Jason Mis ojos no han podido separarse de Hanna desde que el abuelo se la llevó y ser interrumpido cada dos minutos por alguien que quiere saludar o hablar de negocios me ha hecho imposible llegar hasta ella, solo espero que la gatita no diga nada que nos deje en evidencia. Cuando finalmente creo que tengo el camino libre, empiezo a caminar directo hacia donde ella se encuentra y estoy muy cerca de llegar hasta que siento como una mano se enrosca en mi antebrazo impidiendo que continúe y cuando mis ojos buscan al responsable, me encuentro viendo la mirada coquette de Lorena. Aquí vamos… —Hola, guapo. No hemos tenido tiempo de hablar— me dice y me regala una sonrisa que supongo pone a sus pies a cientos de hombres, pero que ahora mismo a mi solo me fastidia. No voy a ser un hipócrita y decir que Lorena no es atractiva, porque Joder, claro que lo es, pero por alguna razón su insistencia, su coqueteo e insinuaciones me molestan. —Es una suerte entonces que nos viéramos hace poco en
Hanna La noche ha sido una completa locura. Desde el papá de Jason diciéndome nuevamente palabras hirientes, hasta el tipo que apareció de la nada y se molió a golpes con él. No sé en qué momento mi vida en Los ángeles se volvió tan complicada. Y lo peor no es eso, lo peor es que siento que no quiero salir de la locura. Miro con el rabillo del ojo a Jason que me lleva de la mano hacia lo que parece ser un ascensor lujoso en su edificio, ese que la primera vez ni detallé, y Dios, a pesar de los golpes, él sigue viéndose como la fantasía de cualquier mujer. Cuando su rostro se gira hacia el mío y me pilla viendo, siento que me sonrojo como colegiala haciendo que él esboce una de esas sonrisas matadoras. —¿Entretenida con la vista gatita? Santo padre, este hombre quiere matarme. —Tienes el rostro hinchado, ¿Hay botiquín en tu apartamento? Él deja salir un suspiro en el mismo instante en que las puertas del ascensor se abren directamente dentro del apartamento y esta vez sí que me
JasonNo entiendo de donde sale la necesidad que tengo de saber todo sobre Hanna, pero es algo que no puedo controlar y, como si el destino quisiera ponerse de mi lado, cuando voy a buscar el botiquín a la habitación me llega un mensaje de Alex donde me dice que ya la investigación de la rubia está en mi correo eléctronico.Tuve que poner todo mi autocontrol para no ir corriendo a revisarlo de inmediato.Sin embargo, teniéndola aquí y escuchando como habla de heridas con tanta familiaridad no puedo evitar que mis alarmas y sospechas se enciendan, porque tengo el presentimiento que su vida en Londres no fue tan buena como quiere hacerlo ver.El solo pensar que le han hecho daño, que pudieron haberla lastimado más de lo que me imagino, hace que un malestar se apodere de mi.Veo como toda ella parece estar debatiéndose entre hablar o no hacerlo, su cuerpo está demasiado rígido y eso solo me anticipa que la respuesta no va a gustarme, sin embargo no estoy preparado para sus palabras cuand
HannaDespertar en la misma cama con Jason parece que se está convirtiendo en una costumbre. Sin embargo, esta vez hay una gran diferencia. Esta vez estamos frente a frente, yo estoy prácticamente acurrucada en su pecho, su mano está en mi cintura dejando caricias y él tiene esos hermosos ojos azules fijos en mí.Por un instante siento que me quedo sin respiración, en especial cuando él me da esa media sonrisa que hace que cosas raras se formen en mi panza, pero entonces toda la magia desaparece cuando los recuerdos de la noche anterior llegan a mi.Lo sabe… Él lo sabe.De inmediato alejo mis ojos de los suyos e intento ponerme en pie, pero su mano en mi cintura me lo impide.—Ey, ¿a dónde vas, gatita?Las palabras se niegan a salir de mi boca, al igual que mis ojos rehuyen totalmente los suyos, sin embargo cuando siento como su rostro se inclina hacia mí y al segundo siguiente su boca está en mi cuello expuesto dejando un beso en el lugar justo donde mi pulso late desaforado, en ese
