Enzo se acercó a ella como hipnotizado, sorprendido de que se tratara de la chica de sus sueños, no podía creer que fuera real, sintió la brisa fresca de la noche en su rostro, su olor era hechizante y le recordaba a alguien, pero no podía recordar quien era, su figura delgada, una silueta pura y hermosa y ese aire de ingenuidad que le daba cierto toque de misterio.Enzo no pudo resistir la tentación, clavó su mirada en ella, levantó su mano y acarició con suavidad su rostro… no sabía por qué, pero algo en su interior lo aconsejó que debía tratarla con delicadeza, como si fuera el tesoro más preciado del universo, el corazón del hombre latía con fuerza, esperando que ella hablara de nuevo, sentía esa voz tan familiar como la suya propia.Finalmente, ella lo volvió a hacer, su voz era un suave murmullo que estremeció todo el cuerpo del hombre.—¿Quién eres? Yo te conozco… ¡Oh por Dios! ¡Estoy loca! —se dijo, cerró los ojos porque estaba convencida de que era Enzo, por un momento creyó
Nicol lo vio sin entender su actitud molesta, por eso le preguntó sin ocultar la expresión de su rostro de que no le había agradado para nada su comportamiento.—¿De qué carajos me estás hablando? No te estoy entendiendo.Enzo se enderezó y la miró fijamente con sus ojos achocolatados, su tono de voz era más grave y elevado cuando habló.—No trates de engañarme Nicol, ya Giorgi me dijo la verdad… claro ahora entiendo la conversación, apenas creíste que morí te fuiste y te casaste con otro, y no cualquiera, sino uno de mis hombres… y seguro que mientras vivía te la dabas de que me amabas y eras capaz de besar el suelo por donde piso… —iba a continuar hablando y ella lo detuvo.—¿Crees que te estoy engañando? Eso es lo que piensas, ¿Le crees más a tu tío que desde que te dieron por muerto lo único que ha hecho es tratar de joderme la vida? Pues piensa lo que quieras, no voy a discutir contigo, y para tu información jamás te he dicho que te amo, todo lo contrario, nunca he dudado en mani
Giorgi estaba en el despacho cuando Ziola entró como un vendaval dispuesta a enfrentarse a él, dejó la puerta abierta con una expresión de absoluta molestia en su rostro, apenas la vio a entrar, el hombre se levantó para abrazarla, pero ella extendió su mano y le impidió acercarse más, lo cual lo desconcertó.—¿Qué te pasa? ¿Por qué me estás alejando de ti? —preguntó desconcertado ante la actitud de la mujer.—¿Aún te atreves a preguntármelo? No sé si es ignorancia o me crees tonta —respiró profundo tratando de calmarse—. Sé lo que hiciste ¿Cómo fuiste capaz de hacerle eso a Nicol? Sabes cuánto la aprecio… ella ha sido un refugio para mí, después que perdí a mis hijos, es la primera vez que me sentía feliz y sabiendo eso me mentiste sobre la muerte de Enzo para que no le dijera nada a ella, y no conforme con eso le dijiste a Enzo que Nicol se había casado con Andreas y que su hijo era de él… eso es maldad pura con alguien que sabes muy bien que la sometieron a tortura, la maltrataron…
Nicol se estremeció al sentirlo cerca. Era inevitable que su corazón pareciera reconocerlo incluso antes de haber confirmado su presencia. Su cuerpo temblaba, a pesar de que esa era una sensación que no era nueva para ella. Se preguntó cómo podía seguir sintiendo de esa manera tan intensa, incluso después de lo sucedido.Giró lentamente, con una mezcla de miedo y ansiedad, temiendo encontrarse con lo que vería cuando se volviera. Pero cuando por fin sus ojos se encontraron, vio tormento, tristeza y dolor en ellos, que simplemente no pudo confesarle la verdad en su lugar, levantó la mano y le acarició el rostro.—Ya llegará el momento cuando lo recuerdes… creo haber escuchado que no es bueno contarte las cosas, si no que debes ir descubriéndolo todo por ti mismo… y hay cosas que es mejor dejar en el pasado si se quiere seguir avanzando.Nicol sintió que todos los recuerdos, aquellos que había tratado de olvidar, se abrieron paso como una llaga en su pecho, pero también recordó los buen
