Eva se quedó en blanco al escuchar las palabras de su esposo.¿Eso no podía ser posible? El pequeño debía ser hijo de Jeremy. Pero lo que sintió Eva fue un fuerte coraje ante esa mujer.Marie, porque había visto cómo su esposo luchó contra sus sentimientos, al principio de su relación para guardarle un luto que no merecía.Pero no era momento para que ella se pusiera a ver eso, sino a pensar que si Airon no era hijo de Jeremy, alguien podría llegar a pedírselo.—Nadie aparte de tu padre sabe de esto ¿Verdad? Nadie puede saber que él no es tu hijo de sangre, porque no me importa lo que digan esas pruebas. Él es nuestro hijo, es tan tuyo como mío.Se le hinchó el corazón en orgullo al escuchar a su esposa hablando, tenía muy claro que ella amaba a Airon tanto como amaba a Anya.— No lo sé, pero parece que no piensa quedarse callado — respondió Jeremy atrayendo a su esposa para hacerla sentarse sobre él en la mecedora — Él es nuestro hijo.Echó el cabello de Eva a un lado y hundió la nar
— Te amo tanto Eva…Dejaba que sus instintos lo guiarán, estaba tan duro que no podía más que frotarse contra la humedad de su esposa, como si pidiera permiso para adentrarse en ella.—Y yo, mi amor, moriría si un día me haces falta— respondió ella a las palabras de su esposo, mientras sentía como el dolor delicioso que había empezado en sus pezones endurecidos se extendía por todo su cuerpo, enloqueciéndola, haciendo que sus manos adquirieran autonomía.Las manos de Jeremy se deslizaron por las hermosas curvas de Eva hasta que se aferró a su cadera y la alzó levemente para conseguir la inclinación que necesitaba para penetrarla.— ¿Que me haces, por qué jamás puedo resistir mis ganas de hacerte mía?Preguntó mientras se adentraba lentamente en ella, adorando cada centímetro de su interior que se abría para él y lo acogía a la vez que lo iba apretando hasta estar completamente hundido.—No lo sé, pero no deseo que lo hagas— reconoció ella con el rostro rojo y su mirada vidriosa a caus
El tiempo pasa rápido durante un embarazo, para todos menos para la propia embarazada, quien se siente demasiado sensible, pesada y temperamental. A veces Anahí deseaba que su bebé naciera ya ¿Se supone que muchos nacen sietemesinos no? Pero cada vez que se quejaba no lo decía de verdad, era solo una forma de quejarse, una forma de Acer que Alexander se fijara en ella y la consintiera.Por eso cuando rompió aguas, un fuerte miedo la invadió, era demasiado pronto, muy pronto como para que el bebé estuviera preparado ¿Y si algo sucedía?— Alexander… Alexander cariño — llamó su atención aterrorizada al ver el charco bajo sus pies, sintiendo como su corazón palpitaba tan fuerte que estaba segura de que en cualquier momento se le saldría del pecho.Alexander se encontraba ya harto de estar ahí cuidando de esa mujer, sí que era sumisa y por un tiempo cumplió sus expectativas, pero ya no era lo mismo en estos últimos meses que su barriga se veía cada vez más pronunciada y la delgadez de la m
Allí estaba Morgan sin saber muy bien cómo actuar, era cierto que él había estado huyendo de Xavier. El hecho de que fueran familia era algo complicado. Pero también era cierto que ese miedo se le fue con el paso de los meses.Cada día que iba a la morgue a continuar con sus prácticas, él se veía abstraído en sus propios pensamientos y eso hacía que Morgan se entristeciera un poco más al pensar que había perdido del todo el interés por él.Ya no se pudo aguantar cuando lo vio peleándose con un viejo portátil sin prestarle ningún tipo de atención.— Ya me marcho…— Dijo Morgan y el doctor simplemente asintió con la cabeza haciendo que la molestia del chico aumentara.Miller no podía evitar sentirse culpable, sobre todo por desear a su joven pupilo, quien en realidad era su familiar más cercano y único que tenía.Además, cómo podía verlo a la cara cuando todavía no había logrado matar al culpable de la muerte de sus padres.Aunque claro de no haberlo hecho Valerian, lo hubiera terminado
