74. Soy el idiota que te ama
Jason
Las cosas con Hanna no han estado bien. Desde que todo lo del robo pasó mi genio ha empezado a ser más voluble de lo normal y suelo explotar con cualquier cosa y eso fue lo que pasó hace una semana cuando la grité.
La tensión en el apartamento se ha vuelto palpable desde aquel incidente donde actué como imbécil. No puedo evitar notar su actitud distante, como si estuviera guardando cierta distancia para protegerse.
Me siento perdido, sin saber cómo acercarme a ella sin lastimarla más.
Mientras estoy en la sala, mi mirada cae sobre una revista que Hanna dejó hace unos días. Curioso, la tomo en mis manos y veo que su artículo ha sido publicado. Un sentimiento de orgullo y arrepentimiento me embarga. Me siento como un idiota por no haberle dicho nada antes y haber reconocido su logro.
Sin embargo, también lo veo como una oportunidad perfecta para tomar valor y para acercarme a ella y felicitarla.
Con lentitud abro la puerta de la habitación y ahí está ella vistiendo su conju