Capítulo 22, ¡listo! Se viene maratón de capítulos :)
POV NOEL —No sé si pueda aceptar eso, Maximun —Por favor, Noel. No puedes marcharte, así como así a cualquier lugar con Valentina tan pequeña y con tu padre y Mezzla Vi acechándote. —¿Sabes lo de Mezzla? —Lo siento, no debía decirlo. Lo supe porque fui una de las personas que fue a traer a tu hija, de su casa, de vuelta a tus brazos. —Eso no lo sabía, Maximun. Te lo agradezco demasiado. —Demetrius intervino en mayor parte, él… bueno, ahora no tiene caso hablar de eso. Por favor, Noel, acepta mi propuesta. Ven a mi casa; ahí, Valentina y tú estarán mucho más seguras. Hazlo por ella…, hazlo por tu hija. —Tienes razón…, pero… ¿qué hay con tu esposa? ¿No crees que a ella le incomodaría? —Claro que no —sonríe—. Catalina es una gran mujer. Aparte, tú le agradas. —¿Por qué? ¿Cómo así? —¿Recuerdas la oportunidad en la que vine con ella aquí? —Sí —Me dijo que le habías agradado —¿En serio? —Sí. Y estoy seguro que ella no estará incómoda. —¿Estás muy seguro? —Muy seguro, Noel. Mi
POV NOEL —Sí, mi amor, ya estás súper grande…, súper grande —acoto con alegría mientras levanto a Valentina en brazos como si fuera un ave…— Woooo ¿Quién es el ave más hermosa? Sí, tú, mi amor —señalo; y ambas reímos mientras yo la vuelvo a abrazar. Había pasado ya unos meses desde que salí de la casa de Demetrius y había ido a vivir con Maximun y su familia en un espacio apartado de su casa principal; lo único que compartía con su familia era el jardín, ya que no quería incomodarlos de alguna forma. Hoy… hoy Valentina cumplía ya sus 8 meses de nacida y estábamos esperando a Demetrius para partir el pastel que yo le había preparado al amor de mi vida. Demetrius, apenas y nos llevaba visitando 3 semanas, ya que me había negado a verlo. Sentía que yo debía estar sola y él también. No obstante, sí dejaba que viese a Valentina desde hace 2 meses, puesto que ella lo había extrañado mucho durante las 2 primeras semanas en las que empezamos a vivir en la casa de Maximun. Me gustó que Deme
POV NOEL —Buenos días… —Buenos días, Demetrius. Siéntate —¿Desde qué hora están despiertas? —hace como una hora. Valentina sigue despertándose muy temprano. —Ya veo… —susurra somnoliento; y yo sonrío mientras termino de servir el desayuno— Yo, ahora ´si, ya creo que debo irme —¿No te quedarás a desayunar? —Me encantaría —Bueno, toma asiento… —Gracias —No es nada —susurro al sentarme yo también; y comenzar a dar de comer a Valentina su puré de fruta. —Le gusta ese puré —Es su favorito… —Ya me había dado cuenta antes —musita; y yo vuelvo a sonreír—. ¿Qué harán hoy? —La llevaré a sus clases de natación… —Sobre eso, quería pedirte algo —Dime —¿Podría aumentar tu seguridad? —¿Por qué? La que tengo está bien, aparte, créeme, tener a muchas personas vigilándome me hace sentir más miedo. Siento que es porque, en cualquier momento, alguien podría atacarnos, —Serán las mismas camionetas, solo aumentaré cuatro hombres más. —bueno, está bien… como quieras —¿A qué hora es su cl
POV NOEL —Demetrius, ¿qué haces aquí? ¿Te pasa algo? Te noto un poco serio. —¿Podemos hablar, Noel? —Sí, claro… pasa… —¿Interrumpo? —Claro que no. Yo solo le estaba leyendo a Valentina. Pasa… —pido al abrir más la puerta; y Valentina se alegra de ver a Demetrius. Él va hacia ella, la alza en brazos, le da un beso y la abraza muy fuerte. —Demetrius, ¿sucede algo? —Quisiera que hablemos. Es serio. —Claro que sí. ¿Deseas algo de tomar? —No, gracias… —Veo que es demasiado serio. —Sí…, lo es… —Siéntate —le pido; y lo hace. Se sienta en el sofá, junto a mí y con mi bebé en sus piernas. Valentina se dedica a jugar con las varoniles manos de Demetrius (las cuales parecían enormes al lado de las pequeñas manitos de mi hija). Ella, como siempre, no se despega de él. —¿Sabes? Estoy empezando a sentirme muy celosa. —¿Por qué? —¿No es evidente? —cuestiono; y él ríe ligeramente. —Ella te ama mucho más que a mí; estoy seguro. —Sí y dijo “papá” primero —sonrío a boca cerrada; y él r
