Harry Duncan, el patriarca Duncan, llegaba al apartamento que había comprado para su amante, la joven de 18 años que había sacado de aquel burdel. Si se iba a morir en cualquier momento pensaba disfrutar de la compañía de esa bella chica, al fin y al cabo no sabía en qué momento su corazón podía volver a dejar de funcionar y tal vez no tendría la misma suerte.Así que en cuanto estuvo mejor no dudó en cumplir la promesa que le había hecho a Maryam, la tenía como una princesa y lo único que tenía que hacer era ser cariñosa y complaciente con él, algo que parecía dársele muy bien.— Te llegó una carta — dijo la chica quien estaba algo extrañada de que alguien supiera que allí podía encontrarlo — no tiene sello, ni remitente — le dijo Maryam mientras se acercaba a él con el sobre en la mano para luego colgarse de su cuello y besarlo.En realidad ella estaba muy agradecida con él, jamás hubiera pensado que podría tener la vida que aquel hombre le estaba dando.Era como estar viviendo un s
Harry no se explicaba aquello ¿Podía ser cierto lo que le contaba Alexander? ¿Su prima era realmente una mujer llamada Marie que había muerto dando a luz a su nieto Airón? ¿Entonces Anya no era realmente su nieta? ¿Qué razones habría tenido su hijo para hacer todo aquello? Tal vez Anya sí era su nieta y él tenía a Eva de amante, todo podía ser, pero como no lo sabía, dejaría de imaginar y preguntaría directamente, seguro que su hijo tendría una explicación.Poco tardó en llegar a casa, pero lo que encontró se sintió como una puñalada directa en medio de su frágil corazón.Estaban todos cenando, hablando y riendo alegremente en el comedor, incluso Diddier y aquella mujer amiga de su nuera habían sido invitados a esa cena. Era cierto que Harry últimamente pasaba noches fuera de casa y ni siquiera llegaba a cenar, pero ya ni siquiera lo llamaban para preguntarle.— ¿Señor le sirvió su cena?— preguntó la asistenta al verlo aparecer en el gran comedor.Solo entonces los miembros de su fami
Harry salió a toda prisa del comedor, poco le importaba que su familia se hubiera enfadado, no habían tardado nada en sustituirlo, pero él no permitiría que le faltaron más al respeto, así que, haría algo que jamás en toda su vida había hecho, mudarse con su amante.— Por favor prepara una maleta con cosas para varios días — pidió Harry a una de las chicas de servicio.Sí, Harry pensaba irse a vivir con su amante, ya que nadie lo respetaba en esa casa, pensaba irse al lugar que lo harían feliz por la vida que le quedara, que podía ser muy corta o muy larga, dependiendo de lo que el destino le tuviera preparado, pero lo que tenía claro es que no se quedaría más en esa casa llena de traidores.Y el primero de ellos, su hermano, quién se acercaba a él con cara de pocos amigos, poco le importaba a Harry lo que esa persona tuviera que decirle. Sobre todo porque él y la forma en que su esposa babeaba el uno por el otro eran la razón para que se fuera.— ¿No vendrás a exigirme explicaciones,
— Listo señor, ya conseguí todo lo que me pidió y los resultados estarán en unas pocas horas.— Perfecto, Maxwell tan eficiente como siempre.Tras marcharse de la casa, Harry, las órdenes a su chófer de que sobornara a una de las sirvientas para sacarles una muestra de baba a cada bebé y las llevara a analizar junto a una muestra de él mismo, si los niños resultaban no ser sus nietos, se encargaría de castigar a su familia a través de ellos.Tras colgar el teléfono se sentó en el sofá junto a aquella hermosa joven que lo acompañaba, llevó la mano al bol de palomitas que la chica sujetaba mientras veía una película.— Creo que este apartamento es pequeño para los dos — le dijo — tal vez deberíamos ir mañana a mirar una casa donde podamos estar más cómodos, quizá con piscina, así podría mirarte mientras te bronceas ¿Qué te parece?Ella sonrió y se deshizo del bol en sus piernas para así poder abrazar al mayor. Ver qué había llevado sus cosas y hablaba de mudarse a un lugar más grande ha
