SAMANTHA
Él sin pensarlo mucho comenzó a devorar mis labios de una manera tan intensa, parecía saciarse de mí, su manera de apretar mi cuerpo al suyo era clara de lo que sentía, necesitaba de mí.
Pose mis manos en su pecho mientras él recorría mi espalda, sentí mi piel erizarse, esto se sentía realmente increíble.
Paró mirándome a los ojos, tragó
SAMANTHADesperté totalmente exhausta, abrí los ojos lentamente recordando lo que había pasado anoche, aún no podía creer que lo había hecho, alguna vez pensé en cómo sería mi primera vez, pero nunca creí que sería tan especial, tan único y perfecto. Miré a mi derecha viendo su rostro dormido y sonreí, recordé esa noche en el hospital.Este chico llegó de la nada a mi vida, apareció cambiando mi mundo entero, él se convirtió en mi universo, le mir
TYLER—Maldita sea— golpeé un muro a mi lado.Me dirigí al auto, ahora todo era un poco más claro, pero por mi cabeza aún rondaba algo, ¿Por qué monstruo estaba haciendo esto? ¿Cuál era su problema? Él se volvía una amenaza cada vez mayor.—¡Lucifer!— gritó Calavera detrás d
SAMANTHA—¡¿Y acaso piensas que por eso tendré piedad?!— gritó Tyler al hombre quien aún tenía un yeso en su brazo derecho.No sabía que estaba pasando, pero una angustia recorrió mi pecho.—¡Te maldigo Lucifer! ¡Te maldigo!— gritó.—¡¿Y crees que eso me afecta?! ¡Maldito hijo de puta!— gritó dándole un fuerte golpe en las costillas. —Estás hablando con Lucifer, ya estoy maldito, y tú— se acercó a su rostro — Eres mi víctima.—¡Ya basta!— grité.Ambos voltearon a verme, Tyler abrió los ojos de par en par anonadado al notar mi presencia, su mirada de segundos antes cambió radicalmente.—Samantha— susurró.—¡¿De qué hablan!?— grité.—¿No lo sabes, no?— preguntó el hombre sentándose con dificultad.Fruncí el ceño.—¡Calla, maldición!— le gritó Tyler al parecer angustiado.—¡Se lo diré, te lo mereces!— soltó una risa incontrolable, me produjo escalofríos —Y luego... — Se levantó del suelo lentamente —Te mataré, bastardo.De la nada un tiro resonó el lugar, caí al suelo asustada, abrí los
TYLER—¡Escucha!— gritó Calavera al ver que me marchaba.—¡¿Qué?! ¡Él secuestró a Samantha!—Sé que monstruo jamás me lo perdonará. Pero— tragó saliva —Llamaré a cuatro de mis hombres y les diré que vengan, te ayudaré.Le abracé, algo que no acostumbro pero lo hice.—Te lo agradezco.Espere aún con desespero mientras él realizaba la llamada, lo hizo y avisó que ya vendrían. Luego de unos minutos rompió el silencio.—Vine aquí porque sabía que él haría algo, te lo juro que su mirada de prepotencia y de enojo no la había visto nunca— confesó sin mirarme, pareció que me diría algo más pero se quedó callado.—¿Por qué?— susurré.Se relamió los labios.—Es la misma pregunta que me hago desde el momento en que dijiste que la querías para ti, en el segundo en que él se disgustó tanto por ello. Desde que me envió a vigilarte junto a esa chica— suspiré —El GPS lo instalé por él, te lo juro que nunca había hecho nada como esto contra ti, pero me sentí obligado a ayudarle— miró al suelo, apenado
