Ivy sentía que algo dentro de ella había cambiado, seguía observando fijamente hacia su abrigo que aún conservaba algunas manchas de la sangre de Esmeralda, Mathew por otro lado se había negado a asistir al funeral porque eso significaría más polémica, y aunque ella hubiera deseado que fuese de otra manera al final era lo mejor. Mientras empacaban su esposo la ayudaba con algunas cosas, eso le extrañaba muchísimo ya que Mathew no era de ese tipo.—Creo que ese abrigo deberíamos desecharlo, no te hará bien pasar tanto tiempo mirándolo...—Es inevitable, se suponía que este verano sería liberador para mí y ahora tengo menos estabilidad mental a cuando llegué y para colmo un cadáver—contestó en voz baja.—Quizás podamos optar por vivir esta vez en un lugar más restringido...—Ese no es el punto, aún ni siquiera sabemos por qué la mataron.—Tal parece que Esmeralda tenía familia problemática, sólo eso alcancé a descubrir—respondió.—Ese no es el punto Mathew...—Hago todo lo que puedo ¿Si
Mathew seguía bebiendo mientras Ivy leía algunas revistas que estaban en la mesa, le sorprendía lo mucho que a las personas le interesaba la vida de los demás y el como mucho de lo que se rumoraba era una farsa. Ella no era el tipo de persona que estaba al pendiente de celebridades pero a veces podía entender un poco más la angustia de ser observada, de tener que asumir un papel en su vida para poder estar en calma y muchas veces reprimir sus emociones.Ivy no tenía claro en ese momento que elección tomar, luego de la charla con Carolina no había vuelto a encontrarse a Tyler, aunque ambos sabían que aquel encuentro no garantizaba absolutamente nada.—¿Entonces por qué me siento así?—Murmuró.Mathew se giró hacia ella con una sonrisa burlona mientras degustaba el vino en su copa.—Creo que en lugar de traerte de luna de miel debí recluirte en algún sanatorio...—Vete al diablo, como si nunca hubieras hablado solo—se defendió la muchacha mirándolo con enojo.—Necesitas salir más, puede
Ivy no tenía idea de lo que su esposo estaba pensando, lo cierto es que al terminar de comer se quitó sus finos zapatos y el saco que probablemente valía más que su mera existencia, saliendo del restaurant ignorando que todos los miraban sin entender su comportamiento se fue corriendo a toda prisa bajo la lluvia. La muchacha sin evaluar mejor la situación decidió hacer lo mismo pero a diferencia de el guardó sus zapatillas dentro de su bolso.Estaba aliviada de haber usado maquillaje a prueba de agua y no llevar un vestido de algún color que pudiera transparentar.—¿QUÉ DEMONIOS HACES?—Gritó su esposa respirando con dificultad.A duras penas logró alcanzarlo y fue gracias a que él se detuvo para responderle.—Pretendo divertirme, nacimos para morir Ivy, sólo disfruta el momento y no pienses en nada más, sígueme—respondió emocionado.—Esto es una locura...—¿Sabes por qué me gustaste? Precisamente por esto, me haces recordar el hombre que solía ser, me siento atraído hacia las mujeres
Tyler.Si pudiera describir un sentimiento en ese momento diría que era una incesante angustia que le hacía no pensar con claridad, sentía que había perdido algo pero no podía definir de que se trataba cuando realmente jamás tuvo nada. Los besos de Ivy y su dulce aroma se había quedado impregnado en su piel pese a que se había prometido así mismo olvidarse de aquella noche y enfocarse en lo más importante: Su hija.Los consejos de Carolina tenían sentido, pero sus sentimientos tenían mucho más peso que la razón, no había forma de que tal emoción fuera amor, no se supone que el amor te deje con ese amargo sabor en la boca. Tyler sabía que debía escapar de aquella casa antes de que terminara por perder la cabeza observando las fotos de Ivy junto a Mathew en aquella ceremonia.Para ser algo falso había cierta chispa en sus miradas, y luego se reía de si mismo porque en primer lugar él era aquella pieza que siempre sobró, aún así sentía que podía haber algo más, cierta esperanza de que to
