-No se confíen, chicos. Calavera tiene un pasatiempo parecido al de Ti: Le gustan las máscaras. Así que será mejor no dejar escapar a ningún lobo que aparezca. - Dije sin dejar de correr con la manada.

No contestaron porque estaban en sus formas de lobo, pero sabía que me habían escuchado.

Recorrimos un par de lugares y terminamos con algunos Renegados por los siguientes veinte minutos.

¿Calavera y su hermana siniestra? Se los había tragado la tierra.

-Aún nos quedan un par de lugares. - Dijo Ti cuando encontramos el último sitio vacío.

A la distancia podíamos distinguir el eco de los gritos de otros cuantos Renegados que se habían encontrado con mi pareja. Él seguía en una etapa de destrucción e ira que parecía no terminar.

Comenzaba a preocuparme, pero como me había dicho Gail hacía unos minutos, debía dejar que mi hombre sacara algunas emociones negativas antes de volver a mí.

-Un macho emparejado quemará al mundo solo por ver una sola gota de sangre en su pareja. Es