Anahí fue entregada directamente a la sala de partos. No podía ser ella, no estaba todavía preparada para tener a su bebé. No podían hacerla parir tan pronto.— Pero debe haber alguna forma de parar las contracciones — dijo ella llorando antes de tensarse ante una duda contracción que por suerte paró rápido.El ginecólogo de esa guardia no veía otra opción posible que la de intervenir a la joven lo antes posible, tenía un fuerte desprendimiento de bolsa amniótica que le estaba provocando una fuerte hemorragia y con la anemia de la mujer, podría morir en cualquier momento.— Está teniendo una hemorragia, si no sacamos pronto al bebé podrían morir los dos.Anahí sintió todavía más miedo al escuchar lo que decía el médico y tomó su mano para obligarlo a mirarla.— Por favor, no deje que le suceda nada a mi bebé — pidió ella, ya que en el fondo sabía que si algo le ocurría a ese bebé Alexander la dejaría y ella no quería perderlo, estaba enamorada de él y a esas alturas no podía imaginar
Cuando llegaron al apartamento de Xavier Morgan no tardó mucho en dejar el portátil sobre la mesa del forense y comprobar que todavía le quedaban más de seis horas de desencriptado.— ¿Creo que tenemos muchas cosas de las que hablar, No crees?— mencionó Morgan cuando se giró y encontró a Xavier tan cerca.Su pulso se aceleró y su respiración se agitó tanto que era imposible que el otro no se hubiera dado cuenta de nada.Las manos le ardían por la necesidad de levantarlas y abrazar a ese hombre, o acariciarlo o despojarlo de la ropa que lo cubría.—Si creo que nos hace falta hablar — mencionó Xavier, quien no podía dejar de ver a Morgan a los ojos.Es que le era imposible no prestarle atención, todos estos días donde se limitaba a fingir ignorarlo, la verdad era que se la pasaba la mayor parte del día haciendo eso, aunque claro, a escondidas del joven.Así fue como descubrir que el joven se mordía el labio inferior cada vez que se concentraba en algo, o que levantaba una ceja cada vez
El corazón de Morgan se aceleró en el instante en el que escuchó aquellas palabras salir de los labios de Xavier, él también había estado loco por ese hombre durante meses, creyendo que lo odiaba y dándose cuenta de que cada vez se enamoraban un poco más de él.Había sido un suplicio, luchar contra sus propios sentimientos y sobre todo cuando se sintió correspondido, no llegar a ese punto al que estaban llegando en ese momento y contenerse era todo un suplicio.Pero ahora no había motivo para seguir teniendo miedo, era el momento de dejar que Xavier explorará todo su cuerpo y abandonarse al deseo reprimido que tuvo durante tanto tiempo.Aun así, lo que no esperaba era escuchar aquellas palabras, estaba preparado para la pasión, pero no para la forma en la que se llenó por completo de sentimiento al oírlo decir aquello.— Yo también te amo — confesó Morgan sin dudarlo y atrajo a Xavier tirando de su cabello para besarlo, mientras podía sentir sus manos explorando en su intimidad.Fue e
Morgan estaba completamente entregado a su amante, no era solo su cuerpo, su entrega iba mucho más allá de la piel, había algo que no se veía, su alma, la que Xavier era capaz de tocar en aquel momento en el que sus cuerpos se unían, en el que lo cubría por completo.— No importa, no te detengas, quiero ser tuyo. — Aseguró el joven abrazándose a la cadera de Xavier con las piernas y presionándolo para atraerlo más, para hacerlo ejercer más presión y así poder sentir mucho más que esa puntita que no hacía más que desesperarlo.Xavier no pudo controlarse más y eso hizo empujándose por completo en su interior, penetrándolo por completo, sintiendo como la humedad y la presión ajena lo oprimía.— Xavier — Gimió Morgan más por dolor que por placer, en ese instante se sentía completamente lleno de él en todos los sentidos, pero no lo acompañaba placer, era una punzada de dolor que hizo que él le transmitiera todo lo que sentía al arañarle la espalda.— Morgan — a él lo enloqueció la forma en