualidad de género-, confesó Erex, sonriente con el rostro blanco brillante con la luz proyectada en interior, Olgÿn, esbozó una amplia sonrisa contagiando a sus compañeros del buen humor, -soy hombre y mujer-, dijo, -procedo de Bimar, una lejana luna de Andrómeda pero he permanecido radicada en Ciudad Cristal por mis funciones en la agencia de programas espaciales que se transmite a todas las lunas de Andrómeda, en mi planeta original son comunes los seres de doble género, es una peculiaridad planetaria, en mi caso soy mujer ante la luz, pero me vuelvo hombre en ausencia de ella, manteniendo algunas características de ambos géneros en las diferentes situaciones, luego comprenderán, tengo amplios conocimientos en cultura universal, por lo que se dé todas las civilizaciones y planetas habitados existentes en todo el universo, fui seleccionada sin mucha competencia quizá por mi reconocimiento difundido en Ciudad Cristal y en la Comandancia General de esta misión-, afirmó Olgÿn con el rostro iluminado por la emoción, un torrencial de metano comenzó a azotar afuera haciendo estruendo según caían las enormes gotas en la plataforma superior, -el lanzamiento vamos a retrasarlo un poco, es necesario presentarlos con la lectora de imágenes acabada de llegar-,dijo Erex en un contacto telepático mientras sobaba una tapa colgante sobre su traje espacial, sus ojos brillaban con mayor intensidad en su afilado rostro blanco como la nieve al amanecer, -recordemos que la conceptualización del tiempo varía en el universo, en nuestro planeta donde existe Ciudad Cristal, este se dilata hasta parecer vivir en la eternidad por ser iluminado por varios soles en forma intermitente, en cambio para los terrícolas lo marcan en función del movimiento de su planeta sobre su propio eje y alrededor de la estrella galáctica principal, el sol, sus días y noches son diferentes a nuestros días y nuestras noches-,aseveró Olgÿn mirando a todos sus compañeros en forma simultánea, -por supuesto, además este viaje es exploratorio pudiendo convertirse en estacionario-, agregó Erex, -Este es mi primer viaje intergaláctico, por lo que no puedo evitar estar nerviosa, mi nombre es Kievlïa, habitante de Ganimedes en esta galaxia, mi ciudad es subrepticia, similar a esta donde hemos estado estacionados esperándote, siempre he vivido en ese planeta con excepcionales viajes a Ciudad Cristal entre ellos el que realice para entrevistarme con la Comandancia General de esta misión, estaré como asistente de vuelo de cada uno de ustedes para cuanto necesiten, mi vocación es el servicio y la medicina espacial, un placer conocerte habitante de Bimar en Andrómeda-,dijo reverente Kievlïa sin apartar sus ojos verdes claros del ser recién incorporado al viaje, Olgÿn la miró con fijeza, de cuerpo entero, era una mujer de elevada estatura con su piel lleno de rojas pecas que se extendían más allá de su traje espacial, su cabello castaño claro lo llevaba recogido en un nudo entrenzado en la parte trasera, -tú mantienes muchos rasgos terrícolas o los terrícolas mantienen rasgos tuyos-,dijo Olgÿn, -creí que eras de este planeta pero me equivoqué, vamos a hablar bastante y vamos a necesitar servicios en forma mutua-,concluyó dirigiendo su mirada al joven de melena pelirroja ubicado a cierta distancia de su lado izquierdo:,-¿y tú querido Wokår, como te sientes en esta nueva aventura?, es la segunda vez que estamos juntos, ¿verdad?, antes estuvimos en la exploración de la galaxia apagada de Ormegeón, famosa por sus abundantes agujeros negros, ¿recuerdas?-, dijo alucinada; -un placer, en verdad haber estado contigo, es una hazaña inolvidable en los anales del universo, eres alguien de quien se aprende en gran manera, por lo que no dudo que nos enseñaras mucho sobre la tierra-, aseveró Wokår acariciando sus cabellos rojizos, -¿eres tú del mismo planeta que Olgÿn?-, preguntó Kievlïa señalándolos con su largo dedo índice, -no con exactitud, Olgÿn ya nos dijo que es originaria de Bimar, yo procedo de Ciudad Cristal, siempre he existido allí-, respondió Wokår, -¿nunca has conocido entonces la ausencia de la luz?-, preguntó Henqèph, -desde luego que sí, cuando viaje a la galaxia apagada de Ormegeon ubicada en el otro extremo de Andrómeda-, respondió Wokår, -una de las teorías conspiratorias del universo afirman que el mismo se apagará en detrimento de sus moradores, ¿Qué opinas tú de eso, Olgÿn?-, preguntó Erex, -no creo que eso llegue a suceder, unas estrellas podrán apagarse pero otras nacerán, no existe en el universo la evolución regresiva, todo es hacia adelante por ello estamos acá en este viaje fascinante en la mira de reconquistar la civilización en decadencia del planeta tierra-, respondió Olgÿn mirando a los profundos ojos azules del jefe de la misión espacial.-Es tiempo de emprender la ruta, si miran el amanecer se acerca, el chaparrón de metano ha disminuido, lanzarnos al espacio exterior será fácil, las velas solares están diseñadas con la mayor y más moderna tecnología espacial-, dijo Erex en una clara invitación a sus compañeros de viaje.