Harry llevaba varios días fuera de casa, días en los que todo estaba demasiado tranquilo, aquellos solo podían significar una cosa, una desgracia se avecinaba, era como ver un mar en calma antes de un tsunami, dejaba que todos se relajaran, pero no era una calma real sino la que se necesita para preparar una gran catástrofe.Una calma que hizo que Jasper se aventurara a hacer algo que llevaba toda la vida, habiendo querido hacer, invitar a Agnes a una cita.Tal vez era cierto que la veía todos los días dentro de la mansión y que pasaban mucho tiempo juntos, pero era hora de confesarle a su cuñada lo que llevaba una vida entera callando.Así que aquella mañana, tras darse una pequeña charla motivacional a su mismo a través de su imagen en el espejo, se aventuró a caminar en dirección al comedor donde sabía que ella estaría desayunando junto a Eva.En un primer momento, Jasper pensó en hacer aquello a escondidas, pero luego se dijo que no hacía nada malo. ¿Por qué debería seguir escondi
El hijo de puta de Alexander Valerian lo había vuelto a hacer una vez más. Había desaparecido como si nada, cuando Xavier creía que ya lo tenía, solo llegaba a un departamento vacío en el que no había nadie.Buscó por todos lados con la esperanza de encontrar algún indicativo de dónde podía haber ido el maldito de Valerian. Pero nada aparte de algunas prendas de ropa tiradas y un portátil roto.Xavier tomó el portátil y abandonó el lugar, tal vez encontraría algo ahí que pudiera decirle dónde encontrar a su presa, solo entonces podría reanudar su vida y la historia con Morgan donde se quedó, porque ahora que lo tenía tan cerca, no podía distraerse con nada más que con terminar con el hombre que se convirtió en su obsesión durante gran parte de su vida.Era un día de decepciones porque Jeremy acababa de vivir una de las mayores decepciones de su vida, tal vez dos, aunque realmente no es que esperara demasiado de su padre ya, pero aquello, la forma en que lo informó de la verdad, era má
Eva se quedó en blanco al escuchar las palabras de su esposo.¿Eso no podía ser posible? El pequeño debía ser hijo de Jeremy. Pero lo que sintió Eva fue un fuerte coraje ante esa mujer.Marie, porque había visto cómo su esposo luchó contra sus sentimientos, al principio de su relación para guardarle un luto que no merecía.Pero no era momento para que ella se pusiera a ver eso, sino a pensar que si Airon no era hijo de Jeremy, alguien podría llegar a pedírselo.—Nadie aparte de tu padre sabe de esto ¿Verdad? Nadie puede saber que él no es tu hijo de sangre, porque no me importa lo que digan esas pruebas. Él es nuestro hijo, es tan tuyo como mío.Se le hinchó el corazón en orgullo al escuchar a su esposa hablando, tenía muy claro que ella amaba a Airon tanto como amaba a Anya.— No lo sé, pero parece que no piensa quedarse callado — respondió Jeremy atrayendo a su esposa para hacerla sentarse sobre él en la mecedora — Él es nuestro hijo.Echó el cabello de Eva a un lado y hundió la nar
— Te amo tanto Eva…Dejaba que sus instintos lo guiarán, estaba tan duro que no podía más que frotarse contra la humedad de su esposa, como si pidiera permiso para adentrarse en ella.—Y yo, mi amor, moriría si un día me haces falta— respondió ella a las palabras de su esposo, mientras sentía como el dolor delicioso que había empezado en sus pezones endurecidos se extendía por todo su cuerpo, enloqueciéndola, haciendo que sus manos adquirieran autonomía.Las manos de Jeremy se deslizaron por las hermosas curvas de Eva hasta que se aferró a su cadera y la alzó levemente para conseguir la inclinación que necesitaba para penetrarla.— ¿Que me haces, por qué jamás puedo resistir mis ganas de hacerte mía?Preguntó mientras se adentraba lentamente en ella, adorando cada centímetro de su interior que se abría para él y lo acogía a la vez que lo iba apretando hasta estar completamente hundido.—No lo sé, pero no deseo que lo hagas— reconoció ella con el rostro rojo y su mirada vidriosa a caus