—Te aconsejaría que te ocultarás de ellos, mientras estés aquí, solo estarás en peligro —me aconseja Hannah.—No tengo a donde ir —agacho mi rostro—. Y si me voy del estado, será un problema también, no puedo irme hasta que el caso esté cerrado.—Me encantaría ayudarte, pero creo que la única forma en la que yo puedo hacerlo, es distrayendo a César, ya sabes, acostarme con él mientras te vas, así no se dará cuenta.—¿Y por qué debería darse cuenta?—Porque está atento a que no te vayas Isabel, eres una pieza importante para obtener lo que quiere.Ella tiene razón, por lo que me levanto y voy recogiendo las cosas del niño en lo que voy pensando a dónde irme.—Llévate lo que te ha regalado, así tienes como asistir al juicio o buscar trabajo, la apariencia te ayudará a conseguir un buen trabajo, además te lo mereces, esa familia ha sido cruel, así que ni creas que debas devolvérselo, piensa que cobras sus maldades con glamour.Asiento y vuelvo a abrazarla para agradecerle. Ella se separa
—La señora Miller me ha mandado a acomodar la habitación porque me aseguró que no volvería —me informa y yo me extraño.—¿Y en qué me momento te avisó? Yo acabo de despertar —frunzo el seño.—Hace unos momentos salió de la habitación e iba pasando por ahí, me pidió el favor de limpiar la habitación —me explica.Yo veo la manzana y tal vez fue en ese momento que baje a la cocina.—¿Qué fue lo que pasó? ¿Dijo por qué se fue? —le pregunto para tratar de averiguar en qué fallé.—Solo me dijo que tenía que irse, pero antes de eso, vi que la señora Miller le entrego dinero, por un momento creí que le había pasado algo al bebé y cuando le pregunté a la señora Miller al entrar, me regañó por ser entrometida, después salí a preguntarle a la señora Bennette y se fue.Cecilia es mis ojos en esta casa, claramente lo que diga Hannah sobre ella no le importa, porque Cecilia trabaja para mí y ella me rinde cuentas a mí, siempre eso me lo ha dejado claro desde que invite a Hannah a vivir conmigo para
—Oh que bueno gracias, dígale que se lo agradezco mucho y espero que en un momento que tenga desocupado me lo puedas presentar para agradecérselo en persona. —le digo muy contenta.—Estoy segura que para él será un placer, así que bueno, dime tú dirección —insiste.—¿La de un motel se vale? Es que no tengo donde vivir en este momento —le explico.—Entiendo, ¿Y por qué no me llamaste? Te hubiese ofrecido mi casa con gusto —me sermonea y me sorprendo un poco.—Es que no me gusta pedir, porque siento que es malo o eso es lo que me han hecho sentir —respondo tímidamente.—Dame la dirección y enviaré un taxi para ti, claro, si estás de acuerdo en aceptar vivir conmigo, será temporal o como tú quieras, pero no puedes anotar esa dirección, en caso de haber alguna emergencia, tu jefe te buscará y recuerda, aunque estemos por el suelo, no dejemos que los demás sepan. Será divertido, como si fueras mi rummy —intenta convencerme.Y me lo pienso, ¿Qué hay de malo? La vida me está dando la oportun
Alonso me cuenta que Isabel es la culpable de la muerte de Alejandro, como no le creí, me dice la verdad que fue un accidente de parte de Douglas, pero no me detalla los hechos, solo que habrá un culpable y esa será Isabel, por lo que si colaboro tendré a su hijo como mi hijo. Yo me negué, aún así me llevó a casa y me dijo que lo pensara.(Fin del flashback.) Pero cuando llegue a casa, los escuché riendo y admito que eso me dio muchos celos, sin embargo, y tal vez al principio una idea de enojo quería quitarle a su hijo por robarle el corazón a mi prometido, pero cuando César se enojó conmigo por haberlo considerado, me retracte.Y tal vez no pueda darle hijos, pero al menos tengo a César y no puedo perderlo.Isabel.Llego a la empresa en la comenzaré a trabajar y ruedo el coche de mi hijo mientras camino, siento miradas encima y eso me deja algo insegura, sin embargo, tengo que seguir, no me avergonzaré, al menos tengo un trabajo. Llego a la recepción y me presento con la intención
