Gavin en cualquier otro momento hubiera reaccionado ante este muchacho que no traía buenas intenciones con inteligencia y estrategia de jefe, pero en este momento poco le importa su clan y las estrategias. Simplemente está de duelo, ve detrás de él buscando a Graham, pero no está. De haber estado Fergus vivo, el hijo de Lachlam no hubiera entrado a territorio del clan sin que él lo supiera. Gavin regresó la mirada al jovencito que lo mira impertérrito. —Angus MacLeod —murmuró Gavin. —En realidad Angus Smith, usted expulsó a mi padre ¿Recuerda? Me he visto obligado a usar el apellido de mi madre. Según las reglas del clan, Lachlam había perdido el derecho a ser MacLeod, no su hijo Angus y era justo lo que quería Angus, la aceptación que Gavin debía darle ahora. —Te ha llamado por tu nombre —contestó Gavin sin darle el gusto de hacerle una invitación. Angus sonrió de lado y luego observó a Marina poniendo cara de pena. —Lamento su pérdida señora, de haber imag
Los ancianos se acercaron a Graham. Como siempre, en silencio y con las manos juntas al pecho, no les importaba la dureza en las palabras de Graham. Los ancianos no mostraban emoción alguna… jamás. «Como si fueran estatuas» Pensó Graham con amargura. Detrás de los ancianos venía el padre de Maggi y Graham se llenó de rabia. — ¿Acaso no pueden darme un momento? Estamos en el panteón familia por todos los cielos. No estoy de ánimo para dejar que manejen mi destino ahora. Al menos esperen que se enfríe el cadáver de Cristiano MacLeod. — ¿Crees que estoy contento con darle a mi única hija a un traidor? ¿A un hombre con el mal gusto por las extranjeras tan arraigado que no respetó a su propio jefe? —Espetó el padre de Maggi. — ¡Entonces háganos un favor y no la obligue a casarse conmigo! —Gritó Graham lleno de impotencia. —No estás en posición de exigir favores —espetó el líder de los ancianos. — ¿Qué es lo que quieren de mí? ¿Algún día será suficiente los sacrif
—Nosotras solo queríamos ver los arreglos de la ceremonia para Cris —se excusó Ana con voz entrecortada—. No quisimos, es decir… Graham sonrió, dentro se había sentido asfixiado, fuera al ver a Ana sintió libertad, pero ella no sabía todo de él. Era hora de contarle. —Vámonos de aquí. Graham las tomó a ambas y salieron a paso rápido. Fuera del panteón Marisol sonrió. —Debo ir a la casa de mi suegra. —Te acompañamos —se ofreció Graham… —No es necesario, yo solo estaré con mi bebé para alimentarlo y regresaré con Marina. Ustedes tienen mucho que conversar. Graham y Ana quedaron solos. Al oeste tenían el castillo, pero a ninguno de los dos les apetecía ir allá. Aunque era su deber. —Teníamos una cita la noche que Cris… —No iba a ir —le interrumpió Ana—. Sé que después de irte con Maggi fuiste a tu oficina. —Se comunicaron conmigo del laboratorio, la condición de Cris… —No quiero hablar de Cris —susurró Ana sin poder frenar las lágrimas—. Q
Ana y Graham regresaron al castillo, juntos, no estaban dispuestos a ocultar su amor. Ahora mismo nadie les prestaría atención. O al menos eso pensaban. Al entrar se encontraron con Camila que acababa de llegar para asistir al sepelio. Al ver a Graham tomado de la mano de Ana frunció el ceño y negó con la cabeza. —Eres un maldito irresponsable Graham. —Déjame en paz Camila —Graham quiso pasar y Camila se atravesó en su camino y miró a Ana con desprecio. — ¿Podrías dejarme hablar con mi hermano? Por favor. —Nos vemos más tarde —le aseguró Graham a Ana, ella sonrió y caminó dentro del castillo. —Maldit@ sea la hora en que esas mujeres llegaron a este castillo con todos sus problemas. —Si vas a despotricar no pienso escucharte. —Es evidente que no escuchas a nadie. — ¿Qué demonios haces aquí Camila? A ti no te importa la muerte de Cris. —Me importa mi clan y este es un momento muy duro para Gavin, claro que tenía que venir y menos mal que lo hice porqu
