Capítulo 144. A merced

Marina despertó en la penumbra de una habitación fría, se sentía mareada y su cabeza dolía.

Recordó los eventos acontecidos y quiso gritar, pero su boca estaba seca y su garganta maltratada, solo salió un inarticulado sonido de auxilio.

—Dios mío, ¿dónde estoy? Por favor, no esta pesadilla otra vez.

La puerta de la habitación fue abierta y un rubio entró.

Llevaba un traje un tanto arrugado, su corbata torcida y su cabello algo despeinado, aunque no le quedaba mal. Era muy apuesto y se notaba que estaba cansado, pero no dejaba de ser intimidante, la miraba con resentimiento y Marina sabía que era su exesposo.

—Por fin despertaste, te aplicaron demasiado tranquilizante —espetó con impaciencia.

— ¡Suéltame! ¿Qué es lo que piensas hacer conmigo?

José Manuel se le fue encima y la enjauló entre su cuerpo como si fuera un tigre al acecho.

—Debería matarte por lo que me has hecho. Fingir tu muerte ¿Es en serio? Me traicionaste con mi tío. Jugaste en mi contra. ¿Es eso
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo