Los fuertes gritos de Naya se extienden a lo largo del espacio ocupado por las casas de la manada. Desde comienzo de la madrugada, la pelinegra había comenzado con sus labores de parto y ahora se encuentra en la cabaña que ocupada junto a Fenrir en medio del proceso de traer a su cachorro al mundo.
—Solo un poco más Naya, vamos— son las palabras de Kindra, la partera de su antigua manada, misma que fue traída por Fenrir para ayudarla—. Ya viene el cachorro, puja un poco más.
Un fuerte grito sigue a esas palabras y luego todo se sumerge en un profundo silencio.
Fuera de la cabaña, Fenrir camina de un lado a otro con todas sus emociones a flor de piel. Su lobo se encuentra arañando su interior exigiéndole dejarle salir o hacer algo para ir con su Luna y ayudarla a sobrellevar su dolor.
Y es que el hecho de que Naya sea una inwere tiene a todos sumidos en preocupación. Cuando las lobas van a tener a sus cachorros, solo anidan y adoptan su piel de lobo, lo cual no solo las ayuda a sobrellevar el dolor, sino que también les facilita el proceso de parto, pero Naya está teniendo un cachorro de lobo mientras carece de la habilidad de cambiar. Pero ya sea su lado humano o su consciencia de lobo, ambos están seguros de la fortaleza de su compañera.
—¿Y si no logra soportar el parto? —pregunta de forma baja uno de los lobos de la manada, aunque no lo suficiente bajo como para pasar desapercibido por Fenrir, quien sin dudarlo deja salir un bajo y amenazante gruñido. El lobo rápidamente baja su rostro en señal de respeto—. Lo siento mucho, alfa Fenrir.
Pero antes que de que pueda decir nada, un nuevo grito, más pronunciado y desgarrado vuelve a llenar todo el ambiente y luego…el sonido del llanto de un bebe le sigue al momento de silencio. Después de eso, no hay nada que detenga a Fenrir de ir con paso presuroso hacia el interior de la cabaña y poder ver a su compañera y a su cachorro.
Al entrar en la cabaña, lo primero que aparece ante su mirada es la imagen de Kindra envolviendo al bebé con una blanca frazada y a Naya inconsciente sobre la cama y junto a ella, unas mantas llenas de sangre.
—¡Naya! —exclama con preocupación.
—Está bien— se apresura en habla Kindra mientras se acerca a él y le extiende al bebé—. Solo quedó agotada por el esfuerzo. Felicidades Fenrir, es un hermoso bebé, si sale igual a su madre, será un cachorro capaz de cualquier cosa.
—Un niño…—murmura con adoración mientras toma a su pequeño cachorro en brazos.
—Quien lo diría, ayudé a tu madre a traerte al mundo, y ahora te entrego a tu hijo. Supongo que el tiempo no pasa en vano— comenta con dulzura—. ¿Ya pensaron en un nombre?
—Sí él…—comienza, pero luego guarda silencio por un momento, intentando controlar sus emociones y que su voz no se quiebre—. Hola pequeño Every…soy tu papá.
༻ . ༺
༻ . ༺
Cuando los aullidos comienzan a llenar el aire, Ariadna deja salir una baja maldición y sus garras se despliegan mientras araña la madera de la ventana, ese sonido solo significa una cosa, contra todo pronóstico, esa asquerosa inwere había logrado sobrevivir, y ahora su bastardo cachorro se había sumado a engrosar su lista de obstáculos para obtener la atención de Fenrir y ocupar su posición como “Luna” de la manada.
En los últimos seis meses había pensado en la mejor manera de quitarla de su camino, pero ahora todo se acaba de volver un poco más complicado.
Cuando la puerta de la cabaña se abre con un ligero chirrido, lo siguiente que Ariadna ve es a su hermano Bjior entrar con un paso calmado, calma que no hace más que irritarla aún más.
—La inwere sobrevivió— dice con total desprecio mientras retrae sus garras.
—Lo sé, vengo del centro de la mana— son las palabras de Bjior mientras termina de ingresar en la cabaña—. Una de las cachorras dijo que es un niño, nació muy sano y ya el alfa le dio su nombre.
—¿Y la inwere? — pregunta, pero no porque realmente tenga interés en su bienestar.
—Viva, pero al parecer quedo débil por el parto, sin un lobo que la ayude a regenerar, es complicado que sane rápidamente. Espero que pueda recuperarse rápidamente, el bebé necesitará la atención de su madre, pero no sé cuánto tiempo dura un inwere en recuperar su lucidez.
Y aunque los buenos deseos de su hermano por la recuperar de la inwere no le causan ninguna gracia, Ariadna no puede negar que esas últimas palabras, sí la llenan de satisfacción, y no hace nada por ocultar el placer que esa noticia le produce, sobre todo, porque su hermanito acaba de darle una muy buena idea.
