Mientras tanto en París, en un parque que atrae a turistas por sus impresionantes vistas, con el Sena a un costado y la torre Eiffel de testigo. Entre numerosos artistas que deleitan a los transeúntes. Desde bailes y puestas en escena hasta cantantes que con su estuche de guitarra esperan una moneda, están Ana y Marisol. Ana cuida del pequeño Gavin mientras Marisol lee la mano de una jovencita cuando el presentimiento de estar siendo observada la invade. Voltea y se encuentra con la mirada de jengibre de Graham. Él sonríe, no parece ni el inalcanzable médico, ni el guerrero highlander, con bolso a su espalda y cabello desaliñado se ve más joven, como cualquier turista, con algunos mechones se han salido de su coleta y el viento los hace volar en su rostro. —Graham, pero ¿Qué haces aquí? —Exclamó Ana impresionada—. No me digas que has venido de luna de miel —dijo ahora con reserva viendo si aparecía Maggi. Graham se acerca a ella y la abraza abarcando al pequeño Gavin.
Ewan estaba sentía que de esta no se salvaría, sin embargo, estaba conforme con su vida, al menos estaba con Camila y esta no lo rechazaba. El frío, el hambre y la pérdida de sangre le habían quitado la fuerza para luchar y tratar de salir de aquel hueco. —Es justicia que muera en una trampa, después de haber matado a tantos animales de esta manera. Camila no soportaba la idea de verlo morir. —Tenemos que encontrar la manera de salir de aquí, desde hace rato no escucho a nadie, creo que ya no nos vigilan. —Y Alistair no regresará por nosotros —musitó Ewan decepcionado. —Creo que eso contesta a su esperanza vacía, Alistair no estaba fingiendo, es aliado de Lachlam. Ewan observó atento las expresiones de Camila. —Puedo ver que te duele, aunque trates de disimularlo. —Claro que me duele, me vio la cara de idiota —A Camila se le hizo un nudo en la garganta y sin querer emitió un quejido. Ewan la abrazó sin decir una palabra, solo dándole amparo. —Parece u
Elsbeth vio llegar a Camila con Ewan muy debilitado y corrió hacia ellos. — ¡Santo Dios! ¿Qué les pasó? ¿Dónde estaban? —Estábamos atrapados en una trampa custodiada por hombres de Lachlam, pero desertaron, escuché que Gavin ha matado a Angus. —Han pasado muchas cosas, ¿qué le pasó a Ewan? —Estoy bien, solo necesito recuperar fuerzas y una bandita. —Necesita más que eso. Ayúdanos Elsbeth. Elsbeth tomó a Ewan por el otro extremo y caminaron al castillo. La gente discutía, otros veían desde las ventanas de sus casas, esperando que pasaría y si habría cambio de régimen o no. — ¿Qué es lo que está pasando? —Preguntó Camila—. Aunque Angus era un jovencito lo prefiero muerto que estorbando. —Hubo un duelo de honor, el jefe Gavin venció a Angus, pero no antes de que él lo hiriera. Fiona se fue con Gavin en el helicóptero para que lo atendieran de emergencia, hombres del clan habían encontrado también a Alistair. Pero ambos estaban muy mal. —Alistair nos traicionó
En el patio de reuniones del clan MacLeod muchas cosas han ocurrido en los últimos días, ya todos creían haber perdido la capacidad de asombro, esperaban un cambio, pero no de esta magnitud. Es cierto que Camila había sido amante de Gavin, pero aquello parecía ser historia. Por un instante el silencio se apoderó de los presentes, hasta que como una sinfonía en crescendo empezó a escucharse murmullos y exclamaciones. Todos se miraban unos a otros y a Camila. Maggi venía de la sala de reuniones y escuchó todo, se abalanzó sobre Camila. Alfred sujetó a su hija y Camila le dio un empujón. — ¡Eres una mentirosa! Tú no estás embarazada de Gavin. Él era feliz con Marina —Gritó Maggi. —Por favor Maggi, le puedes hacer daño a tu criatura, Camila solo quiere provocarte, no caigas en su juego —le pidió Alfred con tono lastimero, pero lo bastante alto para que todos se solidarizaran con Maggi.. —Me importa muy poco lo que pienses —espetó Camila con la autoridad de una