-En ese caso, avisa al centro principal de operaciones en la Comandancia Central en Ciudad Cristal de nuestra salida, parece que el aparecimiento del sol de esta galaxia está cerca-dijo Henqèph sonriente, Erex giró instrucciones a sus compañeros a tomar las posiciones asignadas así como completar su uniforme espacial, él caminó directo a la cabina de pilotaje, Henqèph fue a realizar una revisión general de la nave, Olgÿn sentada en la sala de tecnología en un amplio sillón contiguo al de Wokår contemplaba la amplia pantalla de retroproyección conectada a un satélite de largo alcance de donde estaría leyendo las imágenes llegadas de la tierra y comunicándolas a sus compañeros ilustrándolos y ayudando a tomar las mejores decisiones, Wokår exploraba la máquina de almacenamiento informático para asegurarse que los programas instalados funcionaban a la perfección, la apariencia de Olgÿn era espectacular envuelta en su traje de tripulante con su larga cola de caballo movida con levedad, Kievlïa se había ubicado en la sala de asistente de vuelo conectada a los cuatro auriculares inter comunicados con sus compañeros por cualquier tipo de ayuda, las luces multicolores externas e internas de la nave se encendieron, Erex extrajo su radio-comunicador espacial, -Estamos listos para el despegue; Olgÿn está en nuestra sala de tecnología y los demás viajeros espaciales estamos en sus respectivos lugares, por lo que solicitamos la autorización para el lanzamiento-, dijo telepáticamente con la mano colocada en el centro duro adherido a su traje espacial, -perfecto, hermanos viajeros, ahorita mismo damos la orden de despeje-, respondió una voz masculina del sistema de comunicación telepática establecido; Henqèph llegó a sentarse en la cabina adjunta asignada para el copiloto,-parece que el Comandante General está en receso, respondió el Sub Comandante de la misión en la central-dijo Erex, -pronto autorizan la marcha-, respondió Henqèph cubriendo su cabellera negra con un casco metálico brillante, unos números andromedanos aparecieron en forma automática en un recuadro de la pantalla principal en la cabina del piloto, los números corrieron en forma veloz hasta llegar a quedar una línea de forma inamovible parecida a ceros, Erex presionó un botón negro de la pantalla operativa enfrente suyo, -sin miedo, todo está calculado con exactitud-, gritó Henqèph desde su cabina, Erex volvió a presionar el mismo botón por segunda vez, el cohete ensamblado a la nave comenzó a funcionar moviendo los tanques de combustible de fusión atómica,-vamos-, dijo una voz a través del transmisor del piloto, Erex presionó el siguiente botón de la pantalla de control, el cohete ensamblado salió disparado arrastrando la nave por el espacio, elevándose vez tras vez, Kievlïa cerró los ojos con cierto temor evitando mirar la superficie de Titán, era la primera vez que viajaba en una misión espacial de esa envergadura, abajo quedaba la fantástica ciudad de Kaleb con sus luces subterráneas y sus misterios.
La nave fue diseñada en Ciudad Cristal, una de las lunas habitadas de Andrómeda, en el centro de fabricación de objetos espaciales, un modelo elaborado con exclusividad para este viaje fue dirigido por Henqèph con la colaboración de varios arquitectos espaciales, diseñadores de interiores y astrofísicos, era un objeto de la última tecnología conocida en el universo, cuatro velas solares, una en cada extremo cardinal capaz de captar la energía del espacio, transferirla al interior de la nave e impulsarla desde dentro, esa misma energía era capaz de mantener y transferir electricidad para el funcionamiento de las máquinas de necesidad básica, la nave tenía ensamblado un cohete con motores iónicos y los depósitos para el combustible requerido en la ida y regreso a la tierra, una de las velas solares tenía un mecanismo conectado a una sala de biotecnología donde el dióxido de carbono captado en la nave era procesado hasta lograr moléculas de oxígeno para mantener la vi
El descenso ocurrió sin ningún inconveniente, la nave quedó estacionada junto a un cráter de singular tamaño, el sol caía inclemente sobre esa área lunar, en el otro extremo se levantaba una especie de montaña caliza propia del lugar, sentados Erex emitió la orden para apagar la nave dejando habilitado el observatorio espacial, después de haber estado con las velas activas, ambos pilotos caminaron hasta la sala de tecnología enfundados en sus trajes de viajeros espaciales donde permanecían los compañeros, Kievlïa ya estaba despreocupada, el nerviosismo del aterrizaje había desaparecido, en sus profusas manos blancas salpicadas de pecas rojizas se denotaba la tranquilidad y la paz interior reflejada en su hermoso y delineado rostro, Erex le sonrió con gesto amigable, -quiero recordar las ordenes de la Comandancia General, los acontecimientos en la tierra se precipitaran más de lo que nos imaginamos-, dijo Olgÿn,-por supuesto-, reaccionó Henqèph,-pero antes queremos
