-¿Le creyó? - Pregunté con curiosidad al siguiente día después de que el Alfa Supremo me despertara para ir a desayunar.-Ni una mierda. En sus palabras: "La Luna de esta manada es perfecta en todos los sentidos", por lo tanto, no se atrevería a prostituirse con los Renegados, vender información de la manada o traicionarlo. - Dijo con voz neutral. - Perfecta... mi trasero.Yo asentí.-Totalmente de acuerdo, no he visto un trasero así nunca. - Dije y él se echó a reír. - No tengo mucha experiencia con las Lunas, pero hemos estado en un par de manadas en las que no veo tan "perfectas" a sus Lunas. -Nuestra raza se está yendo a la mierda. - Dijo con un gemido sufrido. - Y lo peor de todo es que nos toca a nosotros arreglar estos desastres.Llegamos al restaurante y fuimos puestos en una mesa en seguida. Pedí la mitad del menú ante la mirada divertida del Alfa Supremo.-Menos mal que no se encuentra solo. - Dije quitándole hierro al asunto.-¿Te estás ofreciendo a acompañarme a revisar e
Durante la primer hora de nuestro regreso, llegaron las lobas "tímidas" que solo pasaban por ahí para ver si el Alfa necesitaba algo.Mi mensaje en la puerta no fue suficiente para disuadirlas, y después de las primeras tres que quisieron meterse a la fuerza en la habitación, opté por una estrategia más... activa.-Disculpe el ruido. - Susurré hacia la cama antes de sentarme frente a la puerta, cerrar los ojos y comenzar a gemir.Algunas lobas aún así tocaron la puerta, así que solo gemí más fuerte. Eso bastó para la segunda hora... hasta que intentaron colarse por la ventana.Para este punto yo ya estaba de muy mal humor. ¿En serio no tenían dignidad?Paseaba de un lado a otro gimiendo sobre las proezas sexuales del pedazo de carne más grande que había conocido en mi vida, pero quizá eso fue una mala estrategia porque intentaron colarse a la habitación con más fuerza.Harta de la situación, salí de la habitación y caminé directo hacia la oficina del Alfa.-¿Puede hacer algo con sus
-Lobo malvado... grosero... egoísta... mereces la muerte y... -Vomi, el tipo dejó de moverse desde hace unos dos minutos. ¿Crees que puedas dejar su cadáver y ayudarme? - Preguntó el Alfa Supremo del otro lado del campo de batalla. Él se encontraba rematando a los moribundos mientras yo me concentraba en patear al jodido lobo delante de mí. Le di una última patada y miré hacia el Alfa. -Estoy enojada. -El Renegado y yo lo notamos. - Dijo con suavidad. - ¿Terminaste de descargar tus frustraciones? Yo negué con la cabeza. -Estoy súper tentada a volver y rematar a unas cuantas lobas. -Controla tu fuego, Vomi. Creí que tu venganza era contra otra manada. Yo lo pensé por un par de segundos. -Quizá me encargue de ellos y luego corra hacia aquí para terminar lo que empecé.-Te alcanzaría en dos segundos.Hice un puchero y él suspiró.-¿Qué es lo que te hizo enojar? Y por el amor de Nuestra Gran Madre, deja ese cadáver en paz.-Él empezó. Me miró feo.-Golpeaste sus bolas, ¿Esperaba
-¿Alfa? - Murmuré. Él gruñó pero no abrió los ojos. -Alfa, hay un montón de cachorros viéndome dormir. - Susurré tratando de esconder mi cara entre las sábanas que nos cubrían. Otro gruñido, cero reacción. Hice un puchero. -¡Alfa! - Exclamé un poco más alto y él abrió un ojo. - Los cachorros... -Te observan mientras duermes, si, ya te escuché la primera vez. - Gruñó volviendo a cerrar su ojo. - Solo para aclarar: Llevan horas mirándonos. Mis ojos se abrieron. -¿Por qué? -Salvaste su vida, te vieron llegar al territorio como si estuvieras muerta y se preocuparon. Solo diles que estás bien y se irán. Me quité por fin las sábanas para observar mejor la situación. Reconocía vagamente algunas caritas ansiosas. -Hola. No contestaron, solo miraron fijamente hacia mí. Incómodo. El Alfa gruñó de nuevo. -Les dije que no estaba muerta. -Su lengua colgaba. - Dijo una de las cachorras. -Su pelo es un desastre. -Sus brazos... -Está bien, está bien. - Dije cortand
