Al terminar ese beso tan significativo, Alondra miró directamente a los ojos y, le abrió su corazón, expresándole sus miedos e inquietudes:—Tengo miedo Lexter, miedo de que los representantes de la Corona inglesa decidan que no podemos estar juntos; y, me alejen de tu lado, miedo de que me condenen a muerte, por haber violado la ley Kriesh. Por otra parte, si realmente yo fui creada Dojagi en un laboratorio, yo no quiero que tú sufras al verme deteriorarme cada día más, ni tampoco quiero que tu vida corra peligro.—Mi amor, escúchame bien lo que te voy a decir: yo siempre estaré a tu lado y, jamás permitiré que nos separen, antes prefiero abdicar o morir. Por otro lado, nadie te lastimará mientras yo respire—Yo no permitiré que abdiques o que mueras Lexter, tu familia y todo el país, han puesto sus esperanzas en ti y en tu futuro papel, como Rey de Gales, ¿Realmente serías capaz de darles la espalda, sólo por amarme?—¿Es que acaso no lo entiendes? Si me llegan a separar de ti, y,
—¿Tu futura esposa? ¿Qué estás diciendo? —se escuchó la voz de Alondra—. ¿Esto significa que…?—Cariño mío, así te veo yo, como mi futura esposa. Ahora soy yo el que te pregunta, ¿Aceptas casarte conmigo?—Ella no se puede casarse Alteza, ni con usted ni con nadie. ¿Sabe por qué? Porque ella es una inútil, una simple muñeca de porcelana que no puede darle hijos, alguien que en este momento, está esperando que otros decidan, si se le perdona la vida, o por el contrario, se le da muerte hoy mismo. —dijo Susett con rabia y burla a Alondra.—¿Cómo puedes ser tan cruel conmigo Susett? ¿Qué mal tan grande te he hecho yo, para que me odies tanto? —fue la respuesta de una sollozante Alondra.Al escuchar las palabras de Alondra hacia Susett, Lexter besó la frente de Alondra para tranquilizarla, para luego, acercarse a Susett, y arrancarle de un tirón, el distintivo que la acreditaba como Dojagi del palacio Galés; y, que a su vez, le servía de protección y de permiso Real, algo que dejó a Suset
Dedicatoria. Esta novela va dedicada, a todas las muñecas y muñecos de porcelana que existen en el mundo, aquellas mujeres y hombres, que en medio de las circunstancias más desgarradoras y dolorosas, como puede ser padecer de una enfermedad crónica y desgastante, quien sufre por ello, logran remontarse cual fénix de acero, vivos e invencibles, poseyendo al final del camino, una fuerza interna tan resistente que nada ni nadie la puede destruir. Por tal motivo, esta obra va dedicada a todas aquellas personas que sienten que su mundo es gris u oscuro, porque sufren de un estado físico o emocional muy frágil, por lo que creen que esto es una barrera u obstáculo para poder vivir y disfrutar de la plenitud de su existencia y es en este punto, donde “Una muñeca de Porcelana y Acero” nos enseñará, que en medio de la vulnerabilidad que podamos sentir debido a una enfermedad o a un padecimiento crónico, sea este de índole físico, mental o emocional, esta misma vulnerabilidad también puede tran
—¿Se puede saber qué te sucede para que no me prestes ni la más mínima atención Lexter? Tú sabes lo importante que son los visitantes que llegarán a Gales la próxima semana, por lo que no podemos darnos el lujo de que hayan distracciones. Por eso, dejé a tu cargo todo lo referente al recibimiento Real. Pero, el día de hoy, parece que no estás aquí y tú no eres así. —le dijo el Rey un poco molesto. —Si hermano, es cierto lo que papá dice, tú no eres así de distraído. Dime en qué te puedo ayudar y lo haré, sabes que cuentas conmigo. —le dijo al Príncipe heredero, el Príncipe Seong-Jin, uno de sus hermanos. —Gracias Seong-Jin por ponerte a mi disposición, créeme que tú has sido de mucha ayuda para mi en estos momentos. Perdónenme por estar tan distraído el día de hoy, no sé qué me pasa. Tal vez, tantos preparativos que aún tengo pendientes para la próxima semana, me tienen un tanto disperso. —les respondió Lexter a su padre y hermano. —¿Qué te pasa hijo? Se nota que algo o alguien se h
