Lame la herida de ella porque está brotando sangre y está anudado en su interior. Ella se contrae por el dolor que siente y está desesperada, pero ya vael no estaba, solo podía estar con ella hasta marcarla.

—es-es horrible, quiero que acabe, e-e soportado tanto—

Eros levanta su cabeza y cierra sus ojos y la mira, había retomado su conciencia, el celo había acabado.

—gatita— lass siente un apretón en su estómago y tiembla

—vas a darme un hijo gatita— quiere salirse de él y se remueve, pero solo logra lastimarse más

—Cállate, maldito, desgraciado, ¡aaahhh! Salte de mí-

—ja, ja, ja, cálmate, gatita, no es como si quisiera seguir aquí, pero (lamé su cara) hay que esperar que acabe el lazo—

El sol había salido y ella estaba dormida; no soportó tanto dolor. Él se salió de ella, y también sentía que lo había molido a golpes. Observó el desastre: en su habitación había incluso cosas rotas como lámparas y una que otra silla. La cama estaba hecha un asco. Tambaleando como pudo, fue al baño y