—¿Sales con Lisandro? —pregunta Leonel sin tapujos, y Camila lo mira sorprendida.—Leo, sabes que te aprecio muchísimo. Pero por el momento no quiero hablar de esas cosas contigo —aclara ella.—¡Es que no puedes salir con él! —replica Leonel enojado al entrar nuevamente en el departamento de Camila.—¿Perdón? Creo que ya quedó claro que eso no es asunto tuyo —le asegura ella, molesta mientras busca el dinero en su cajón.—Ese hombre es una mala persona, Cami. Sé que destruye todo a su paso —dice Leonel—. No quiero que te haga sufrir. No te mereces... —dice, pero Camila lo detiene.Ella le da el dinero para el taxi y le pide amablemente que se vaya de su casa. Está muy enojada con su amigo por su conducta. Y si bien ambos están algo ebrios, no quiere discutir su vida personal con él. Además... ¿Qué sabe Leonel de Lisandro? ¿Cómo se atreve a hablar mal de él sin conocerlo?—Lo siento —se disculpas Leonel, ya estando fuera del departamento de Camila—. No lo digo solo porque estoy celoso.
El resto del día en el trabajo, Camila no vuelve a ver a Lisandro. Se pone al día con los expedientes y, cuando finalmente se hacen las tres de la tarde y está por salir, recibe un mensaje de Leonel en el que le pide disculpas por su comportamiento y le pregunta si hay posibilidades de que se vean en persona. Camila le responde diciéndole que olvide lo ocurrido en su departamento, que está segura de que todo ha sido producto del vino y que ella lo sigue queriendo como amigo. También le aclara que va a estar muy ocupada porque tiene dos casos nuevos de los cuales hacerse cargo, por lo que tendrá poco tiempo libre. Es la única manera que se le ocurre para mantenerse lejos de Leonel.—¿Estás lista para irnos? —pregunta Lisandro.Camila, al escuchar su voz, se asusta. No espera que él esté ahí. Oculta su teléfono y trata de no mostrar su incomodidad ante Lisandro.—Sí, vayamos —dice ella, tomando rápidamente sus cosas.Al subir al automóvil de Lisandro, este le comenta que el viernes debe
Al llegar a la residencia de Clara, Leonel detiene el coche en el portón de la entrada principal. Ella le insiste en que la acompañe hasta adentro.—Acompáñame adentro, por favor, me da miedo este lugar de noche —dice ella, pero él la mira con desagrado.—Clara, este es el edificio con mayor seguridad de toda la ciudad. Debo volver a la fiesta a trabajar. Por favor, baja de una vez —pide él, incómodo con la situación.—¿Tanto quieres volver con ella? Para que sepas, a Camila le gusta mi padre —reclama Clara, sin poder contener su ira.Después de todo, en algunos aspectos sigue comportándose como una niñita mimada. No está acostumbrada a que los hombres no hagan lo que ella quiere. Y si eso llega a pasar, se encarga de arruinarles la vida, como lo ha hecho con su ex. El cual la había engañado con una chica de primer año de la facultad, por lo que ella buscó la manera de vengarse. Había publicado en internet fotos en las que su novio estaba en una situación inapropiada con esta chica. L
Leonel planea durante mucho tiempo su venganza contra Lisandro. Aunque ahora solo hay una cosa que le preocupa más que triunfar, y es no dañar a Camila en el proceso. Ya que hará temblar el mundo del doctor Cuartuco, y si ella está cerca, podría temblar con su tío.Ahora que se da cuenta de que ella siente cosas por él, no va a dejar de buscarla hasta conquistarla. Camila amará a Leonel en algún momento y él no tiene apuro.A la mañana siguiente, Leonel se levanta temprano y, después de correr, se encarga de buscar información sobre la empresa que estafó a los padres de Ismael, y los de Camila. Al parecer se mantienen en el anonimato, pero tiene una pequeña pista que va a seguir. Si es lo que piensa, obtendrá lo que hace tiempo está buscando.Por la tarde, va al bar a esperar a Camila. Se queda casi una hora después de lo acordado, aun así, Camila no aparece. Es extraño, ya que ella es del tipo de persona que cumple con su palabra. En todo caso, le habría escrito para decirle que no i
