—¿Sucede algo Ivy? Te noto más callada de lo normal y no comiste demasiado en el desayuno. Aunque estaban almorzando en uno de los mejores restaurantes de la localidad la joven no se lo estaba disfrutando en lo absoluto, en realidad se sentía mal por todo lo que estaba sucediendo. Jamás pensó que llegaría a el punto de crear vínculos tan tóxicos o que se convertiría en una persona infiel, tampoco que después de aquella noche Tyler no había vuelto a cruzar una palabra con ella, quizás de todo eso era lo que más la angustiaba. La infidelidad de su esposo y Esmeralda era solo la punta del iceberg. —No tengo que hablar todo el tiempo—respondió —Me sigue pareciendo extraño, si hay algo que te incomoda podrías decírmelo, soy tu esposo ¿No? —En ocasiones lo eres... Mathew se sentó a su lado con un gesto serio probablemente en busca de la verdad, lo que no sabía es que a Ivy no le podría importar menos si él se molestaba o no. —Yo creo que sí hay algo más, generalmente estás arruinando
—Bueno Ivy, prepárate para hacer lo que yo te diga... —No puedo creer que haya perdido ante un cabeza hueca como tu—se quejó mirando a su esposo con enojo. —Hace rato me abrazabas y gritabas como una pequeña y ahora me insultas, si que eres impresionante —bromeó Mathew. Ivy se confío que podría ganar la apuesta debido a su experiencia en aquella casa embrujada, pero había olvidado el hombre con la motosierra. Por supuesto que gritó y salió corriendo a toda velocidad por segunda vez y aunque Mathew también parecía entrar en pánico se mantuvo mucho más cuerdo en comparación así que no podía protestar ante su derrota. —Bueno, debo cumplir con mi palabra así que hagámoslo—opinó unos minutos después. Una sonrisa maliciosa se mostró en el rostro de Mathew, sabía perfectamente que estaba a su merced y no desaprovecharía la oportunidad. —Quiero que grabes un vídeo conmigo pasándola increíble y me digas que estás perdidamente enamorada de mi, una vez lo hayas hecho lo subirás a internet..
No sucedió como en las películas, no hubieron últimas palabras antes de dejar de respirar ni tampoco cayó una tormenta sobre ellos. Esmeralda ya no formaba parte de este mundo y ese parecía ser el inicio del más ardiente infierno.Aunque sonara un tanto irreal, no era la primera vez que Ivy miraba a una persona morir. Richie era un ser frívolo y como si el maltrato físico y emocional suministrado a una versión de ella más joven no fuese suficiente, disparó a uno de sus empleados tras negarse a abusar sexualmente de Ivy mientras el pretendía observar la escena desde su sillón, enojado tras no obtener lo que quería dejó a la chica a cargo de la limpieza, quería vivir pese a las circunstancias así que hizo lo que se le pidió.Sabiendo esto, no era nada novedoso aunque desde luego sentía mucha pena por la chica. No entendía por qué razón alguien asesinaría a Esmeralda a sangre fría, no parecía tener problemas ni ser conflictiva.Quizás había un futuro brillante por delante y todo eso se d
Ivy sentía que algo dentro de ella había cambiado, seguía observando fijamente hacia su abrigo que aún conservaba algunas manchas de la sangre de Esmeralda, Mathew por otro lado se había negado a asistir al funeral porque eso significaría más polémica, y aunque ella hubiera deseado que fuese de otra manera al final era lo mejor. Mientras empacaban su esposo la ayudaba con algunas cosas, eso le extrañaba muchísimo ya que Mathew no era de ese tipo.—Creo que ese abrigo deberíamos desecharlo, no te hará bien pasar tanto tiempo mirándolo...—Es inevitable, se suponía que este verano sería liberador para mí y ahora tengo menos estabilidad mental a cuando llegué y para colmo un cadáver—contestó en voz baja.—Quizás podamos optar por vivir esta vez en un lugar más restringido...—Ese no es el punto, aún ni siquiera sabemos por qué la mataron.—Tal parece que Esmeralda tenía familia problemática, sólo eso alcancé a descubrir—respondió.—Ese no es el punto Mathew...—Hago todo lo que puedo ¿Si
