Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, México–Qué buena amiga eres, Val – Me reclamó – Ayer, no solo me dejaste plantada en la fiesta que dieron mis padres, tampoco me llamaste para decirme que no irías.La verdad se me había olvidado por completo, además yo no le dije que iría, se tenía que imaginar que si no le llamé sería por algo, yo no estaba en la obligación de estar diciéndole cada uno de mis movimientos. –Larissa, lo siento mucho – Me disculpé de inmediato – Por el retraso del centro comercial, tuve un problema muy serio con mis padres y por eso ya no pude llamarte, para nada.–No lo sientas, Val. Nunca quise causarte problemas con tus padres. Es más, si quieres vamos ahorita a tu casa y les explico, que nos tardamos ayer por mi culpa.No podía dejar que mi amiga insistiera en eso de ver a mis padres, tenía que irme ya. Todo esto de Larissa y de mis mentiras para con ella, estaba amenazando con salirse de mis manos y era algo, que definitivamente, no podía permitir.
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoMe quedé sorprendido, apenas abrí la puerta del departamento, pues Valeria tenía visita y la reconocí enseguida, era la chica con la que la vi por primera vez, en el centro comercial, pero algo había pasado por lo que me pude dar cuenta. Valeria estaba llorando y la otra chica, la estaba consolado. Hubiera querido llegar antes que ella, para ser yo, el que la tuviera en mis brazos para consolarla.–No te quedes ahí Dex – Me dijo Valeria – Pasa, por favor.Valeria me estaba invitando a que me quedara en el departamento, pero veía que era una situación delicada con esa otra chica, lo mejor sería que resolvieran lo que estuviera pasando y yo regresaría en otro momento, discúlpenme. –Hola – Saludé a las dos – Sí quieres, regreso más tarde. No quiero interrumpir algo importante.–Adelante, no pasa nada – Dijo la otra chica – Yo, ya estoy por irme de todos modos.Ante su insistencia, entré al departamento y cerré la puerta detrás de mí y al h
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, México–Gracias Dex, no me merezco que seas así conmigo, después de cómo fui contigo, desde que nos vimos. Perdóname – Se disculpó – No sé cómo tratar a nadie, por lo mismo. Me afecta mucho ser pobre y me desquito con quién puedo, no soy buena para nadie, por eso me quiero morir.Era una manera muy fea de pensar, nadie se tenía que morir y mucho menos por no tener dinero, pues muchos que lo tenía, se podían llegar a sentir vacíos, el dinero no compraba la felicidad interior que debíamos tener cada uno, debería estar contenta porque tenía un empleo digno que la mantenía. –No vuelvas a decir eso, por favor – Le supliqué – Todo, tiene una solución en esta vida y la vamos a encontrar, si tú quieres, juntos. La vida es hermosa, solo tienes que verla desde otra perspectiva.Ella se negaba a lo que yo le decía y por más que intentaba, no podía evitar, que ella siguiera llorando, eso me estaba destrozando demasiado. Tenía que hacer algo, para que ell
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoDex se retiró a su recámara y por alguna razón, yo no quería que se fuera. Me había quedado picada con los deliciosos besos, que nos habíamos dado. Me habían encantado, tanto que, me recosté nuevamente en el sillón de la sala y pasaba mi lengua por mis labios, cómo si de esa manera yo fuera a poder sentir nuevamente, esos besos exquisitos que nos dimos. Dex, tenía lo suyo y nadie, pero nadie me había besado así. Estuve tentada a ponerme de pie e ir a buscarlo a su recámara, para que termináramos lo que empezamos, pero me detuve y mejor me fui a la mía, para llamar a Larissa, que en cuanto sonó el primer tono, ella respondió.–Val, eres bruja, te iba a llamar ahora mismo, para saber cómo sigues – Me dijo mi amiga – Me vine muy preocupada por ti, pero es que tenía que venir. Mi abuelo sigue enfermo y lo fuimos a ver con mamá.–Siento mucho lo de tu abuelito, amiga – Respondí – Yo, me siento mucho mejor y por eso es que te llamo, no
