—Tenemos un problema —dice Julián cuando contesto, cierro los ojos.
—¿Qué clase de problema? —pregunto—. ¿Lo puedes solucionar? —
—En la otra sede hay alguien hackeó el sistema, fui a verlo pero el estúpido a cargo no quiere que yo esté ahí, solo quiere hablar contigo, tienes que venir —dice, aprieto la mano enojada, estábamos aún en el centro, Roberta me mira preocupada.
—¡Qué imbécil! —digo.
—Lo siento hermana, pero no puedo arreglarlo, tienes que venir ya, acabo de comprarte un boleto de avión que sale en una hora y media más —dice. Mi cena con Adrien.
—Está bien, iré —digo cortando, un mail me llega a mi correo, cuando lo abro me doy cuenta que es el pasaje.
—¿Qué paso? —pregunta Roberta.
—Hay u
—Bueno, descubrimos por la mañana que un hacker, o algo por el estilo, se había infiltrado en el sistema —dice él moviendo las manos, yo levanto una ceja esperando que continúe pero no lo hace.—¿El equipo informático lo soluciono? —pregunto, él asiente sonriendo, miro hacia Julián y cierro los ojos.—El equipo informático lo soluciono y creo aún más protección para el sistema —dice, abro los ojos y lo miro.—¿Por qué no acepto que mi hermano viniera a revisar? —pregunto, él nos mira a ambos.—Bueno, usted es la gerenta —dice, yo niego.—Él también lo es, y lo sabe, me hizo venir hasta aquí a resolver un problema que ya estaba resuelto, y no solo eso si no que además le faltó el respeto de una forma impresionante a su jefe, eso no es tolerado en
Estaba arreglándome en mi casa, se sentía muy silenciosa, y por primera vez no me hizo sentir bien, el hecho de que había estado tan acompañada estos últimos días me había hecho darme cuenta de que estar sola en realidad no me hacía sentir bien, echaba de menos la presencia de Adrien, teniendo en cuenta que cada día casi dormíamos juntos, los gritos de Roberta, la verdad solo quería volver a París.Mi celular suena, es una llamada de Roberta.—¡Hola primor! ¿Cómo estás? ¿Pudiste solucionar el problema? —pregunta apenas contesto, yo sonrío y me siento en la cama para hablar con ella, aún tenía tiempo para terminar de arreglarme.—Si, ya está todo arreglado —digo.—Que bueno, ¿Cuándo te vienes? ——Yo creo que mañana o pasado, ya que quiero revis
Esa mujer definitivamente me tenía loco, y es que yo nunca me había sentido así, pensaba cada minuto en ella, es tan inteligente, tan hermosa, había mucha química entre nosotros, ambos podíamos sentirlo, pero ella era muy obstinada, se negaba a tener algo conmigo. Yo entendía que vivíamos un poco lejos, pero si ella quisiera podríamos buscar una solución a eso, yo era de ese tipo de personas que siempre podía encontrar una solución, solo necesitaba que ella cediera, y era muy obstinada y probablemente me costaría un poco, pero no me daría por vencido.Agatha es de esas mujeres que uno se encuentra una sola vez en la vida.Había sido un evento muy desafortunado el hecho de que ella tuviera que volver, y solo había pensado en el miedo que sentí de que ella ya no volviera, pero cuando hablamos y me dijo que volvería, la sent&iacut
No podía creer que mi madre había hecho venir a Adrien hasta aquí, es decir, la forma en que lo había llamado y él había aceptado venir me dejo realmente en shock, pero era en serio, Adrien ya venía viajando y yo estaba en camino para ir a buscarlo al aeropuerto.¿Esto significaba que nuestra relación era seria?¿Qué significaba?La verdad no tenía idea y era algo que me carcomía el cerebro, está nerviosa, muy nerviosa. Me estaciono y camino hacia el aeropuerto, miro mi celular y veo un mensaje de Adrien.“Próximo a aterrizar”“Esta bien, ya estoy aqu픓Me parece perfecto señorita Agatha”“Ya sabe que soy muy puntual señor Adrien”Sonrío mirando su mensaje, la forma en que a veces me dice señorita Agatha y otras veces me mira, me habla