Mathew seguía bebiendo mientras Ivy leía algunas revistas que estaban en la mesa, le sorprendía lo mucho que a las personas le interesaba la vida de los demás y el como mucho de lo que se rumoraba era una farsa. Ella no era el tipo de persona que estaba al pendiente de celebridades pero a veces podía entender un poco más la angustia de ser observada, de tener que asumir un papel en su vida para poder estar en calma y muchas veces reprimir sus emociones.Ivy no tenía claro en ese momento que elección tomar, luego de la charla con Carolina no había vuelto a encontrarse a Tyler, aunque ambos sabían que aquel encuentro no garantizaba absolutamente nada.—¿Entonces por qué me siento así?—Murmuró.Mathew se giró hacia ella con una sonrisa burlona mientras degustaba el vino en su copa.—Creo que en lugar de traerte de luna de miel debí recluirte en algún sanatorio...—Vete al diablo, como si nunca hubieras hablado solo—se defendió la muchacha mirándolo con enojo.—Necesitas salir más, puede
Ivy no tenía idea de lo que su esposo estaba pensando, lo cierto es que al terminar de comer se quitó sus finos zapatos y el saco que probablemente valía más que su mera existencia, saliendo del restaurant ignorando que todos los miraban sin entender su comportamiento se fue corriendo a toda prisa bajo la lluvia. La muchacha sin evaluar mejor la situación decidió hacer lo mismo pero a diferencia de el guardó sus zapatillas dentro de su bolso.Estaba aliviada de haber usado maquillaje a prueba de agua y no llevar un vestido de algún color que pudiera transparentar.—¿QUÉ DEMONIOS HACES?—Gritó su esposa respirando con dificultad.A duras penas logró alcanzarlo y fue gracias a que él se detuvo para responderle.—Pretendo divertirme, nacimos para morir Ivy, sólo disfruta el momento y no pienses en nada más, sígueme—respondió emocionado.—Esto es una locura...—¿Sabes por qué me gustaste? Precisamente por esto, me haces recordar el hombre que solía ser, me siento atraído hacia las mujeres
Tyler.Si pudiera describir un sentimiento en ese momento diría que era una incesante angustia que le hacía no pensar con claridad, sentía que había perdido algo pero no podía definir de que se trataba cuando realmente jamás tuvo nada. Los besos de Ivy y su dulce aroma se había quedado impregnado en su piel pese a que se había prometido así mismo olvidarse de aquella noche y enfocarse en lo más importante: Su hija.Los consejos de Carolina tenían sentido, pero sus sentimientos tenían mucho más peso que la razón, no había forma de que tal emoción fuera amor, no se supone que el amor te deje con ese amargo sabor en la boca. Tyler sabía que debía escapar de aquella casa antes de que terminara por perder la cabeza observando las fotos de Ivy junto a Mathew en aquella ceremonia.Para ser algo falso había cierta chispa en sus miradas, y luego se reía de si mismo porque en primer lugar él era aquella pieza que siempre sobró, aún así sentía que podía haber algo más, cierta esperanza de que to
Tyler.Habían pasado una hora y todavía permanecía en estado vegetal fuera de la casa respondiendo una serie de preguntas a los oficiales y asimilando lo que sus ojos habían visto. Su corazón aún latía con fuerza mientras miraba como se llevaban el cadáver de Carolina cubierto por una lona oscura, Tyler no se consideraba alguien emotivo, pero la muerte de la única persona que lo escuchaba atentamente y daba los mejores consejos ya no formaría parte de su vida y eso le dolía.Algunas lágrimas rodaron por sus mejillas con el deseo de que todo aquello se tratara de una pesadilla que se terminaría una vez despertara, Pero no fué así, sintió la necesidad de informar a sus jefes lo que sucedía pero ninguno daba señales de vida.Todo era demasiado confuso y pasados los minutos pudo identificar el auto dónde Ivy en compañía de su esposo habían partido hacia su cita de reconciliación, ellos no parecían entender nada hasta que uno de los detectives se acercaron a ellos para explicar lo sucedid