Por su parte, Bjior no puede evitar sentir un escalofrío recorrer su espalda ante la maldad que brilla en los ojos de su hermana.
༻ . ༺
༻ 4 MESES DESPUES ༺
༻ . ༺
La temperatura siente cada vez más y más baja; apenas habían pasado unos días desde que terminaron de recoger y guardar la cosecha para el invierno, pero, aun así, Fenrir y arman se habían mostrados preocupados de que no fuese suficiente para sostener a la manada durante el invierno, por esa razón, habían tomado a los mejores cazadores y habían salido en busca de grandes presas que pudieran ayudar a mantener a todos.
Desde su posición sentada frente a la ventana, Naya puede ver a lo lejos cómo la nieve comienza a cubrir la cima de la montaña; esa es la señal de que pronto su propia aldea estará vestida de blanco, así que Fenrir y los demás deben darse prisa en volver.
En los últimos tres días, no había podido evitar sentir que las cosas habían estado un poco tensas. Naya se encuentra totalmente negada a relacionarse con los demás miembros de la manada mientras Fenrir esté ausente; puede que sólo sea una paranoia de su parte, pero cuando tiene que salir con Every y coincide con Ariadna, no puede evitar sentir como si todos posaran sus miradas llenas de lástima sobre ella.
Igualmente, desde el parto, su humor ha estado muy variante pues no puede dejar de pensar en la probabilidad de que Fenrir acepte el destino y se marche para estar con Ariadna dejándola a ella y a su cachorro de lado.
—¡Naya! — exclama la loba mientras se coloca frente a ella y mueve sus hombros—. ¿Por qué diablos mi mejor amiga está ignorando mis quejas?
Volviendo a la realidad, Naya acaba fijando su mirada en la rubia frente a ella, no puede evitar darle una sonrisa suave y apenada a su acompañante mientras acomoda mejor a su pequeño entre sus brazos.
—¿Sigues dándole vueltas al asunto de la “compañera”, cierto? — pregunta en voz baja mientras observa a su amiga.
Sin responder de inmediato, Naya solo fija la mirada en su pequeño mientras piensa en cual puede ser la mejor respuesta a esa pregunta.
—¿Por qué él no puede entender mi miedo? — pregunta mientras levanta su rostro para ver a su acompañante. Por primera vez en días, Naya deja que su mirada refleje todo su temor y preocupaciones.
Key suspira al escuchar a su amiga, por lo que, sin saber bien qué decir, pero queriendo darle algún consuelo, termina colocando una mano reconfortante en el hombro de Naya.
—Tal vez sea porque Fenrir te ama. Ya ha pasado casi un año desde que esa mujer llegó a nuestro territorio, y Fenrir no le da ninguna importancia. No tienes que temer que te abandone y se vaya con ella, porque eso no va a pasar.
Pero antes de que Naya pueda darle una respuesta a Key, la puerta de la cabaña se abre golpe, dándole paso al frío viento que marca el principio del invierno. Apresurándose en cubrir a Every, Naya fija su mirada en la entrada para identificar al recién llegado, y al ver que trata de Fenrir, una sonrisa se instala en su rostro, pero, cuando intenta ponerse de pie para apresurarse de ir con él, una fuerte voz dentro de ella le grita que no se acerca, que proteja a su cachorro y se aleje de allí inmediatamente.
—¡Fenrir! —exclama Key mientras se adelanta para ir a recibir al recién llegado, sí él está allí, entonces su hermano Matt también debe estar de regreso—. Qué bueno que llegó ¿cómo les fue en la cacería?
Pero no alcanza a decir nada más, pues el tono alto y firme de Naya la detiene.
—¡Key, aléjate de él! —dice mientras se coloca de pie.
—Pero… ¿por q…—pero sus palabras no alcanzan a ser terminadas, pues las garras de Fenrir se clavan en su pecho, atravesándolo y robando su aliento de vida.
Naya observa aquella imagen con horror, su temor es tanto que el grito aterrado y cualquier otra palabra queda atrapada en su garganta cerrada.
Su instinto la lleva a retroceder mientras se aferra con fuerza a su cachorro y lo apega a su pecho en un gesto protector mientras observa la figura sombría de Fenrir acercarse a ella, sus ojos ámbar llenos de odio y deseo de sangre y sus garras desplegadas dispuestas a despedazar todo a su paso.
—Fenrir…
Y eso es lo último que alcanza a decir antes de verlo levantar sus garras contra él sentir que todo se vuelve oscuro y frío.
༻ BOSQUES HÚMEDOS BOREALES ༺
༻ NORUEGA — 1624 ༺
—¡¡No!! —Grita con fuerza al despertar sobresaltada, su rostro empapado en sudor acompaña a su respiración entrecortada, puede sentir el rápido y fuerte palpitar de su corazón atrapado en su garganta.
