Me aseguré de que mi pareja se marchara a salvo sin que la siguieran los Renegados a la redonda. Técnicamente pude haberle dejado la tarea a cualquiera de mis lobos, peeo prefería ver con mis propios ojos que ella se iba del lugar. Por supuesto sabía que su retirada atraería la atención de algunos idiotas que pensaban que podían contra mí. Era una bendición de Nuestra Gran Madre el que yo me hubiera convertido en... algo más. No me haría ilusiones pretendiendo que después de lo que Iris me dió a beber únicamente mi cuerpo había cambiado. No, era algo más profundo. Había tenido tiempo para pensarlo en los últimos días. La pri.era vez que sentí esta "conciencia" colectiva fue, por decirlo suavemente, sorprendente. Tenía conocimiento sobre tierras, animales y plantas de las que solo había oído hablar. Mi conclusión fue que mientras que Iris obtenía fuerza (jodidas gracias) yo obtenía todo el conocimiento de los anteriores Alfas Supremos, más fuerza y más velocidad. Tardé u
La pregunta que más rondaba en mi mente mientras veía la cada vez más lenta respiración de Co era un gran y jodido POR QUÉ. Quizá después de que fueran atacados por el grupo de Renegados de Calavera, los sobrevivientes (o los que no se encontraban ahí cuando fue la masacre) se habían preparado para otro posible ataque. Era la explicación más probable. Ahora mis compañeros sufrirían por esa elección y yo solo quería tomar a la loba loca y estrangularla por hacernos pasar por todo esto. No solo a mis compañeros, sino a las hembras y cachorros temblorosos que habíamos traído con nosotros. Solo Nuestra Gran Madre sabría qué era lo que habían vivido y por cuánto tiempo. Me estremecía solo de recordar las caras de los cachorros al ni siquiera encogerse por roda la violencia a su al rededor durante el rescate. Inhalé y exhalé antes de volver a lo que tenía entre manos: Más de la mezcla para detener el flujo sanguíneo por poco tiempo. Esperaba no tener que usarlo, pero si algo
Sin despegar mis ojos de aquella imagen hablé desde donde estaba. -Espero que esa sangre no sea tuya. -Él negó con la cabeza sin perder la sonrisa. - ¿Todos muertos? - Asintió. - Bien. Después hablaremos sobre quedarte solo con un montón de Renegados cuando claramente te están buscando... y no, no me importa que no te reconozcan sin las cicatrices. Entonces eché a correr hacia él. Me lancé a sus brazos abiertos y él me levantó del trasero para poder estar a la altura de sus ojos. Enredé mis piernas en su cintura. Desgarré un pedazo de mi playera y restregué la cosa en su boca. Me miró divertido. -¿Por qué? -Porque necesito besarte y me reuso a hacerlo con sangre de Renegado de por medio. -Mi boca también tiene sangre de... Arrojé la tela detrás de mí y capturé su boca. Tenía un buen punto, así que solo tomé lo que era mío. No es como si no hubiera saboreado algo asqueroso por él antes. Gruñó y me devolvió el beso con fuerza. ¿Estábamos dando un espectáculo
Esperé a que terminaran de comer mientras miraba por una de las ventanas del lugar. Cuando vieron que efectivamente no iban a morir o estar drogados por lo que comían, comenzaron a llevar alimento en grandes cantidades hacia su boca. Los cachorros sobre todo. Yo no los juzgaba. Nunca había pasado realmente hambre, pero entendía que su situación había sido mala y no verían una mirada extraña de mi parte. Una media hora después, finalmente comencé con el interrogatorio. -Lo primero que haremos será hacer una lista para poder devolverlos a todos a casa. ¿Alguno de los cachorros son de ustedes? Ellas negaron con la cabeza, así que me dirigí directamente a ellos. -¿Saben en dónde están sus madres? Sin respuesta. Una de las lobas levantó su mano temblorosamente. -¿Si? -Yo estaba en... en el mismo grupo que los cachorros. - Dijo con un escalofrío. - Nos vendieron al grupo en el que nos encontró. Ellos, por lo que sé, no saben quiénes son sus madres porque los separan al nacer y
