Despierto algo cansada, aunque no tuve ninguna pesadilla. Al parecer es cierto lo que dijo el doctor y dormir con vael me calma las pesadillas.«Espero que el doctor esté bien».Pienso en silencio, recordando cómo lo había dejado. Me doy la vuelta acomodándome y mi sorpresa es grande cuando veo a Vael en mi cama. Me quedé observándolo fijamente, nunca había tenido la oportunidad de verlo dormido, pero hoy sí. Su rostro es hermoso, parece un ángel, se ve tan delicado mientras duerme que podría jurar que a penas acaba de dormirse, en cambio, yo despierto como si un tren pasaba por encima de mí, no sé cómo es un tren con exactitud, pero en el mundo de los humanos lo usan mucho según lo que he leído.Sus largas pestañas y sus cejas, su nariz pequeña y respingada, sus labios gruesos y rojos, pequeñas cualidades físicas que me encantan y hacen de él un atractivo. Intento tocar su cara, pero alejo mi mano con nervios, pues no me gustaría provocarle una mala reacción o que me grite por desper
Estamos tomando el desayuno y mientras lo hacemos me pierdo en todas las cosas que vael me había dicho querer hacerme unas horas atrás. Sin darme cuenta, mi mirada se posó en él y una mirada coqueta de él no se hizo esperar. No sé qué rayos le estaba pasando, pero por alguna razón sentía que nada estaba bien y no me malinterpreten no es que quiero que me siga maltratando, más bien este nuevo vael se ve tan falso o como si tuviera intenciones más allá no lo sé, solamente es una corazonada mía es algo complicado de entender soy su mate y siento como si él no fuera él ¡agh!, me hace sentir tan incómoda sentirme en esta situación cuando muchas veces deseé que fuera así, pero hay algo que no me permite creerle nada de lo que me dice.—iré al jardín——Pero no has probado bocado, hija, ¿te sientes mal?——n-no, pero ahora no tengo hambre, necesito aire fresco, me siento un poco abrumada—Con rapidez empujé la silla del comedor y salí a toda prisa. Ni siquiera observé quién me miraba, solo sé
Akira volvió con el agua y el doctor no bebió, solo quería saber qué había pasado entre vael y lass. Luego de. Al terminar su consulta, le dijo a Akira que lo acompañara a la puerta para decirle algunas cosas, pero al salir ambos se dieron un susto al ver a vael de repente —doctor buenas noches, espero que todo esté bien con lass——así es vael todo va en orden——Eso me alegra, tía akira Naím, la solicitó de emergencia, si quiere, vaya y yo la espero aquí con el doctor—Ella se disculpó y dijo que volvía en breve. Le puso la mano sobre su hombro derecho y lo apretó con fuerza. Lass desde la habitación escuchó a vael con el doctor, así que intentó levantarse para evitar una desgracia, pero solamente logró caer, vael fue rápido en ir a la habitación. —¿Qué estás haciendo?——Por favor, no le hagas daño— la cargó y la subió a la cama con suavidad. El doctor aprovechó para irse rápidamente, pero vael lo escuchó. —No vuelvas a intentar algo tonto, vuelvo en unos minutos—Y salió del cuart
—Me enviaron contigo, tienes un mensaje importante para mí——Al fin la bestia ha despertado— Vael alza una ceja mientras escucha cómo la anciana habla, ella le intenta tocar el rostro, pero él toma su mano vieja y la llena de arrugas. —No tienes por qué tocarme, solo dame la información que necesito, no es para eso que estás aquí— Su tono de voz es tan aguda, su mirada vacía y, pero dejándote claro que no le importaría matarte si así lo deseas. —Después de tantos años la maldición se consumó-Él aún no entiende de qué le habla la anciana, pero empieza a mover las piedras de colores. Él las mira sin pestañear y ve cómo el coche de Akira pasa a su lado. La mirada de él y de lass se chocan, pero la anciana le habla. —nadie puede verte aquí solo ella——¿Por qué?— le preguntó. —por qué ella es tu elegida y ella pose el poder que necesitas— Él suelta una risa sin gracia y dobla su cuello porque no entiende nada. —¿De qué estás hablando? Lass es mi mate, no la elegí, la diosa lo hizo