Marina observó a Graham conversando con Maggi, no sabía nada de ella, pero sí que era la nueva prometida de Graham así lo habían anunciado sus padres durante la fiesta del bautizo del pequeño Gavin. Marina miró a Ana que también los observaba. —Gracias por quedarte —dijo agarrando su mano. —Pero qué cosas dices ¿cómo no me iba a quedar? —Pensé que te habías ido esta mañana. Ana desvió la mirada sintiéndose culpable. —Quería hacerlo. Marina limpió nuevas lágrimas que acudieron sin remedio. —Sé que no soportas lidiar con el duelo, puedo recordar que cuando murió tu padre biológico, tu mamá y yo te buscamos por todo Río de Janeiro. —Marina, yo no me siento bien aquí, y sabes que los demás me toleran porque soy tu amiga y a ti no les queda más remedio que aceptarlo. —Pienso que te equivocas, pero te entiendo, yo misma he querido irme. Ana la observó atenta. — ¿Por qué? ¿Has tenido problemas con Gavin? —No es eso, se trata de que necesito encontrarme,
La sala de reuniones del consejo del clan MacLeod estaba llena de tensión. Los ancianos, vestidos con sus tradicionales kilts y capas de lana, se sentaron en un semicírculo, y sus rostros estaban marcados por la preocupación y la desconfianza.Murdock, el líder de los ancianos, se levantó para hablar. —Ya que Gavin ha enviado a Graham en representación, haremos esta reunión un poco más extensa. Para Graham esto no prometía nada bueno, estaba seguro que Murdock aprovecharía la oportunidad para castigar su conducta anterior en el panteón. — ¿Cambia entonces la orden del día? —Inquirió Camila. —Es lo mismo, solo que si venía Gavin sería solo una reunión preliminar, en consideración a que estamos de luto. —Prosigue Murdock —ordenó Graham que para esta reunión presidía la reunión en la silla del jefe con Camila a su flanco. —Graham, debemos hablar sobre el matrimonio de Gavin con Marina —comenzó Murdock—. Ella es extranjera, divorciada del sobrino de Gavin, y muchos du
La reunión llegó a su fin y Graham, con el ceño fruncido y los hombros tensos, tenía apuro por irse. El aire en la sala de reuniones estaba cargado de tensión, y el crepitar del fuego en la chimenea apenas lograba suavizar el ambiente. Del comité de ancianos se retiraron y Murdock quedó en último lugar, se acercó a los hermanos. —Camila, como siempre tu compromiso para tu clan es encomiable, gracias por regresar en estos momentos de dificultad —dijo con inusual voz dulce. Camila se tensó y cuadró los hombros. —Siempre que Gavin me necesite haré lo que sea necesario. —Pues debes recordar que lo que es necesario es el bienestar del clan, por encima de individualismos, está de más decirte que también debes casarte, aun estás a tiempo de tener un par de muchachos fuertes. Camila mostró una sonrisa que no se reflejó en sus ojos. —Creo que aun puedo tener hijos que me vean como su madre y no como su abuela. —Pues apresúrate, las mujeres tienen tiempo finito, a difere
Los siguientes días conmemorativos pasaron en un borrón para Marina y Gavin. Como él había previsto lo más difícil para ambos fue el día del sepelio, era la separación definitiva del cuerpo material. Gavin que siempre fue el hombro de Marina para ese momento estaba destruido, pasar por eso dos veces era una tortura. Marina lo había sostenido a él, entre los dos, siendo uno la fuerza del otro en los momentos más duros pudieron sortear cada uno de los instantes más amargos. — ¡Marina!, ¡Marina! Marina parpadeó varias veces y finalmente volteó a ver a Gavin que la llamaba, estaban en el comedor, Marina apenas había jugado con su desayuno. —Perdóname Gavin, estoy dispersa. —Te decía que hoy es el décimo día de duelo por ley, y los clanes en conjunto organizan una conmemoración en honor a Cris. Marina se abrazó a sí misma, de nuevo estaba más delgada, con ojeras y demacrada, Gavin se acercó a ella y la abrazó. —No comiste nada, debes alimentarte, apenas prueb