POV NOEL El tiempo había pasado, Valentina acababa de cumplir 11 meses y, como siempre, Demetrius nos acompañaba en cada celebración. En esta oportunidad, nos había despertado temprano (aunque Valentina ya lo había hecho desde antes), nos llevó a la sala y vimos una hermosa mesa preparada con un pastel un tanto raro. —Yo… lo hice, pero no me quedó tan bien… —musita apenado; y yo sonrío mientras me giro para darle un tímido beso. —Es una linda sorpresa. Gracias por querer tanto a Valentina, —Gracias a ella por estar en mi vida y… a ti —precisa; y veo que le cuesta un poco decirlo. Yo sonrío y solo me dedico a acariciar su mejilla. —Queremos probar ese pastel. —¿Valentina puede comer? —No, claro que no, pero le daré una pequeña migaja, Estoy segura de que no me lo perdonaría si no le doy a probar una ñisca al menos. —Entonces vamos a celebrarle, déjame prender las velas —me pide emocionado; y yo sonrío al verlo así. Luego, los dos juntos, empezamos a cantarle a nuestra bebé. Ha
POV NOEL —Buenos días… —Buenos días —sonrío—, ¿cómo dormiste? —Casi no podía ni respirar —bromea al ver a Valentina con su pequeño bracito alrededor de su cuello. —Te prometo que, para la próxima vez, aceptaré tu propuesta de llamar a la enfermera para que la cuide por una noche. —No te preocupes… —susurra tranquilo al verme fijamente con sus ojos grisáceos (los cuales, a comparación de la primera vez que los vi, ahora reflejaban cierta paz) —igual fue una noche maravillosa… —¿Así no haya habido sexo? —Así no haya habido sexo —confirma—, pero eso no significa que no quiera tenerte contra mi cama y haciéndote mía de todas las formas que conozca. —Qué directo, señor Hills —Siempre he sido así, señorita Varksov… —Te quiero, Demetrius —sonrío al acariciar su mejilla (la cual estaba adornada por su barba un poco más crecida de lo normal). —¿Qué pasa? —No sé… tal vez…, ya sea hora de afeitarte, ¿no crees? —¿No te gusta mi barba? —Me gusta —¿Entonces? —Pero creo que una afeita
POV DEMETRIUS—¿Listas?—Listas —responde al regalarme una sonrisa.Yo decido corresponderle de la misma manera y luego, me acerco a ella para tomar a Valentina entre mis brazos y a ella regalarle un beso.—¿Sucede algo?—¿Por qué lo preguntas?—No lo sé —sonríe otra vez; y yo la vuelvo a besar.—Estoy bien…—Igual yo…—Estoy feliz…—Yo también lo estoy, Demetrius —me abraza.Ante ello, la envuelvo con el brazo libre que tenía, puesto que en el otro tenía a Valentina, rodeando mi cuello con sus pequeños bracitos como de costumbre. En ese momento, siento una extraña sensación…, una muy cálida…, una que… hace muchos años había perdido y creí que nunca jamás iba a volver a sentir. Se sentía bien…, era perfecto; no obstante, aquel sentimiento de culpa de estar fallándole a Sophia y nuestros hijos se hace presente y quiero separar a Noel de mí y entregarle a nuestra bebé, pero… no podía. Quería esto de nuevo, quería estar tranquilo…, olvidarme de toda venganza y vivir mi vida otra vez al l
POV DEMETRIUS —Demetrius, siento que tropezaré… —¿No confías en mí? —Nada de eso…, pero… ya tengo mucha curiosidad de saber en dónde estamos —Solo unos pasos más, Noel… —Estamos en césped, ¿no es así? —Sí es césped —¿Un parque? ¿Una… —Aaaahhh —grita nuestra hija; y los dos reímos —Valentina está emocionada. Le gustó lo que vio. Yo también quiero verlo, ¿qué es? ¿Ya puedo quitarme la venda? —Eres muy impaciente, Noel… —susurro divertido al comenzar a desatar la venda de sus ojos—. ¿Preparada? —Y muy ansiosa… —Entonces no te haré esperar más. Le doy un beso en su cuello y termino por quitarle la venda. —Ya puedes abrir tus ojos —preciso; y ella lo hace lentamente. Cuando lo hace por completo, veo la sorpresa en su expresión y en su mirada. Lleva sus manos a su boca y, aun así, puedo saber que ha empezado a sonreír. Noel empieza a dar pequeños saltitos sobre su lugar y luego, se gira para mirarme. —Demetrius… —susurra mi nombre de aquella manera especial que tanto me gusta