Tyler.Habían pasado una hora y todavía permanecía en estado vegetal fuera de la casa respondiendo una serie de preguntas a los oficiales y asimilando lo que sus ojos habían visto. Su corazón aún latía con fuerza mientras miraba como se llevaban el cadáver de Carolina cubierto por una lona oscura, Tyler no se consideraba alguien emotivo, pero la muerte de la única persona que lo escuchaba atentamente y daba los mejores consejos ya no formaría parte de su vida y eso le dolía.Algunas lágrimas rodaron por sus mejillas con el deseo de que todo aquello se tratara de una pesadilla que se terminaría una vez despertara, Pero no fué así, sintió la necesidad de informar a sus jefes lo que sucedía pero ninguno daba señales de vida.Todo era demasiado confuso y pasados los minutos pudo identificar el auto dónde Ivy en compañía de su esposo habían partido hacia su cita de reconciliación, ellos no parecían entender nada hasta que uno de los detectives se acercaron a ellos para explicar lo sucedid
Ivy. No le impresionaba que el hotel donde se alojarían por tiempo indefinido era extremadamente lujoso o que tuviera a cuatro escoltas acompañándola mientras que Tyler tenía la orden de cuidar de ella en el interior, se sentía culpable de haberse involucrado con su chofer pero otra parte de si misma no lo lamentaba, hace mucho no se sentía auténtica ninguna emoción y aquel joven le había proporcionado todo lo que le hacía falta en un día. Se encontraba en un dilema porque no podía aclarar su mente y evitar pensar en ambos, por supuesto que estaba mal y alguien saldría lastimado si daba rienda suelta a sus pasiones. Debió preveer que el drama estaba a la vuelta de la esquina y que el no estar segura de algo la hacía una persona desagradable, las palabras de él hombre que la mantuvo cautiva en el pasado hacían eco en su mente, solía decirle que era una mujer indigna y que estaba m*****a, probablemente aquellas cosas eran con él objetivo de desestabilizarla más de lo que ya estaba, pe
No se sentía incómodo sujetar la mano de Tyler y dentro de Ivy era como si explotaran fuegos artificiales de la emoción que tenía, mientras iban en el auto pensaba en que explicación podía darle a Mathew pero en realidad nada de eso importaba en ese momento. Su relación no estaba definida, él también la había engañado, sin embargo moralmente se sentía como una traicionera, pese a eso junto a su chófer era ella misma, olvidaba las razones por las cuales Ivy Montana jamás lograría ser completamente felíz. Tyler estaba enfocado en el camino quizás en la búsqueda de algo interesante que pudieran hacer para pasar el rato, no sabía cómo iniciar una charla ya que también podía estarse sintiendo mal por la muerte de Carolina. —Es extraño que no hables—rompió el silencio el mismo Tyler. —Han pasado muchas cosas desagradables en estos días y no quiero ser inoportuna—respondió Ivy. —No todo tiene que ser trágico, podemos tener una conversación de cualquier tipo. —¿Cómo acabaste trabajando pa
Ivy observaba fascinada el interior del departamento donde su chófer la había llevado, aunque era acogedor tenía todo lo necesario para ser feliz y un diseño bastante moderno con pinturas de arte abstracto adornando las paredes azules, un balcón con una hermosa vista hacia el mar y apostaba a qué por las noches el panorama sería mejor, fuera de todo eso Ivy se preguntaba a quién pertenecía ese lugar, Tyler jamás mencionó nada al respecto y cuando ambos se sentaron en el sofá la miró por un rato con cierta timidez. —Sé que no es algo tan ostentoso como acostumbras pero se me ocurrió que podríamos pasar un rato agradable y tranquilo aquí, no pueden vernos tan cercanos en la calle... —Oye, me encanta este lugar ¿Bien? Durante años he luchado por mantener mi hogar y esto es un palacio en comparación, lo que me intriga es que no mencionaste jamás tener una propiedad aqui—intervino Ivy con una sonrisa. —Soy muy reservado, hago mi trabajo y evito dar más información a los demás porque dudo