Hace muchos siglos, existió un alfa llamado Eros. El mundo de los humanos no existía para ellos y no era importante. En aquellos días la Diosa Luna hablaba con los lobos en cualquier lugar y a cualquier hora. Los lobos y toda criatura tenían acceso al templo de las Ninfas. Los portales se usaban para todo hasta para la caza en tierras ajenas o lejanas, pero aquel alfa no se sentía conforme con su poder. Sentía que no era suficiente porque su grandeza era mucha y su poder según él muy poco, y los lobos pocas veces necesitaban de él, pues las facilidades que la Diosa les había dado hacían de EROS un simple lobo de la cual rara vez necesitaban ayuda y no lo alababan como él quería. Estaba acostumbrado a obtener lo que quería y le pidió algo a la Diosa Luna, la cual ella se negó porque ella ya había visto su corazón y las atrocidades que podía cometer con tal poder.Aquella decisión de la Diosa Luna lo hizo enfurecer a tal grado que robó las cuatro piedras del templo de las Ninfas, ya qu
Lass se despierta a media noche, suspira y no abre los ojos. La habitación está en completa oscuridad así que trata de prender una lámpara, pero no enciende, aún adormilada trata de buscar su teléfono, pero no lo encuentra así que suavemente se levanta arrastrando su pie aún adolorido por la mala pisada y camina en busca del interruptor, pero choca con algo duro y al mismo tiempo suave siente como unas manos le aprietan la cintura clavando sus dedos en su vientre bajo suelta un respingo, pero se da cuenta de que es vael por su aroma abre sus ojos y ve el brillo qué hay en los de él, pero por alguna razón siente miedo y se paraliza.Él se da cuenta y la lleva a la cama y empieza a desnudarla, pero ella no siente deseos de estar con él, por lo que empieza a gemir con disgusto por su salvajismo. —No quiero hacerlo, por favor—Le dice soltando un quejido al sentir como aprieta sus manos —¿no me deseas? A caso olvidaste lo bien que te hago sentir—Le susurra, pero ella insiste en alejars
Lass baja a desayunar, lo hace con cuidado y se sostiene de un batón que le dejó su papá. Lleva un vestido de flores hasta sus rodillas y un sombrero semejante. Las mangas son algo grandes, pero el escote en sus pechos se deja ver. Su familia, al verla, la elogia diciéndole que se ve muy guapa. Ni Arturo ni Naím ni Kevin estaban, pues los hombres estaban trabajando arduamente, dejando como guarda de la casa a Vael, ya que su turno sería en la noche.—Hola, familia, hoy no voy a desayunar con ustedes, haré un pícnic en el jardín y cortaré flores para decorar mi habitación, así que supongo que puedo pedir cosas de la cocina— Laila, sonríe y con agrado espeta.—Lo que guates, yo misma les diré que te preparen todo para un pícnic, así que puedes irte tranquila y, por favor, ten cuidado con tu pie, no te muevas mucho——Hija, te dije que me avisarás y te iba a buscar. No quiero que te lastimes el pie, acuérdate que el doctor dijo que tenías que estar tranquila, además podías pedirle a vael
—¿quién eres tú?—Camino con lentitud hacia la mujer que está de rodillas. Lleva un vestido blanco de flores blancas, su cabello es muy rojo y, aunque está oscuro, su piel se ve reluciente. Está ensangrentada y en sus manos tiene un bulto envuelto en una manta, ella no me mira, pero cuando más me acercó la escuchó llorar, lentamente me arrodillo y trato de levantar su mentón y al verla me quedo pasmada. Era yo, era mi misma cara, era lo mismo que verme en un espejo. Caí al suelo y sentí que me ataron por los pies y las manos, mientras que aquella mujer que era yo misma se levantaba aun cargando aquel bulto en sus brazos y aunque trataba de alejarme muerta de miedo y asustada, no podía. Por más que quise gritar con la esperanza de que alguien me salvara, no pasó; en cambio, tomó mis mejillas apretándolas tan fuerte hasta hacerme abrir la boca. Mis ojos se abrieron de tal manera que pensé que se me iban a salir al sentir cómo ella escupía sangre en mi boca. No podía moverme mientras sen