Cuando llegamos a recibidor veo a Kronos quien ya está vestido para la ocasión, un traje negro con chaleco del mismo color, corbata negra y camisa azul marino, casi del tono de mi vestido, tiene una mano guardada y en la otra una copa de vino, su cabello está recogido en una cola de caballo baja, me quedo sin aliento, en verdad es un hombre muy guapo, en cuanto levanta su mirada mi corazón se acelera, sale de sus casillas y empieza a azotarse sin control en mi caja torácica, intento mantener mi rostro serio, que no se note que estoy colapsando, desvío mi mirada y termino de bajar las escaleras. Una vez ahí veo a Travish correr hacia mí, me sorprende de cómo me veo y sonríe.
—Te ves muy bonita— dice emocionado viéndome de arriba a abajo.
—Gracias— le guiño un ojo y noto que detrás de él viene Germán terminando de arreglarse las manga
—Bien, si... aquí está— el primer ministro revisa unas hojas —aquí está la declaración que me entregó su mayordomo, el señor Burtón— levanta la mirada de nuevo hacia nosotros y después hacia Stonethunder —bien... entonces incendiar el Hospital G. A. fue innecesario... señores... no tengo problemas con sus actividades, pero ese era patrimonio del gobierno destinado a los ciudadanos, no pueden destruir así como así las cosas... de ahora en adelante la destrucción de edificios está prohibida y será sancionada, donde se haya presentado un evento de esta magnitud solo serásitiado hasta la completa erradicación de los neófitos y la desinfección pertinente, evitando que las bestias salgan y lastimen a los ciudadanos, pero ya no se permitirá el uso de fuego, misiles o lo que sea que quieran usar o se imaginen para des
—Son los pacientes del hospital... los que lograron salir antes del problema— levanto la vista de nuevo y noto como Germán ve el frasco con recelo —son las cápsulas que usan en ellos, tienen sangre de vampiro.—Era esto lo que olía— dice con angustia y voltea a verme lentamente. Noto que ha decidido usar su voz para expresarse —Claire y otros más, incluidos yo... robamos las camionetas que llevan sangre desde el hospital central para ayudar a alimentar al clan de su esposo, de Armand, para que no busquen atacar humanos... cada cierto tiempo lo hacemos, robamos la camioneta para que no parezca que su padre, Dieter, tiene algo que ver— regresa su mirada hacia el frasco —ayer... no regresé a tiempo porque les ayudé... mi olfato y el olfato de un compañero nos decía que había sangre en esa camioneta— lo veo apretar sus labios —cuando abrimos los contene
No pasa mucho tiempo hasta que Tristán hace público nuestro compromiso, me pide acercarme a él mientras da las buenas noticias, todos aplauden y gritan de emoción mientras Tristán me abraza emocionado, la fiesta se torna una cascada de felicitaciones y buenos deseos, no faltan los amigos más allegados a él que empiezan a dar su opinión sobre cómo debería ser la boda, o que incluso se ofrecen a organizarla, y claro, todos preguntan la fecha.—Lo más pronto posible— responde Tristán con educación mientras yo me pregunto ¿a qué se refiere con eso?—Cuando dices eso.... ¿a qué tan pronto te refieres—A lo más pronto... si fuera por mí, mañana mismo— lo dice con una sonrisa en el rostro, lo veo tan feliz y confiado, después de lo que vi en ese sótano no séqu&eac
Caminamos detrás de ella hasta que llegamos a mitad de calle, voltea hacia todos lados y le pide a Germán que le ayude con la coladera. Me quedo confundida, volteo hacia mis hombres que se quedan igual. Pierre frunce el ceño no muy seguro de lo que está pasando.—Germán los llevará con ella, ya la conocen... es mi hija Claire— sonríe como lo haría unamamá orgullosa.—No séqué me perturba más... que se vea tan joven como la hija... o que su hija viva en el drenaje— dice Pierre entrecerrando los ojos tratando de comprender lo que pasa.—Jajajajajajaja creo que las dos cosas son de sorprenderse... y las dos se responden con una sola palabra... "magia"— nos guiña un ojo mientras camina de regreso a su casa, Damián, que nos había seguido hasta aquí, le ofrece su brazo y juntos emprenden el camino de regr
—Aurora... Aurora la mordió... la mató... a través de los barrotes— dice entre jadeos y dolor, la sangre sigue brotando de su cuello.—¿Quién convirtió a Aurora?, ella no estaba bajo tratamiento— levanto la mirada hacia mis acompañantes, Peter se recarga en el borde de la puerta viendo el triste espectáculo.—Ella... se tomó las cápsulas... ella... se mató con el bisturí— empieza a toser, me levanto y me alejo intentando que su sucia sangre no toque mi ropa, lo veo con asco, con la repulsión que se merece una criatura de su clase y en su condición.—Bien, estaba loca... caso cerrado— suspiro y me siento en la litera de alado,siento la mano del tipo aferrándose a mi tobillo por encima de mi bota, ya me imagino como la debe estar ensuciando y un escalofrío me recorre, pateo su mano con violencia.