Me dieron algo de ropa y rechazaron tomar el dinero del Alfa Supremo aunque lo ofrecí. En esta manada lo respetaban muchísimo. Eso era bueno, me ahorraba tener que pelear contra lobas que querían un pedazo de carne. Y tampoco tocarían mi culo.Yo solo veía ventajas en esta visita.Los cachorros se fueron con la loba a tomar sus lecciones diarias que, convenientemente, se habían saltado para velar por mi salud, así que regresé con el Alfa para llevarle el desayuno y una nueva playera. Esta me la quedaría, estaba segura de que no lo iba a notar.Abrí la puerta de la habitación y el Alfa Supremo ya estaba despierto. Sus enormes brazos se encontraban sosteniendo el peso de su cabeza en una pose relajada. -Buenos días. - Dije entrando y cerrando la puerta. - Le he traído comida y algo para que no le saque un ojo a las lobas de la manada cuando mueva su pecho.Me dió una sonrisa.-Gracias. ¿Eso significa que no voy a recuperar mi playera?-Eso significa que le compré una nueva que combi
-Si, ya tiene edad y el tamaño suficiente como para que empecemos con su entrenamiento. - Dijo Ef estrechando los ojos hacia Cleo.Él también era parte del club "toleramos al ave porque es tu mascota, pero eso no implica que aguantemos que siga sin dejarnos dormir un día más".Si, Cleo necesitaba aprender modales. No veía mal que estuviera alerta y cuidando de Gail y de mí, pero podría ser un poco menos... ruidosa al respecto. Ni siquiera sabía por qué mierda lo hacía; antes de irme de "viaje" con el Alfa Supremo, ella era una criatura dulce y callada.Más temprano, Rep había pasado por nuestra cabaña solo para ser atacado por Cleo. Para mi sorpresa, él no se mostró molesto, solo sometió a la pobre y me dijo que esperaba que no me sentara sobre mi trasero mientras más de la mitad de la manada se iba de misión.-Por supuesto que no. - Dije inocentemente. - Entrenaré y seré buena.Me miró como si no me creyera antes de soltar a Cleo y llevarse a Gail junto al resto.Nos dejó cuidando el
Sin pensar, me arrojé hacia adelante y amortigue el golpe con mi cuerpo.Enseguida sentí su empapada playera. Aquello no era sudor.-¡Joder! - Exclamaron los machos y lo quitaron de encima de mí.Rapidamente lo desnudamos y examinamos sus heridas: Grandes arañazos en el pecho, mordidas en sus piernas... y le faltaba algo que parecía ser una herida de cuchillo justo por encima de su cadera izquierda.Mierda de las mierdas.Ti salió rápidamente para preguntar qué mierda pasó. No quería un resumen, sino toda la jodida historia sin endulzar.-Necesitamos del frasco rojo que no sé preparar. - Dije rápidamente mientras Ef se cruzaba de brazos. Se veía pálido, justo tan pálido como nuestro Alfa.-No servirá en él. - Susurró. Debía de ser inmune o alguna cosa. Tomé un trapo limpio y un balde de agua para comenzar a limpiar la sangre seca y ver la totalidad de sus heridas.-¿Con qué empezamos? ¿Qué hay que preparar?No me contestó, así que giré mi cara hacia él.Él negaba con la cabeza mient
Me provoqué el vómito poco después. Cuando ya no hubo nada que vaciar, corrí hacia la mesa para preparar lo mismo que le había dado al Alfa. Ciertamente sin un lobo no sabía si el efecto sería el mismo conmigo, pero no me arriesgaría. Aún debíamos de vivir los dos. Preparé tres frascos más de bebida y me tomé dos. -Abran la boca del Alfa. Eso hicieron y me ayudaron a verter un segundo frasco por su garganta. Esperaría algunos minutos para que su cuerpo absorbiera un poco antes de provocarle el vómito. -Usted es más fuerte que esto. - Dije tomando su mano. No de forma romántica o para consolarlo, si no para fijarme en si las puntas de sus dedos ya se encontraban azules pues era síntoma de que estaba a un paso de la muerte. Dedos normales. -Llevaré esto afuera, ¿Necesitas algo más? - Preguntó Co con suavidad sosteniendo el cubo que yo había usado. -Si. Dile a Ef que traiga su culo de regreso, debemos de encontrar un antídoto. No hizo comentarios antes de salir. -He