—Buenos días —lo saludo mordiéndome la lengua.Tenía unas ganas inmensas de irme de ahí, de repente estaba cargada de ira y me provocaba insultarlo, pero creo que mi necesidad es más fuerte que solo desquitarme.—Buenos días —tiene un rostro de que no puede creerlo. Mira rápidamente a mi hijo y luego a mi—. Acompáñame a mi oficina para conversar en privado. —me pide.Samuel muestra el en camino con su mano para que yo camine primero y mi gran error fue ver a su asistente antes de irme, haciéndome sentir que las palabras de Alejandro tenían razón.¿Acaso tengo una especie de maldición? ¿Por qué todos me creen una fácil si no he hecho nada? Tengo la respuesta y como tonta se me olvida que siempre la respuesta será Alejandro, él se ha encargado de difamarme.Llegó a la puerta de la oficina y Samuel se adelanta para abrírmela, entro con mi coche y luego entra él cerrando la puerta detrás de mí.—Cuando Juliana me pidió contratar a una Isabel Ramírez, no creí que fuera la viuda Bennette —d
—¿Y como vas a hacerlo a través de mí? Si estoy buscando trabajo porque literalmente me dejaron en la calle.—¿Y no piensas pelear tu parte? Debes hacerlo, por tu hijo, tal vez tu no quieras, pero él lleva el apellido y cuando sea grande tal vez lo reclame si tú no lo haces ahora —me dice.—No nunca obligué a Alejandro a darme algo y menos obligaré a su familia —dije obvia—, además Alejandro de verdad no dejó nada para nosotros.—No puede ser.—Es cierto, él no creía que estaba embarazada de su hijo, de tantos celos que sintió —me encojo de hombros—. Y si quieres parte de la empresa, ¿Por qué lo harás a través de mí? No es necesario casarnos, en tal caso de que tú plan funcionara, puedo dártela sin casarnos.—Es mi manera de asegurar, nos casamos y si quieres el divorcio, deberás darme parte de la empresa y a su vez asegurando la parte que me has dado de que no los dejaré en la calle, algo que todos ganemos —me responde—. ¿Quieres intentar? Tendrás todo mi apoyo para obtener alguna in
Samuel se ve arrepentido y yo le doy media sonrisa y le sobo el brazo.—Acepto tus disculpas —le sonrío.—Eres tan buena —me mira con alegría—. Por eso eres tan deseable, él te presumía demasiado.Me sorprendo, pues es primera que escucho que él hablaba bien de mí.—La familia de Alejandro me odia porque él hablaba mal de mi, pero con sus socios decías maravillas, ¿Entonces por qué tus empleados me ven como si fuera mala? —Tal vez porque saben cuánto he fastidiado a Alejandro diciéndole que tú me gustas —se ríe—. Y al empezar a trabajar para mí, creen que tengo favoritismo y no pueden culparme por ello —me guiña el ojo y me incómodo—. Tranquila, solo coqueteo por bromear, pero si quiere no bromeo.No puedo evitar sentir un pequeño calor por mi cuerpo, me siento nerviosa.—Relájese, no pasará nada entre nosotros, a menos que usted quiera, como le dije, lo primordial para mi es recuperar la parte de mi abuelo. Y si no llega a tener un plan haciendo que nos aferremos al mío, ¿Qué tendrí
Todos los días me pregunta si puede jugar con Alejandro y siempre le respondo que está muy chiquito para eso, aún así le gusta hablar con él o enseñarle sus juguetes.—Claro que puedes jugar con él —respondo está vez—. Pero recuerda que él está chiquito, por lo que él será un espectador.—No hay problema —sonríe—. Siempre quise un hermanito —repite.—Vale, entretenlo mientras hago el desayuno —le hago saber.Pero claro que no iba a dejar a un niño a cargo de mi hijo, pero no sé lo iba a hacer saber, puede que necesite sentirse con una responsabilidad, quiero que sienta que le tengo confianza, sin embargo, sé que es pequeño y no puedo dársela del todo.—Como diga —me responde con respeto.—¿Y que haces despierto a esta hora un sábado? —le pregunto para sacar tema de conversación.—Lo sé, debería estar descansando porque no hay escuela, pero supongo que es la costumbre —se encoge de hombros—. Mamá si descansa hasta tarde y como estamos solos, me gusta hacerle el desayuno.—¿En serio? ¿Y