—Jajajajaja sí, no lo niego... no niego que sévalorar la belleza de una mujer... y... ¿sabes qué?... tampoco niego que me he metido con cuanta mujer hermosa se me ha ofrecido... pacientes, enfermeras, doctoras... incluso mujeres que he conocido en una noche de parranda— camina hacia mí con un aire animal y arrogante —tampoco niego que no aproveche estos días antes de la boda para enredarme con alguna mujer de buen ver... tal vez en la asamblea conozca a alguna que otra... después de todo, cuando me case esos días se acabarán, tengo que aprovechar— me dice recogiendo un mechón de cabello y jugando con él, —pero, tú, cariño... no estás en mi menú... disculpa si me causa repulsión compartir saliva con mi propio padre... así que ve a complacerlo— me guiña un ojo, no puedo creer que me esté rechazando, lo empujo cua
Por un momento seguimos viéndonos fijamente a los ojos, esa electricidad que corre entre nuestras miradas, que nos atrapa y nos hace perdernos se apodera de nuevo de nosotros. No puedo evitar verlo fijamente, ver su rostro, sus ojos, sus labios, como su cabello cae por enfrente de su mirada. Suspiro con pesadez y decido evitar su mirada, salgo de la tina y él me ofrece su mano. Salimos ambos del baño y me siento en el borde de la cama mientrascamina hacia la ventana, viendo la luna.—¿Estás lista para lo de mañana?—, pregunta sin voltear a verme, pienso en sus palabras mientras seco mi cabello con otra toalla.—Eso creo— busco una pijama o algo con que cubrirme, encuentro una playera negra que me queda enorme, un recuerdo de un concierto, me la pongo y me cubre hasta medio muslo, uno de mis hombros queda descubierto, pero no hago nada por corregirlo. Camino de regreso a la cama y él me
Un segundo vampiro brinca hacia mí y blando la espada hacia él, antes de que se dé cuenta lo parto por la mitad, su sangre se vuelve negra, borbotea de cada herida y cae al piso convulsionando hasta terminar de perecer y volverse ceniza. Levanto la mirada hacia Zarco quien se sorprende de lo que ve, le da la señal al tercer vampiro de que ataque y justo cuando brinca me hinco y giro sobre mis rodillas partiéndolo por la mitad, haciéndolo sufrir el mismo destino que el anterior.—¿Quién te mandó Zarco?, ¿Stonethunder?—, se asoma Germán por la ventana del conductor viendo todo. —¡ACELERA!—, le grito y de inmediato me hace caso, pisa a fondo, escapando en la camioneta y de pronto Zarco me golpea con fuerza, salgo volando y antes de caer al piso Kronos me toma en brazos y me ayuda a poner los pies en el suelo mientras ve con diversión a Zarco.—Un v