Estoy anonadada.Sí, he escuchado de padres crueles, que no les importa un comino con sus hijos, pero lo que me acaba de contar Dylan es el colmo.― ¿Cómo es eso de que la madre de Sheldon y Chelsea estaba de acuerdo con quitarles su fortuna a sus hijos? ―le digo realmente asombrada y hago un bufido― ¿no era suficiente con esos nombres ridículos que les puso, como para que también los dejara desprotegidos en la vida, sin un solo centavo? ―le recalco y Dylan suelta una sola risotada.―Digamos que los nombres de mis hermanos son una especie de homenaje, ya sabes, los hijos de Cheryl se llaman Sheldon y Chelsea, o algo por el estilo―me indica y yo me reiría, de no ser porque me parece muy malo ponerle nombres feos a los hijos―y hablando de nombres, ¿no crees que podríamos llamar al nuestro de otra manera? ―me dice y yo lo quiero fulminar con la mirada.―Ese es el mejor nombre de todos, porque pertenecía a un gran hombre―le digo molesta―y si mi padre hubiera tenido un hijo, de seguro que
Toda esta historia me tiene realmente asqueada.Una serie de intrigas y engaños que han terminado en tragedias muy fuertes, hasta para mí que, teniendo que vivir como puede dentro de mi clandestinidad, he tenido que ver y oír muchas cosas que jamás pensé que se hacían.Pero esto es el colmo de todo aquello, tanto, que no me lo puedo creer, sin embargo, dudo que Dylan se haya inventado todo esto, principalmente por la manera tan sospechosa que ha actuado el propio Henry, el gran arquitecto de todo este edificio de escándalos, excesos, ambición, deslealtad y una larga lista de palabras que en definitiva, no llevan a nada bueno.―Supongo que esa idea de vengarse de Henry Clarkson se viene cocinando desde el mismo día en que ocurrió el accidente de Chelsea―le comento, aunque en verdad siento un escalofrío que me recorre por todo mi cuerpo y Dylan lo nota e intenta acercarse a mí, pero se lo piensa mejor, porque le doy una mirada severa.―Supones bien y lo primero que hice fue tratar de ga
Y entonces, me observa detenidamente, como si estuviera buscando algo en mi mirada, una cosa que no he logrado descifrar todavía, porque pareciera que cada vez que me mira así, encontrara la manera de leer en mi propia alma.Y ahora lo veo reírse, como si ya hubiera encontrado lo que estaba buscando.―Sé que no te he perdido, mi Valery, ahora me doy cuenta, porque sigues siendo tú misma y nada de lo que nos ha pasado te ha endurecido en lo más mínimo―me dice y yo creo que está más que equivocado.―Claro que lo he hecho, soberano tonto, porque no estoy permitiendo que nadie entre en mi corazón y mucho menos tú que solo me utilizaste―le indico, pero hay algo en lo que acabo de decir que está todo mal.― ¿Te utilicé, Valery? ―me dice y me deja pensativa― ¿en realidad soy ese malvado hombre que te asustaba por las noches durante todo un año? ―me hace ver y en realidad tiene toda la razón.Sin embargo, no estoy dispuesta a ceder, porque tengo mucho miedo y mucho más de Dylan Pemberton.―Tú
~~~Dylan.Sé que podría tomarla aquí y ahora y que ella no se arrepentiría de eso, luego de que terminemos.Sin embargo, yo no solamente quiero su cuerpo, sino también su corazón, uno que se puede negar en redondo a dejarse llevar por lo que siente y esta vez sí que me pesaría con el alma, porque ya la habría perdido.No, estoy a dos pasos de que se rinda a todo lo que siente por mí y a darse cuenta de que lo nuestro es para toda la vida y que, a pesar del mal entendido o de que en efecto, la utilicé, pues, todo ha sido por una buena causa y que, también, nada de lo que he hecho no puede ser borrado de una buena vez.Así que, daré esos dos pasos hacia nuestra felicidad.~~~Valery.En cuanto me doy cuenta de la estupidez que estaba a punto de cometer, tomo la sábana de la cama y me la coloco para evitar de que Dylan me siga mirando como al perro que le acaban de mostrar el hueso y quiere abalanzarse sobre él.No, nada de huesos para él, porque primero tiene otras tantas cosas qué exp