Al llegar a la residencia de Clara, Leonel detiene el coche en el portón de la entrada principal. Ella le insiste en que la acompañe hasta adentro.—Acompáñame adentro, por favor, me da miedo este lugar de noche —dice ella, pero él la mira con desagrado.—Clara, este es el edificio con mayor seguridad de toda la ciudad. Debo volver a la fiesta a trabajar. Por favor, baja de una vez —pide él, incómodo con la situación.—¿Tanto quieres volver con ella? Para que sepas, a Camila le gusta mi padre —reclama Clara, sin poder contener su ira.Después de todo, en algunos aspectos sigue comportándose como una niñita mimada. No está acostumbrada a que los hombres no hagan lo que ella quiere. Y si eso llega a pasar, se encarga de arruinarles la vida, como lo ha hecho con su ex. El cual la había engañado con una chica de primer año de la facultad, por lo que ella buscó la manera de vengarse. Había publicado en internet fotos en las que su novio estaba en una situación inapropiada con esta chica. L
Leonel planea durante mucho tiempo su venganza contra Lisandro. Aunque, en este momento, solo hay una cosa que le preocupa más que triunfar, y es no dañar a Camila en el proceso. Ya que hará temblar el mundo del doctor Cuartuco, y si ella está cerca, podría temblar con su tío.Ahora que se da cuenta de que ella siente cosas por él, no va a dejar de buscarla hasta conquistarla. Camila amará a Leonel en algún momento y él no tiene apuro.A la mañana siguiente, Leonel se levanta temprano y, después de correr, se encarga de buscar información sobre la empresa que estafó a los padres de Ismael, y los de Camila. Al parecer se mantienen en el anonimato, pero tiene una pequeña pista que va a seguir. Si es lo que piensa, obtendrá lo que hace tiempo está buscando.Por la tarde, va al bar a esperar a Camila. Se queda casi una hora después de lo acordado, aun así, Camila no aparece. Es extraño, ya que ella es del tipo de persona que cumple con su palabra. En todo caso, le habría escrito para deci
Clara aún se encuentra frustrada por no haber podido concretar nada con Leonel. La sensación de rechazo y la impotencia la carcomen. Está convencida de que es hora de emplear medidas más drásticas, de usar armamento pesado para conseguir lo que quiere. Con determinación, se dirige a su habitación y abre uno de los cajones de su mesa de luz. Dentro, cuidadosamente envuelto en un pañuelo de seda, encuentra el pendiente que había descubierto entre las cosas de la oficina de su padre una tarde que se había aventurado a fisgonear.Era un pendiente pequeño pero llamativo, con una perla incrustada, claramente costoso y de buen gusto. Clara lo había encontrado hacía unos meses, cuando había tratado de averiguar si su padre había agregado a alguien a su testamento un día que él no había estado en el departamento. En ese momento, no le había dado mayor importancia, pero ahora, con las sospechas sobre la relación de su padre con Camila, el pendiente se convertía en una pieza clave.Ahora, mientr
A Camila le cuesta creer lo que Leonel le cuenta sobre su amante y jefe. Tiene que haber una explicación distinta para eso, ya que Lisandro siempre está ayudando a otras personas. Aun así, mientras se dirige a la casa de su amiga, se da cuenta de que está defendiendo inconscientemente a alguien que no conoce en verdad. Que sea buen abogado no lo exenta de ser mala persona o de engañar en post de su beneficio. Lo hizo con ella esa semana. ¿Por qué no lo haría con otras personas? Hay respuestas en algún lado y debe buscarlas. Irá a la fuente por ellas de ser necesario.Al llegar a la casa de Guadalupe, nota a su amiga un poco alterada. Es extraño ya que ella es una chica que, aunque no sabe controlar mucho sus emociones, siempre que la ve, la saluda con entusiasmo.—Guada… ¿Por qué estabas tan apurada para que viniera? ¿Pasó algo malo? —pregunta Camila mientras la abraza para calmarla, puesto que el cuerpo de su amiga está rígido.Guadalupe le pide que la acompañe a su cuarto y ya en él