Graham no pudo acceder al quirófano donde tenían a Gavin, ya llevaban más de cinco horas de cirugía, pero fue con Alistair, este estaba en una habitación y ya estaba consciente. —Graham, que bueno que llegaste, debes buscar a Camila, está atrapada con Ewan en un hueco de cazadores por los hombres de Lachlam. — ¡Por todos los cielos Alistair! ¿Qué fue lo que pasó? Cuando me fui todo estaba en orden. —No lo estaba, Angus planeaba dar un golpe y lo dio. —No tenía manera de darlo. No entiendo como tuvo oportunidad. —Murdock… —No puedo creer que Murdock traicionara a Gavin. — ¡Ese malnacido ha traicionado al clan desde hace años! Abusó de Camila desde que era una jovencita, era corrupto y sabrá Dios cuantas cosas más hizo antes de que lo matara. Graham alzó las cejas sorprendido. — ¿Asesinaste a Murdock? — ¡No lo hice a sangre fría! Trataba de violar a tu hermana. Graham apretó los puños lleno de rabia e impotencia. —Yo no tenía manera de saberlo, Camil
Marina negó con la cabeza mientras sus ojos se llenaron de lágrimas. —Eso no puede ser, quiero verlo. José Manuel entró abrió la puerta corrediza en ese momento. —Lo siento —dijo con mucho pesar en portugués—. Sé que no debía, que necesitabas intimidad, pero tu padre está desesperado por saber de ti. —Mi papá —expresó Marina llorando con el corazón roto. —Minha Filha —murmuró en portugués Santos Andrade y Marina al ver a su padre aunque fue por la pantalla de una tablet lloró con más ímpetu. —Papá te he extrañado tanto —exclamó Marina en su idioma natal, deseando abrazar a su padre y refugiarse en sus brazos para tolerar tanto sufrimiento. —Quiero verte hija mía. José Manuel te traerá hoy mismo, no puedo creerlo, Dios me devuelve un pedazo de alma al traerte de vuelta. —Papá, yo he perdido parte de mi alma, mi Cris, y también… Marina calló, no podía decirlo en voz alta, menos delante de José Manuel. —Lo sé mi amor, aquí te atenderemos, quiero abrazarte
Marina estaba impresionada con el alcance que tenía la noticia de su aparición para la sociedad en Brasil. Al salir del aeropuerto los flashes de cámaras y los micrófonos de los reporteros casi no le permitían caminar. José Manuel la protegía con su cuerpo mientras un grupo de seguridad lo resguardaba. Marina subió en la parte trasera de un auto y José Manuel se subió con ella. — ¿Mi papá? —Preguntó Marina sin poder verlo—. ¿Por qué no viene con nosotros? —Pensé que sería bueno para tu memoria si veías nuestro hogar. —José Manuel, el hogar que recuerdo es el de mi padre. —Hace muchos años que saliste de la Favela, allá no está la vida que dejaste. —Pero yo quiero estar con mi padre, mis hermanos, conocer a la mujer con la que se casó, porque tampoco la recuerdo. —Ya tendrás tiempo de ponerte al corriente con tu familia, en nuestro hogar están tus cosas, tus recuerdos, tu ropa. Creo que es lo mejor para que puedas recordar. Marina estaba muy molesta, no querí
Ana estaba en el clan MacLeod muy furiosa, ni siquiera desempacó, pues al llegar y enterarse que la jefa del clan era Camila porque estaba embarazada de Gavin se sintió ofendida en nombre de Marina. —Ana, por favor entiende que Camila tuvo que hacer esto para no pasar el mando del clan —explicó Graham por enésima vez. —Lo único que entiendo es que en este lugar prehistórico y de mala vibra utilizaron a mi amiga y la desecharon después de servidos, ahora tu hermana tiene el puesto que siempre anheló y hasta embarazada de Gavin está. Aquí no me quedaré, debo buscar a Marina. —Ana no puedes irte, por favor. ¿Cómo vas a buscar a Marina? Ya están investigando. —Si crees que tu hermana moverá un dedo para que encuentren a Marina es que eres muy ingenuo. —Ana, Camila no es un monstruo, quiere hablar contigo, explicarte… —No Graham, y lo lamento por lo que voy a decirte, pero es tu clan o soy yo. —Te elegí a ti, por eso te busqué, eres tú la que no puedes aceptarme con to