La zona al final de la amplia estancia era lugar de varios cubículos separados por algunas cortinas en las que habían regaderas y algunos un poco más allá que eran retretes.Yo me concentré en uno en específico en el que un Alfa Supremo mostraba su trasero sin inmutarse por mi presencia. -¿Te unes a mí? - Preguntó juguetón.Yo estreché los ojos.-¿Puedes decirme por qué tu show exhibicionista comenzó frente a los ojos de la loba loca a la que voy a matar en cuanto tenga lo que queremos de ella?Se escuchó al risa demente de la susodicha e hizo que mis nervios se crisparan.De pronto fui atraída hacia una cascada de agua y a los brazos de un Alfa Supremo cuya cara fue directamente hacia mi marca para lamerla.Golpeé sin fuerza su hombro, pero el tipo no se inmutó.-¿Me estás escuchando?-Si, así como nuestra manada. Pensaron que sería divertido ver tu reacción si tomaban mi ropa inservible y la tiraban por el lugar. Ti ya ha ido a conseguirme algo que ponerme.-Ah. - Dije cerrando los
Al día siguiente bailaba por el bosque porque mi plan estaba saliendo justo como quería. -Eres sumamente creativa. - Dijo Liam con aprobación.-Gracias. - Dije admirando mi obra.La loba se encontraba colgando por un solo pie y boca abajo de la rama de un árbol. Lo unico que la detenía de entrar de lleno al agua era un frágil cuerda en manos del Alfa Supremo.Gritaba pero todos los presentes la ignorábamos. Ya que algunos miembros de mi manada me debían un favor si no querían más flores en su cara, los utilicé para crear mi escenario: Le pedí permiso al Alfa para hacer un pequeño "lago" a las afueras de su territorio. Luego mandé a los lobos a construirlo y ponerle algunos peces de aspecto... diferente. Tardaron un poco, así que tuve que esperar hasta la mañana siguiente para poder tener mi ansiada venganza.Gail había entendido mi plan sin necesidad de explicarlo porque no era la primera vez que hacía una "broma" así.No era mi idea original, sino de Abi y en vez de una loba loca
La loba aún temblaba y miraba de reojo el lago artificial, pero sumisamente comenzó a contestar preguntas. -¿Y qué harías con el cachorro de nuestro Alfa? - Preguntó Liam cruzándose de brazos. Por fuera parecía tranquilo, pero por medio del vínculo pude sentir que estaba enojado y sorprendido a partes iguales. -Tomar el control de la manada del Alfa Supremo, por supuesto. - Dijo sin titubear. - No habría una lucha por el poder solo por el simple hecho de que ya habría sido ocupado el puesto cuando el Alfa muriera. Yo seré la Luna y todos me obedecerán. -Eso es absurdo. - Dije resoplando. - El anterior Alfa murió y su pequeño retoño no subió al poder. -Como dije, la sangre de la madre es importante. - Dijo sin inmutarse. - Yo soy hija de la unica hija del penúltimo Alfa Supremo. Conmigo estoy segura de que mi primogénito será aún más poderoso que Calavera. Y aquí estaba yo creyendo que, efectivamente, ningún Alfa Supremo había tenido cachorros. Se me olvidaba que solo porq
La cabeza del Alfa Ayax rodó por la alfombra ante los ojos atónitos de todos. -Mató... ¡Mató a su padre! - Gritó una de las lobas de mi manada que sostenía mi velo. -¡Corre! ¡El yer... yerno mató a su suegro! Los invitados corrían en todas direcciones, los gritos resonaban por toda la sala. Me sorprendió ver a mi nueva pareja sacudiendo sus garras para limpiar los restos sangrientos de ellas, por lo que me quedé quieta en un primer momento. A mí lado, mi hermana menor tembló de miedo. -¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ MATÓ A MI PAPÁ, POR QUÉ?! -Grité en cuanto me recuperé de la impresión. El me miró con una sonrisa siniestra. -¿Por qué? No hay razón, lo maté porque quise. Jeremías se lamió la sangre de sus garras sin apartar la vista de mis ojos. -Ahora te toca a ti, mi querida Luna. Di un tembloroso paso atrás, pero no había hacia dónde correr. -¡Guardias! ¡Guardias! Grité y apreté con fuerza la mano de mi hermana. Pero nadie me contestó, todo se volvió en caos. Mi