Enzo se acercó a Giorgi con miedo en el corazón. El accidente le había hecho olvidar lo relacionado con su hermana y con Nicol, pero se negaba a creer que se tratara de algo malo, pero cuando vio la expresión de su tío y de su esposa, supo que ese recuerdo que guardaba no era nada bueno, una sospecha se abrió paso dentro de él, una parte de su cerebro le dijo que mejor era mantener todo así, pero la corazonada cada vez más fuerte no dejaba de martirizarlo, y sabía que no tendría paz hasta averiguar la verdad. Giorgi intentó apartar su rostro para no revelar sus pensamientos, había miedo en sus ojos. Había algo en él que afianzaba más su sospecha.Enzo tragó saliva y preguntó, con un temblor en la voz: —¿Dónde está mi hermana? —su tío parecía estático, se había quedado como una piedra.Enzo lo tomó por el brazo con fuerza, y le pidió explicación.—Dime de una maldit4 vez ¿Qué está pasando con Gema? —inquirió, se veía molesto y Nicol se acercó a él para calmarlo.—Enzo, lo mejor será
—¡Eso no es tu problema Giorgi! ¡Deja de ser tan metido! —exclamó furioso, pero eso no detuvo a Giorgi.Caminó hacia donde él estaba, y tomó uno de los libros que se había caído, cuando lo revisó dibujó una expresión de sorpresa.—¿Es en serio? ¡Por Dios! —soltó una carcajada—¿Cómo ser romántico? —dijo frunciendo el ceño, luego le arrebató la bolsa y empezó a revisar un libro tras otro—, un libro de poemas, ¿Cómo enamorar una mujer?, Novelas rosas ¡Esto es increíble!Giorgi comenzó a reírse a carcajadas, haciendo molestar a Enzo, quien tomó una almohada y se la lanzó con fuerza en el rostro.—¿Puedes dejar de burlarte? —el otro hizo un gesto, fingiendo cerrar una cremallera en su boca.Giorgi se quedó esperando una respuesta de su amigo.—Necesito aprender a ser romántico, a ser ese hombre que ella necesita, quiero enamorarla, demostrarle mi amor por ella ¿Entiendes?—Lo entiendo perfectamente, puedo darte unos consejos, puedes prepararle una velada romántica, con flores, música, comi
Enzo y Nicol bailaron con una magia en ellos. Se movían como si estuvieran flotando, sus cuerpos y almas se fundían en uno solo. Se miraban a los ojos y se veían reflejados en ellos. Rieron y disfrutaron como nunca.El jardín estaba iluminado por las luces de los candelabros, el olor a flores y a diversas plantas aunado al cielo estrellado, daban un ambiente más mágico aún. El sonido de la música daba una sensación de éxtasis.Enzo levantó su brazo y la tomó de la cintura, ella se contoneaba entre sus brazos. Sus labios se rozaban en un suave beso. El aire los rodeaba y sus alientos se mezclaban. Parecían no querer separarse.—Esto es simplemente maravilloso —se quedó en silencio un momento y agregó—, cuando te veía llegar a mi casa como un hermoso caballero, que aparecía justo en el momento preciso, me imaginaba escenas parecidas a estas, que me hacías flotar entre nubes de ilusión… pero esto es más lindo de lo imaginado.—Porque es real, y de ahora en lo adelante, todos los días voy
Apenas Piero llegó, una onda de felicidad se propagó por la casa. Su padre, Enzo, cuando lo vio entrar salió corriendo a su encuentro con los brazos abiertos a abrazarlo. Piero corrió también a abrazar a su padre, uniendo sus dos manos a su cuello y dándole beso tras beso, sin dejar de sonreír emocionado. Enzo tomó a su hijo y lo abrazó con mucho amor. El abrazo se hizo más fuerte, y el chiquillo se sintió seguro en los brazos de su padre, para luego expresar con una sonrisa de oreja a oreja el profundo afecto que sentía por él. —Hola, papá, estoy feliz de que estés bien, ya no tienes por qué preocuparte, estoy aquí con ustedes y no me iré en mucho tiempo, los extrañé mucho —extendió la vista hacia Nicol y su corazón saltó de gozo en su pecho—. Estoy feliz de estar contigo y sobre todo de que le hayas dicho a mamá la verdad de que sobreviviste al incendio… eso me hace sentir muy aliviado, no me gusta mentirle y tampoco quiero que tú le mientas —pronunció el niño mientras Enzo dibujó