La nave espacial descendió sin inconvenientes sobre la superficie de Ganimedes, exacto junto al observatorio espacial ubicado a pocas millas de la ciudad encriptada de Berabarej, el viaje desde la luna terrícola ocurrió sin novedad alguna, la pericia y el conocimiento de las rutas espaciales de Erex con la asistencia técnica de Henqèph eran garantía de éxito irreversible para la Misión Rescate Tierra, un grupo de jupiterinos expertos en cosmología los estaba esperando, Erex seguido por Henqèph salieron de sus cabinas, ellos habían instruido a los encargados de las comunicaciones e intérprete de imágenes permanecer observando el panorama terrícola siguiendo la señal enviada por la réplica, Kievlïa decidió permanecer con la pareja de andromedanos en la sala de tecnología sin importarle haber aterrizado en su ciudad natal; la p
El grupo de exploradores del espacio con los tres recién integrados acordaron establecer una agenda de vigilancia acorde a los intereses de la misión y a la forma en que se estaban suscitando los acontecimientos en la tierra; establecieron dos equipos de trabajo, el equipo alfa vigilaría desde el crepúsculo hasta la alborada, este grupo estaba formado por Emäzer, Pexeèr y Ebrephazor, la nave estaba estacionada en la pista adjunta al observatorio espacial por lo que no era necesaria la presencia de los pilotos empero solo para el mantenimiento de las redes eléctricas internas, sin embargo, por si se presentará cualquier contingencia al equipo alfa se sumaba Erex y Henqèph pasó a integrar el grupo beta formado por Wokår, Olgÿn y Kievlïa ellos observarían desde la alborada hasta cuando el sol estuviera en el cenit del cielo de Ganimedes, en los espacios libres se dedicarían a compart
“La guerra en la tierra ha terminado”, comenzaba diciendo el informe remitido por la Misión Rescate Tierra a la Comandancia Central en Ciudad Cristal, “las imágenes fotográficas muestran con claridad que pueblos han sido ganadores y cuáles son los perdedores a la vez que se advierte un cambio en su división política administrativa, podemos percibir la caída de cuatro imperios que antes se imponían en otras regiones vecinas, los rusos en el oriente, así mismo podemos observar con facilidad, el imperio germano paga en parte y debe pagar la otra por ser el principal responsable del conflicto, el imperio Astro-Húngaro y el Imperio Otomano que de por sí ya había entrado en decadencia antes de las acciones bélicas junto a estos imperios; desaparecen tres dinastías además de millones y millones de víctimas que han ofrendado su vida por una causa que ni ell
El descanso permitido transcurrió más rápido de lo imaginado para los exploradores espaciales instalados en Ganimedes, unidades galácticas hicieron falta para seguir explorando las maravillas de esa luna jupiterina, empero habían visitado los lugares de mayor renombre para los moradores, la fuente de diamantes, las fantásticas cascadas de agua transparente, las montañas de hielo o los miradores universales instalados en el centro de la luna, -ha sido un periodo estupendo, quizá el necesario para reforzar nuestros sistemas y volver a entrar con ímpetu en la misión-,dijo Erex con sus pies blancos extendidos sobre un sillón, -magnífico, magnífico, esta temporada ha sido grandiosa-,afirmó Kievlïa plantada a mitad de la sala, con su larga cabellera rubia extendida sobre los hombros, -saben que, según el director de nuestro observatorio, ya está en l
El equipo liderado por Wokår, al que se habían integrado los otros jupiterinos agregados en la estadía en Berabarej, Emäzer y Ebrephazor además de Kievlïa estaban entregados a la supervisión del planeta objetivo desde la nave espacial asentada en la pista adjunta al observatorio de la ciudad encriptada, solo que lo hacían en la jornada matutina hasta un poco avanzada la vespertina de acuerdo al horario terrestre por instrucciones precisas llegadas desde la Comandancia General de la Misión, ”la vida en la tierra parece estar transcurriendo en absoluta normalidad, podemos con tranquilidad preparar nuestro regreso a la vez que los observamos durante su día”, rezaba un correo llegado y leído por el mismo Wokår, desde ese instante decidieron hacer un solo equipo de trabajo colaborando en forma mutua y en diversas actividades dentro de la nave, después de terminar el trabajo había
El alba anunciaba su llegada sobre Ganimedes, pronto estaría haciendo presencia la luz del sol, el equipo de exploradores espaciales se alistaba en su intento de infiltrar y conquistar la tierra, habían llegado juntos con su equipaje, Ebrephazor se encargó de ir para acomodarles en el área de carga de la nave, esta era de aspecto alargado, diseñada con las más alta tecnología conocida en esos mundos, el interior era blanco en su totalidad, la parte delantera estaba destinada al piloto y copiloto como en todas las de esos mundos, luego seguido por la sala de sistemas de control, después estaba la sala de tecnología donde estaban acomodados Wokår y Olgÿn listos para la transmisión de datos y tomas realizadas, luego una sala de servicios múltiples y relajamiento por si alguno de los viajeros quería entretenerse, incluyendo al piloto, el área de servicios que deb