Cuando sus instintos comienzan a calmarse, pasea su mirada violácea de forma desordenada por el espacio, en un principio no entiende donde está, pero poco a poco comienza a reconocer su habitación.
—¿Otra pesadilla? — pregunta una voz proveniente de la oscuridad. El peso extra en su cama es inmediato, así como lo es el abrazo que busca brindarle consuelo.
—La misma— responde mientras se acomoda de mejor manera entre los brazos del mayor—. Es solo qué, en el último mes se ha vuelto más frecuente, y vívido. Puedo sentir el dolor de cada mordida y rasguño al desgarrar mi cuerpo.
Al escuchar las palabras de su hermana, el pelirrojo apega sus cuerpos, y dejando salir su aura, busca dejarle en claro a la menor que él está allí para protegerla y que no permitirá que nada ni nadie la lastime.
—Soy jodidamente estúpida ¿no? — pregunta mientras se deja envolver por el aura de su hermano y susurra sus palabras de forma muy baja. Totalmente segura de que este podrá escucharle—. Volver a nacer solo para seguir atrapada en mi pasado no suena como una idea muy inteligente de mi parte ¿no crees?
Pero, ante la pregunta de su hermana, el chico solo niega suavemente y no dice nada, solo le brinda consuelo.
༺ ༻
༺ ༻
༺ ༻
༻ BOSQUE DE TRILLEMARKA ༺༻ NORUEGA – 1424 ༺Naya solo deja que sus piernas se muevan por instinto propio, en ningún momento se fija hacia qué lugar le dirigen. Tal vez porque está más centrada en el dolor que siente al saber que todo está perdido, o quizás porque intenta borrar la imagen de la confusión en el rostro de Fenrir cuando se volteó hacia ella y olfateó el aire sin encontrar nada, o quizás porque solo quiere encontrar una forma rápida de acabar con todo.Aquel era su final, simplemente la última oportunidad a la que tan fuertemente se había aferrado, se le acaba de escapar de las manos.—¡Naya, basta! — Son las firmes palabras del pelinegro al quedar frente a ella y cerrarle el paso—. ¡Deja de huir de mí!—¡Aléjate! — Exclama entre lágrimas. Dejando que su cuerpo se mueva hacia un nuevo rumbo, o eso intenta, pues Fenrir la sujeta con fuerza—. ¡Suéltame! ¡Déjame ir!—¡Naya, basta! — Fenrir deja salir sus palabras con un tono de súplica.Y aunque es más que seguro que otros d
༻ 3 AÑOS DESPUÉS ༺— ¡Te encontré! — Fenrir sale desde la derecha y grita mientras atrapa fuertemente entre sus brazos la pequeña figura de Naya, misma que solo deja salir un fuerte y sorpresivo grito, para luego abrazarse con fuerza al pelinegro.Para los lobos el salir de cacería es emocionante, más aún si esa acción es realizada al cazar a su pareja. Por esa razón, el lobo de Fenrir se muestra emocionado, después de todo, aun cuando su condición de inwere, evita que Naya no puede cambiar, es muy buena ocultándose, y eso hace que su lobo se sienta igual de emocionado ante idea de encontrarla.Aunque en esos momentos, debe tener mucho cuidado con sus acciones, debido al estado de la pelinegra.—¡Es trampa! — son las palabras de Naya una vez que se separa del abrazo—. Eres más rápido que yo.—Pero tú te ocultas mejor que cualquier lobo.Esas palabras son un simple susurro por parte del chico antes de tomar el rostro de su pareja y fundirse con ella en un suave y largo beso. Para ambos
Por orden de Fenrir, Ariadna y su familia se encuentran ubicados en una de las casas de transición que se encuentran al borde de las del resto de la manada.Sentados junto a ella, su padre y su madre sonríe con malicia mientras buscan una forma en la cual puedan deshacerse de la “Luna” del Alfa, que Ariadna sea la destina de Fenrir es una oportunidad de poder que no pueden ni piensan dejar pasar. —Esto es mejor de lo que podíamos esperar — son las palabras de Gael mientras observa fijamente a su hija—. Si logramos deshacernos de la inwere, y ese asqueroso bastardo que espera, tu camino para unirte al alfa Fenrir estará libre— murmura con una sonrisa astuta.Su esposa, con una mirada afilada, asiente con complicidad, pero no bien así, más racional que su esposo.—Tal vez no sea fácil— asegura mientras recuerda al lobo que llegó junto con Fenrir y Naya, mismo que se puso en un estado de alerta y extrema protección en el momento de Ariadna mencionó la baja casta de la pareja actual del