Bajo a desayunar y veo a papá alterado mientras mamá me mira, no entiendo mucho qué sucede.

—mamá—

—lass ven aquí, con mayor razón, por favor, hija, no salgas sola de la casa nunca ni un solo segundo.

—¿Qué sucede, mamá?—

No entiendo, pero todos se ven alterados y nadie me dice nada. La desesperación me empieza a atacar.

—¿Qué está pasando?—

—una de tus compañeras fue hallada descuartizada—

Mis ojos se agrandan, papá nos dice que nos vamos para la manada del tío Arturo, que recojamos todas las cosas que sean posibles. No entiendo por qué tenemos que ir para allá.

—papá no quiero ir a vivir allá—

—lass no te estoy diciendo, si quieres, te estoy dando una orden, así que date prisa, no me hagas perder la paciencia—

—Naím, por favor, cálmate, no pagues tu enojo con ella—

Sin esperar respuesta salgo corriendo a mi habitación pasó la mano por mi cabeza quien fue encontrada muerta suspiró y busco dos maletas, guardo toda la ropa que puedo en ellas y todas las cosas que eran de más importa