Paso mi lengua por su cuello, la siento erizarse ante mi contacto, Adrien pasa sus manos por mi cintura apretándome más a él. Subo mis besos por su mentón hasta sus labios, nos envolvimos en un beso tierno, claro en un principio, por la química sexual rápidamente hizo que se convirtiera en un beso lleno de deseo. Nos besábamos como si no nos hubiéramos visto hace mucho tiempo.Porque así era el deseo.Adrien sube una de sus manos hacia mi cabeza y tira de mi pelo, separando su boca de la mía, pero rápidamente su boca está en mi cuello, mordisqueando y chupando.—¿Me extrañaste? —susurra, yo sonrío.—Y tú también —digo tocando por encima del pantalón su miembro, Adrien sonríe de medio lado, me sube en brazos y me lleva hasta el sofá, se sienta, de modo que yo quedo arriba de él, sin dejar
Cuando ya estamos sentados en la mesa el timbre suena, mi madre se levanta rápidamente y camina hacia la puerta, Adrien está frente a mí, yo le doy una sonrisa incómoda.—Estoy segura que son Julián y Olivia —digo, suspiro cuando los veo aparecer, Julián me mira sonriendo.—¡Hola hermanita! —me saluda, luego mira a Adrien—. ¡Hola, cuñadito! —se acerca a él para saludarlo, Adrien se levanta muy cortés y lo saluda con un abrazo de esos que se dan los hombres, un medio abrazo y las palmadas, un clásico.—¿Qué haces aquí? —le pregunto entre dientes, él se encoge de hombros para luego sentarse a mi lado.—Mamá nos invitó —dice, Olivia entra sonriendo de forma tímida y se sienta al lado de Adrien.—Un gusto conocerlo, Señor Adrien —saluda a A
La lengua de Adrien viene subiendo desde mi pie, mi rodilla, mis muslos, y ¡oh!, con pesar, sube por mi abdomen, se detiene en cada unos de mis pechos y luego sube por mi cuello hasta mi boca.—¡Exquisita! —dice para luego besarme en los labios, puedo sentir el sabor de mi feminidad. Paso mis manos por el cuello de Adrien y mis piernas las enredó en su cintura, el impulso del movimiento provoca que Adrien entre en mí, gimo, eso era justo lo que quería.Adrien comienza un vaivén con sus caderas, y mientras me besa y toca mis pechos con sus manos y su lengua, me dejo llevar en el segundo orgasmo de esta noche, y no llevábamos ni una hora todavía.Tengo los ojos vendados con un pañuelo que Adrien tenía, el hecho de no poder mirar provoca que mis sentidos están en alerta y todo lo que siento es el doble de placer, cada caricia y sensación llegan hasta mi cerebro de forma m&
—Señorita Agatha, pase —me dice la chica del mostrador. Yo asiento y me levanto para entrar al box donde se toman los exámenes de sangre, una vez termino, es el turno de Adrien, cuando se levanta me susurra.—Debo confesar que le tengo miedo a las agujas —dice, yo sonrío tiernamente, es un hombre fuerte e imponente pero tiene miedo de las agujas, quién lo iba a pensar. Todos tenemos miedos aunque seamos las personas más fuertes, y claro, si no los tuviéramos seríamos auténticos robots.Adrien sale un poco pálido de la sala, me levanto sonriendo y le agarro la cara con las manos.—¿Estas bien? —le pregunto, aunque obviamente sé que no lo está.—Habían muchos tubos de sangre que me quitaron, eso me pone nervioso —dice, yo asiento.—Tranquilo, ya todo paso, ¿quieres ir a comer algo? —