Movimos los sillones creando un gran espacio y nos sentamos uno frente al otro, Ian llenó los caballitos y al terminar me mira con una gran sonrisa. —Oh si, hoy sabré muchas cosas sobre ti nena.
—No creó tener información tan relevante como tú — le regresé la sonrisa.
—Bien ¿quién comienza?
—¿Piedra, papel o tijera? —sugerí.
—Bien— me miró de manera retadora.
—Un, dos, tre
Bajé corriendo las escaleras esperando que Ian estuviera bien, pero no lo vi por ningún lado, salí de la casa y ya no se escuchaba nada, estaba muy asustada.—¿Ian?De repente sentí como dos manos me tapaban la boca y me hacían para atrás, saqué toda la fuerza para golpear a quien tratara de hacerme algo, rápido volteé y vi que era Ian riéndose a carcajada abierta.—¡Eres un maldito imbécil! — dije enojada, que digo enojada, emputada, furiosa. Entré rápido a la casa.
Las clases comenzaban a las 7 así que tenía exactamente 1 hora para arreglarme, agregando el tiempo que hacía de camino, me levanté y ya tenía listo que ponerme, un pantalón negro roto de las rodillas, una blusa de resaque color blanca con letras negras, y mis flats negras. Me di una ducha rápido, al salir Jason tocó la puerta apurándome.—Dame 10 minutos y bajo a desayunar — puse mis ojos en blanco, que costumbre de apurarme.El día de hoy opté por un labial color vino y mucho rímel en las pestañas, mi cabello era lacio por naturaleza, cosa que me facilitó la rutina, sólo lo tuve que desenredar y esperar a que se secara.Tan pronto como bajé las escaleras vi a un eminente chico de espaldas, alto, sentado en la barra, camisa color roja que le dejaba ver lo ancho de su espalda, el cabello alborotado, guapísimo y a su lado estaba
—Es aquí— abrí la puerta dejando ver el sin fin de computadoras que tenía el aula.—Bien— sacó una pluma y palomeo la sala de cómputo del mapa.—Este colegio sí que es enorme— miraba los alrededores.—Demasiado diría yo.Sonó de nuevo la campana, ya era hora de regresar a clases, fui rápido a mi casillero por mis libros y me dirigí a el salón.—Bien aquí te dejo— So
Me separé rápido de Ian, pero era demasiado tarde, Jason venía furioso y no contra mí.—Jason, escucha…— intenté decir poniéndome frente a él pero fue inútil, con un brazo me empujó haciendo que me pegara contra la mesa.—¡Eres un imbécil! — Jason tomó a Ian de la camisa y lo empujó hasta las escaleras.Tardé en reaccionar, Ian estaba igual de sorprendido que yo. Vi como Jason estampó su puño en el rostro de Ian.—Lo único que te
Era a que hombre que había visto por la ventana de mi casa el día que estaba borracha. Después de ese día Ian me había convencido de que había alucinado y que no había tal persona, pero ahora que lo veía, me quedaba más que claro que esa persona si existía y no era cosa mía. El hombre se aproximó a mí, decidí caminar rumbo a la casa la cual por desgracia estaba a unas cuadras y por si fuera poco las farolas comenzaban a fallar, caminé rápido, pero aquel hombre seguía detrás mío, decidí agacharme y cargar a Max para ahora correr, las calles estaban solas, mi piel se erizó, aquel hombre me seguía el paso, entre más rápido caminaba, el seguía pisándome los talones.Después de unos minutos que fueron eternos llegué al fin a la casa, antes de entrar mire al rededor, pero no había n
—¡Ahí es!— apunté al pequeño local que estaba en una plaza. —Se ve bien— ambos nos bajamos del coche y nos dirigimos al lugar —¿Cuál es tu favorito? —Mmm— achine los ojos mientras un gruñido salía de mi ser —Es difícil, me gusta la nuez, pero tengo una debilidad por la vainilla con chispas de chocolate— negué con la cabeza mientras la boca se me hacía agua —¿y el tuyo? —Fresa, sin duda el de fresa— Llegamos a la barra y un sinfín de helados había frente a nosotros, de pronto me sentí en el paraíso. —Hola buenas tardes, me das un helado de nuez y vainilla con chispas de chocolate y otro de fresa— su sonrisa era cálida, era un chico lindo. Pronto nos dieron nuestros helados, y nos dirigimos a las mesas del lugar. —¿Y a que se dedica tu padre?— saboreaba mi helado y centraba mi atención él, pero aun así pude notar algo de incomodidad en Alex. —Negocios, ya sabes cómo son esos trabajos, un día estas aquí y otro día te mandan a Europa
Un vacío tenía en mi pecho, sabía que lo había herido, tenía sentimientos encontrados, su rostro no lo podía borrar de mi mente ¿tal vez en realidad no estaba lista para una nueva relación y debí estar soltera por más tiempo? no sabía que rumbo tendría ahora, fui tal vez demasiado cruel con él.Lo cierto es que salté de mi relación con Jack y pasé a salir con Ian en cuestión de días. No viví ni siquiera mi duelo por él y la verdad ni siquiera sentí necesitarlo. A Ian lo quiero mucho y la verdad que me siento en una nube cuando estoy con él, pero no puedo pasar por alto sus actitudes. No sé como el sentimiento de enojo pasó en un segundo a ser de culpa y tristeza.Esa noche no dormí nada, pensando en que Ian tenía razón, siempre le reclamo por sus malos actos, pero nunca miro los pequ
—¿Estas bien? —Thony rompió el silencio.Dejé el celular para voltear a verlo, mis ojos no reflejaban más que decepción, tenía un nudo en la garganta, quería gritar, golpearlo, llorar hasta quedar sin voz. Negué con la cabeza y sólo me límite a mirar por la ventana. Podía sentir el silencio incómodo por el que estaban pasando mis amigas.—Será mejor que nos vallamos de aquí— escuche decir a Henna mientras quitaba el freno de mano y comenzaba a avanzar.—Tranquila, cosas difíciles se vienen, pero lo podrás hacer— Thony acariciaba mi cabello.—Ese hijo de la mierda, lo voy a destrozar— escuché decir a Emma.—Déjame en casa— ambos voltearon.—¿Estás segura? Es al primer lugar que te buscará.—Lo sé, pero ahí