El documento que me ha entregado Dylan no es lo que yo estaba esperando, en donde le estaría entregando Zapatos LX a Neil McCain y a su madre Aby.No, este documento habla de un poder en donde Dylan estaría tomando decisiones en mi nombre, con respecto a esa empresa, algo que de alguna manera me deja más tranquila, sin embargo, sigue habiendo una pequeña espinita que me está incomodando en el fondo.―Pues, ningunos términos de rendición, pequeño Don Juan, porque esto no dice cuáles fueron las decisiones que tomaste en mi nombre―le digo, colocando una mano en frente de él, quien se ríe con ganas.―Corazón, cuando yo digo que he ganado, es porque lo he hecho y tú deberías creer en mi palabra―me dice y se corre para atrás dos pasos, exactamente en el punto en donde dejó su teléfono y vuelve a hacer lo mismo de hace un rato, buscando no sé qué cosa en él, para luego enviarme un correo electrónico con un folder comprimido, en donde se encuentran informes detallados de Zapatos LX de cada me
Entonces, siento cómo Dylan me alcanza y ambos estallamos de placer juntos, lo cual sigue sintiéndose como la cosa más maravillosa de todas, así que nos reímos como un par de locos.― ¿Y fue cómo lo recordabas? ―me indica esta vez mi absoluta e indiscutible marido, uno que quiero conmigo hasta el final de mis días.―Mucho mejor de lo que lo recuerdo―le digo y le doy un beso tierno―o quizás, no, y en realidad vas a tener que recordármelo nuevamente―le digo de lo más risueña y él me ataca a besos.~~~A la mañana siguiente, Dylan y yo nos despertamos con el sol saliendo por el mar, una vista de lo más maravillosa, cortesía de mi marido rico, uno que me hace realidad todas mis fantasías. Y hablando de fantasías, una de ellas era amanecer entre sus brazos, algo que estoy haciendo en este mismo momento.―Hola, corazón―me dice y me da un beso en los labios, el cual le correspondo―no tenemos que levantarnos, si no queremos, porque podemos pedir que nos traigan el desayuno―me dice y yo lo mi
Entonces, veo que Dylan se aparece en la escena, como si quisiera de alguna manera tomar a Henry Clarkson, para salvar a su hermana, pero es cuando él empieza a retroceder con Chelsea tomada por el cuello y con los brazos bien agarrados, de tal manera que la tiene totalmente inmovilizada.―Créeme, Henry, que no vale la pena lo que estás haciendo, más bien, serénate, que nadie está conspirando en tu contra― le dice mi marido, pero tal parece que Clarkson está algo ebrio, y que su borrachera lo único que está haciendo es confundirlo todavía más.―Sé que todo este paseo y que Dylan anunciara tan abiertamente su intención de salir de viaje fue una provocación para que yo viniera y entonces ustedes presentaran a Chelsea―señala, desvariando como nunca pensé que un hombre tan centrado y de cabeza fría como él pudiera hacerlo.―Pues, a mi no me importa, Henry, porque eres un traidor a tu mejor amigo, uno que confió en ti a tal punto en que eran socios en ambas empresas―le indica esta vez Chel
Pero es Martínez quien se abalanza sobre él y lo mantiene en el suelo, inmovilizándolo de pies y manos.― ¡Quieto ahí! ―le dice, mientras lo levanta y entonces, mira a todos a su alrededor―pero ¿qué esperan? ―les indican a Dylan y a sus hermanos, quienes lo miran con el ceño fruncido―consigan una soga―les pide y ellos lo miran extrañado.―Pero, si eres policía y deberías tener unas esposas o algo así―le comenta Neil, que hasta ese momento estaba callado, como si no quisiera que nada de lo que ha visto y oído le afectara, sin embargo, ahora que todo ha pasado, creo que le volvió la valentía.―Sí, soy un policía, pero se suponía que me habían traído a pasar unas pequeñas vacaciones, ¿o no era así? ―le responde y pone los ojos en blanco― ¿y entonces, en dónde está la soga? ―les pide nuevamente y como ninguno de ellos está para reaccionar rápido por toda la impresión que deben tener, yo me apresuro a bajar de mi balcón y le llevo la manguera del jardín, que es lo único que asumo puede sup