Jason—Déjame ver si entiendo, luego de años de soltería decides tener algo con alguien, pero solo puede durar hasta que el contrato termine ¿y me dices que ella estuvo de acuerdo con esa estupidez?Pongo los ojos en blanco al escuchar a Alex joderme por lo mismo, desde hace dos días que hablamos sobre la amenaza del imbécil del ex jefe de Hanna, Alex no ha dejado de molestar diciendo que estoy actuando como un novio real, lo que me llevó a contarle de mi acuerdo con la rubia.Eso es lo peor que he podido hacer.—Si, joder, así tal cuál, ¿ahora puedes hacer el favor de enfocarte en lo que te pedí?Él me mira como si no pudiera creer lo que estoy diciendo y entonces, haciendo que esté muy cerca de perder la paciencia suelta una carcajada que hace que mis ganas de ahorcarlo incrementen.—No lo puedo creer— dice, sin dejar de reír—Has caído por la rubia,hermano.—No he caído por nadie, simplemente no me gusta compartir — le digo, pero las palabras me saben amargas— ¿Me gusta? si, no voy
HannaHe estado paranoica los últimos dos días esperando que en cualquier momento me llame mi jefa Mila o los gerentes de la revista para hablarme sobre todo lo ocurrido con mi jefe, pero gracias a Dios, aparte del usual cuchicheo sobre mi reciente relación, no ha pasado nada.Estoy terminando de escribir un articulo sobre la miel de los primeros meses de una relación, cuando siento como alguien se coloco enfrente de mi escritorio y al levantar la vista me encuentro con Krista viendome con el ceño fruncido.—¿Te puedo ayudar en algo?— le pregunto cuando veo que no me dice nada.Ella al escucharme aprieta la quijada con fuerza y me lanza la peor de las miradas, mientras pasa su cabello rubio platino hacia su espalda.—No entiendo cómo fue que lo conseguiste. — me dice finalmente y yo de inmediato me tenso pensando que puede estar hablando sobre el cerdo de mi ex jefe.—¿Cómo conseguí qué?—pregunto con cautela.—No te hagas la tonta, sabes que estoy hablando de tu supuesta relación con
Jason ME COLGÓ. La endemoniada rubia se atrevió a colgarme el celular.. Esta mujer va a matarme de un aneurisma, veo a lo lejos como se asoma la revista en la que Hanna trabaja, y entonces esa cabellera rubia que ya es tan familiar para mí se ve caminando directo hacia el lugar; menos mal y decidí salir nada más ver la foto, porque sino de seguro que se me hace imposible verla. Me encargo de dejar el auto en uno de los parqueaderos de visitantes y espero a que ella se acerque a la entrada, solo entonces camino directo a donde ella está y tomándola por sorpresa la tomo de la mano y le giro su cuerpo hacia el mío. —Ahora sí, tú y yo vamos a hablar, gatita.—Le digo y mientras veo su expresión sorprendida. Aprovechándome de eso comienzo a llevarla directo a donde mi auto se encuentra y no es hasta que quito la alarma que ella finalmente reacciona. —¿Qué crees que estás haciendo?— me dice, dando una mirada a las personas de alrededor que no han dejado de cuchichear desde que llegué.
Hanna Por un momento creo que me estoy imaginando cosas al girar el rostro y ver la silueta de Seth, el ex mejor amigo de Jason que lo traicionó, en la puerta de la oficina, pero cuando veo a Margi entrar acelerada tras él y siento Jason gruñir, ahí me doy cuenta que es real. —Lo lamento, señor, pero él entró sin autorización, yo estaba a punto de… —No te preocupes, mujer, ¿o acaso no ves que tu jefe estaba ocupado con su mujercita? El comentario burlón consigue que yo de inmediato vuelva a girar mi rostro siendo consciente de donde me encuentro sentada, consiguiendo que la vergüenza sea inmediata. Siento como todo mi cuerpo se tensa y sé que Jason lo ha notado porque un nuevo gruñido sale de él, sus manos están aferrando con fuerza mis caderas y sin importar quién puede estar viéndonos, él inclina su rostro hacia el mío y sin darme tiempo de hacer nada, estampa un beso de pico en mis labios. —No tienes nada de qué avergonzarte—susurra sobre mis labios, consiguiendo que yo esboc