SAMANTHA
Entré a la ducha, me miré al espejo y recordé algo, mi casa. Se supone que el sistema bienestar de menores me entregaría la llave cuando fuese mayor de edad y saliera del orfanato, pero ya salí, ¿A quién le entregaron la llave?
Ayer pensé que no tenía a donde ir, pero si tengo, aunque no sé qué hacer, si la reclamo me mandarán devuelta al orfanato, así que yo misma tomaré cartas en el asunto.
Tomé una ducha larga, lavé mi ropa anterior y la colgué, luego tomé la ropa la cual consistía de una camiseta enorme con su olor, el cual me hizo sonreír, y unos pantalones grandes.
Me puse la camiseta, me llegaba a las rodillas, parecía un vestido, y excluí el pantalón.
Sequé mi cabello con la toalla y lo peiné. Estaba abriendo la puerta cuando oí una voz.
—Y
SAMANTHA—¿Qué es lo que ves?— preguntó Ellie al verme como a una estatua mirando el auto negro.—¿Podrías esperarme dentro y ya te alcanzo?— dije sin mirarla.—¿Estás segura?— preguntó en tono de angustia —Prométeme que no te irás.—No lo haré— dije bajando del coche.—Estaré dentro— comentó alejándose.Caminé lentamente acercándome al coche, noté que una silueta masculina bajó, cada vez que me acercaba más podía distinguirse mejor, ya no había duda, era él.—¿Qué quieres?— pregunté, a unos pasos de distancia.—Podría decir que quiero esa camiseta— bajó la mirada hacía mis piernas, tragué saliva.Es increíble que tan solo con
TYLER—Te conozco— dijo sacando de su bolsillo un cigarrillo, seguidamente lo encendió.Le miré con intriga, era la primera vez que veía su rostro en mi vida, ¿Cómo podía creer acaso conocerme? ¿Cómo sabía cuál era mi debilidad?Samantha se volvió mi debilidad, eso estaba muy mal. De alguna manera ese hombre lo sabía, ahora mis enemigos la tomarían a beneficio, debo aclarar que mis enemigos son muchos, yo había condenado a esa chica a una vida miserable, me sentí como un bastardo.—No me conoces, nadie me conoce— respondí firme.Me miró de arriba abajo como si me mirase inferior a él, quise clavarle un puñetazo, nadie en su puta vida se había atrevido a verme de esa forma.—Hay alguien que si te conoce perfectamente— rió.Fruncí el ceño.
SAMANTHAÉl sin pensarlo mucho comenzó a devorar mis labios de una manera tan intensa, parecía saciarse de mí, su manera de apretar mi cuerpo al suyo era clara de lo que sentía, necesitaba de mí.Pose mis manos en su pecho mientras él recorría mi espalda, sentí mi piel erizarse, esto se sentía realmente increíble.Paró mirándome a los ojos, tragó
SAMANTHADesperté totalmente exhausta, abrí los ojos lentamente recordando lo que había pasado anoche, aún no podía creer que lo había hecho, alguna vez pensé en cómo sería mi primera vez, pero nunca creí que sería tan especial, tan único y perfecto. Miré a mi derecha viendo su rostro dormido y sonreí, recordé esa noche en el hospital.Este chico llegó de la nada a mi vida, apareció cambiando mi mundo entero, él se convirtió en mi universo, le mir
TYLER—Maldita sea— golpeé un muro a mi lado.Me dirigí al auto, ahora todo era un poco más claro, pero por mi cabeza aún rondaba algo, ¿Por qué monstruo estaba haciendo esto? ¿Cuál era su problema? Él se volvía una amenaza cada vez mayor.—¡Lucifer!— gritó Calavera detrás d
SAMANTHA—¡¿Y acaso piensas que por eso tendré piedad?!— gritó Tyler al hombre quien aún tenía un yeso en su brazo derecho.No sabía que estaba pasando, pero una angustia recorrió mi pecho.—¡Te maldigo Lucifer! ¡Te maldigo!— gritó.—¡¿Y crees que eso me afecta?! ¡Maldito hijo de puta!— gritó dándole un fuerte golpe en las costillas. —Estás hablando con Lucifer, ya estoy maldito, y tú— se acercó a su rostro — Eres mi víctima.—¡Ya basta!— grité.Ambos voltearon a verme, Tyler abrió los ojos de par en par anonadado al notar mi presencia, su mirada de segundos antes cambió radicalmente.—Samantha— susurró.—¡¿De qué hablan!?— grité.—¿No lo sabes, no?— preguntó el hombre sentándose con dificultad.Fruncí el ceño.—¡Calla, maldición!— le gritó Tyler al parecer angustiado.—¡Se lo diré, te lo mereces!— soltó una risa incontrolable, me produjo escalofríos —Y luego... — Se levantó del suelo lentamente —Te mataré, bastardo.De la nada un tiro resonó el lugar, caí al suelo asustada, abrí los
TYLER—¡Escucha!— gritó Calavera al ver que me marchaba.—¡¿Qué?! ¡Él secuestró a Samantha!—Sé que monstruo jamás me lo perdonará. Pero— tragó saliva —Llamaré a cuatro de mis hombres y les diré que vengan, te ayudaré.Le abracé, algo que no acostumbro pero lo hice.—Te lo agradezco.Espere aún con desespero mientras él realizaba la llamada, lo hizo y avisó que ya vendrían. Luego de unos minutos rompió el silencio.—Vine aquí porque sabía que él haría algo, te lo juro que su mirada de prepotencia y de enojo no la había visto nunca— confesó sin mirarme, pareció que me diría algo más pero se quedó callado.—¿Por qué?— susurré.Se relamió los labios.—Es la misma pregunta que me hago desde el momento en que dijiste que la querías para ti, en el segundo en que él se disgustó tanto por ello. Desde que me envió a vigilarte junto a esa chica— suspiré —El GPS lo instalé por él, te lo juro que nunca había hecho nada como esto contra ti, pero me sentí obligado a ayudarle— miró al suelo, apenado
TYLERLlegamos.Recordé esa noche oscura donde divagaba con las manos llenas de sangre, con la llovizna ligera y pensamientos rotos, donde mi vida cambió radicalmente, adentrándome a un infierno, donde Tyler se convirtió en Lucifer. Un nudo se formó en mi garganta, recordé la angustia, el sonido de mi corazón, todo vino a mi mente como una ráfaga de viento frío nocturno carcomiendo mi ser, traté fuerte de no seguir recordando lo frágil que estaba, esa fragilidad que tanto he evitado, he querido borrar cada momento desde aquella noche, pero estar aquí ha hecho que todo vuelva, que mi alma rota salga a flote.Algo me decía que este era el lugar.—¿Por qué estamos aquí?— preguntó Calavera sacándome de mis pensamientos.—Deben estar por aquí— susurré mirando al rededor.—Estamos en territorio de la muerte— habló uno de los hombres, ambos le volteamos a ver.—¿Qué dices?— preguntó Calavera.—El negocio está detrás de este callejón— confirmó.—¿Quién es la muerte?— pregunté —Al menos, Físic