TYLERLlegamos.Recordé esa noche oscura donde divagaba con las manos llenas de sangre, con la llovizna ligera y pensamientos rotos, donde mi vida cambió radicalmente, adentrándome a un infierno, donde Tyler se convirtió en Lucifer. Un nudo se formó en mi garganta, recordé la angustia, el sonido de mi corazón, todo vino a mi mente como una ráfaga de viento frío nocturno carcomiendo mi ser, traté fuerte de no seguir recordando lo frágil que estaba, esa fragilidad que tanto he evitado, he querido borrar cada momento desde aquella noche, pero estar aquí ha hecho que todo vuelva, que mi alma rota salga a flote.Algo me decía que este era el lugar.—¿Por qué estamos aquí?— preguntó Calavera sacándome de mis pensamientos.—Deben estar por aquí— susurré mirando al rededor.—Estamos en territorio de la muerte— habló uno de los hombres, ambos le volteamos a ver.—¿Qué dices?— preguntó Calavera.—El negocio está detrás de este callejón— confirmó.—¿Quién es la muerte?— pregunté —Al menos, Físic
TYLERSentí como mi respiración se aceleró, mis manos se volvieron hielo. Mi corazón parecía salirse de mí, muchas veces pensé que al oír esa palabra en los labios de quién sería la persona que me trajo al mundo, me dolería. Pero nunca de esta forma. No sabía que haría que cada parte de mis entrañas crujieran, que mi sangre se enfriara y mis pupilas se dilataran.Algunas lágrimas amenazaban con salir, mismas que contuve desde hace años. Tantos momentos pensando quién podía ser el hombre que me dio la vida. Y ahora parecía que estaba delante de mí, él mismo que tanto odio ha ganado en estos días de mi parte, quien convivió tres años a mi lado como un colega, cómo una relación de trabajo, y a veces de amigo.Esa palabra, su mirada, ¿Cómo podía esto ser real? No era el único que estaba anonadado, todo el salón parecía estar en shock. Tragué saliva antes de musitar cualquier palabra.—¿Qué?— susurré mirando al suelo, tratando de digerirlo.—Soy tu padre, Tyler— afirmo nuevamente.Sentí co
SAMANTHAUn sentimiento horrible recorrió mi pecho, sus palabras cayeron en mí, como un balde agua fría, no pude evitar temblar, que mis ojos se humedecieran.Mi vida no podía terminar, menos de esta forma tan miserable.Pensé en Tyler, de seguro él también estaría destinado a esto, eso dolió más que mi sentencia, lágrimas calientes recorrieron mis mejillas, lo amaba tanto, no podía morir, no lo merecía.—No llores belleza— susurró el hombre arrodillándose, tomó mi mentón, apreté los ojos y ladee el rostro— No será literalmente.Al instante volví a dirigirle la mirada, fruncí el ceño.—Morirás— se levantó —Pero no realmente— tragué saliva —Le diremos a Lucifer que te asesiné, y tú te irás muy lejos de aquí, que te parece...—Lo pensó un segundo —¿Londres?¿Qué estaba pasando? ¿Por qué querían que me fuese? ¿Qué tenía que ver Tyler en todo esto? Tenía mil y un preguntas, pero había solo una cosa que no aceptaba, no podía alejarme de él.—¡No!— respondí —¿Por qué?— me frustré.Él me diri
TYLERMi cuerpo quedó en shock, mi vista se nubló, sentí como si todo se hubiese apagado por un momento, como si mi mente estuviese en blanco, dejé de respirar por unos instantes.Sus ojos grises brillantes, su mirada hipnotizante que decía todo lo que quería sin hablar, esos labios carnosos rosas que con solo verlos te deleitan, su cabello dorado en el sol, y mojado oscuro, esa sonrisa tan perfecta que no creo que sea repetible. Su piel suave y delicada, su cuerpo sin ninguna imperfección vista por mis ojos. Esa forma de volverme loco, su voz, suave y que causa calma junto a su risa, su gracia, ella, toda ella, se había ido.Sentí el aire volviendo y abrí los ojos con dificultad, al abrirlos todo se fue aclarando, alguien estaba detrás de mí desatándome.Me había desmayado.Sentí una energía en todo mi cuerpo, luego como mi piel hervía, como si me estuviese quemando. Tosí sintiendo mi garganta carrasposa, poco a poco volví a sentir los pies en la tierra, junto a unas ganas intensas d