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoNo lo iba a negar, Dex me gustó desde la primera vez que lo había visto, pero eso no iba a decir que iba a tener algo con él, por qué mi intención no era acostarme con el primer hombre que me gustaba, yo tenía mis metas.–Y él me gusta a mí, desde que lo vimos en el centro comercial. Es amigo de Luis, el chico que te quiero presentar, viene de otro lugar, pero está muy guapo y besa como no tienes idea, ayer, estuve a punto de pedirle que me hiciera suya.Estuve a punto de caer en la tentación, ese hombre me hizo ver estrellas con tan solo darme un beso, no me quería imaginar qué podía hacer con el resto de mi cuerpo, pero como había dicho antes, no iba a tener algo con él, mi objetivo ya estaba trazado.–Pues se lo hubieras pedido – Larissa estaba irreconocible – Sí, yo he sido tú, me había quedado encamada con Dex, todo el día, no hubiera desperdiciado esa gran oportunidad.Larissa, a pesar de venir de una familia de ricos, era d
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoMe había quedado toda la mañana en la cama, sabía que me tenía que levantar para sorprender a Valeria, le quería llamar a Dom, para que me pasara unas de sus recetas, pero mejor entré a su página para bajar unas dos o tres recetas, él siempre se había destacado con las comidas, aunque yo sabía preparar muchos platillos, mi gemelo era experto.Salí para ir al supermercado a comprar todos los ingredientes que iba a necesitar para la comida y también compré para la despensa, pues no debía faltarnos comida en el departamento, esa era una regla que había aprendido de mis padres, siempre estar bien surtidos de alimentos.Hice una comida que nunca me falló a la hora de conquistar el corazón de una mujer y esperaba que esta vez no fuera a ser la excepción. Quería que Valeria, se sintiera impresionada por mis habilidades en la cocina, bendita seas Ava DeCostello que me enseñaste a cocinar así, pensé. Abracé a Valeria, apenas puso un pie dentro de
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, México–Hola Alan, claro que sí. Adelante Dex.–Gracias, Valeria, y tú Dex cuando termines aquí con Valeria que te acompañe por favor a la locación.–Si Alan.Alan se fue y me dejó solo con Valeria. Me gustó ver el orden con el que trabajaba en su área, tenía todo bien preparado y organizado y me encantaba verla a ella. Se puso a buscar algo adecuado para mí y cuando lo tuvo, me lo dio para que me lo fuera a probar y después me le hizo los ajustes necesarios, creo que ella también estaba un poco nerviosa.–Wow Dex, te ves bien guapo – No pudo evitar decirme – Pareces hasta uno de mis modelos.–Tú siempre estás hermosa – La tomé de la cintura y la rodeé con mis brazos.La quería besar como un loco, para celebrar esta oportunidad que se me estaba presentando y como pensé anteriormente, tal vez para futuros proyectos, pero ella me detuvo en mi intento.–Dex, estamos en el trabajo. Suéltame, por favor.–Claro, cierto y lo siento Valeria. Vamos con
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoCuando vi a Dex estarse besando con esa infeliz de Silvana, ni yo misma puedo explicar lo que sentí. No podían ser celos, pues él y yo no éramos nada y lo que había pasado en nuestro departamento, no pasó de ser algo casual que ambos quisimos y consentimos; Sin embargo, al verlo así con ella sentí que algo en mi interior se inquietaba y se molestaba. No me pareció para nada que apenas anoche, me había besado y algo más que eso a mí y ahora estaba con ella. Me di la media vuelta y me fui indignada y él no tardó en correr detrás de mí.–Valeria, siento mucho lo que has visto – Se disculpó – Pero, te puedo asegurar que para mí eso no ha significado nada. De verdad.Seguí caminando sin querer escuchar más de sus excusas, después de todo a mí nada tenía que importarme si Dex se quería besar o hasta acostar con Silvana. Todo lo que él quisiera hacer de su vida y con su vida a mí me tenía que tener sin cuidado. Estaba muy enojada que tod