—Alteza Real, señorita Richmond, es un verdadero placer para mi conocerles personalmente; y sobre todo, que ambos hayan aceptado que yo les haga esta entrevista. —dijo la señorita Aisha Brown, una periodista muy reconocida en el país por su trabajo.—Gracias a usted por aceptar hacernos esta entrevista señorita Brown, créame que para Alondra y para mi, el que hayamos aceptado hacer esta entrevista, es un paso muy importante y decisivo, sobre todo, por lo que realmente significa. —le respondió el Príncipe de la Corona.—Es altamente conocido que la señorita aquí presente y usted, siempre han sido muy renuentes a dar declaraciones a la prensa. ¿Me podría explicar el motivo? —preguntó la periodista.—Déjeme explicarle el motivo de nuestra renuencia, señorita Aisha. Ante todo, yo soy demasiado tímida con las personas que no conozco, por lo que se me hace muy difícil, hablar y expresarme con libertad en público. Por otra parte, desde que el Príncipe Lexter y yo… hicimos público nuestro nov
—Buenas noches a nuestro querido auditorio, a un día muy especial en el programa, “Un camino de inspiración.“ Yo soy Aisha Brown y el día de hoy, será único y excepcional, ya que entrevistaremos a dos personas que harán de esta velada, algo sin precedentes. ¿Les gustaría saber de quienes se trata? —Pues, antes de darles oficialmente la bienvenida al set, les diré que él, es uno de los hombres más asediados por las féminas de todo el país y creo que de todo el continente. Es alguien que se ha labrado una excelente reputación en el mundo de los negocios internacionales, es un gran empresario, un hombre de firmes y fuertes convicciones y posee un corazón muy generoso, aunque también es conocido por el apelativo, el Príncipe de hielo, debido a su actitud implacable en los negocios y en su vida personal. Además, él es el primer defensor de los derechos humanos de las clases más desfavorecidas de la nación, demostrándolo al crear múltiples fundaciones de ayuda social y de educación en todo
—Determinar el día exacto en el que me enamore de Alondra, es imposible porque yo mismo aún no lo sé. Sin embargo, puedo afirmar que desde que la vi por primera vez, yo le tomé un gran afecto y un fuerte instinto de protección hacia ella, nació dentro de mi, pero aún yo no lo aceptaba como amor, aunque confieso que desde siempre me cautivaron tanto su personalidad como su mirada esquiva y tímida, a pesar de la corta edad que yo tenía en ese momento. Recuerdo que yo apenas tenia 15 años y ella tenía 10, cuando nos presentaron y ella llegó a vivir en el palacio. Ese día Alondra se notaba muy triste y asustada, eso me conmovió profundamente.—comenzó a relatar el Príncipe Lexter y agregó: —Ese día, luego de conocer su historia y el por qué de su tristeza, yo decidí que sería su amigo; y así fue, ambos nos convertimos en muy buenos amigos desde entonces.—Y, ¿Lady Alondra ya había manifestado síntomas de la enfermedad cuando se conocieron, o la condición de salud tan frágil se presentó de
Flashback: un año atrás .Habían transcurrido dos semanas, desde que el Príncipe Lexter evitara que Alondra cayera por las escaleras; y a partir de ese día, el Príncipe de manera intencional, buscaba oportunidades para poder coincidir con la señorita Richmond y poder hablarle, aunque fuera sólo por un instante, con un saludo cuando ella estuviera con la Princesa Kitty, o cuando ambos se encontraban en los pasillos del palacio, porque lo que realmente deseaba el Príncipe Lexter, era demostrarle de forma más abierta, su interés por ella, algo que tenía a Alondra cada vez más nerviosa, pues cada vez que él le demostraba mediante sus miradas o sus palabras, que se sentía atraído por ella, el corazón de Alondra se agitaba tanto, que aveces creía que se saldría de su pecho, llenándola de una mezcla de ansiedad, temor, nervios y una gran felicidad, que cada día se le hacía más difícil ocultar.Por otra parte, desde ese mismo día, tanto Lexter como Alondra, comenzaron a comunicarse por teléf