Alexander tenía plena certeza de que el hijo de Marie era suyo, porque así lo habían planeado desde el principio, desde muchos años atrás, incluso antes de que Marie y Jeremy se conocieran.Valerian conoció a la joven francesa más hermosa que había visto en su vida cuando ella tenía solo quince años, la mitad de los que tenía él, ella era una de las chicas del internado a las que Alexander estaba acostumbrado a seducir para ayudarlas a escapar y terminar vendiéndolas a un tipo que solía pagarle muy bien por ellas.Nadie se preocupaba por los huérfanos, ni siquiera el estado que los tenía bajo su custodia, así que era un negocio redondo, un dispensador de jovencitas por las que nadie se preocupaba, al menos hasta que conoció a Marie.Tan delicada y hermosa que hasta era difícil de pensar que fuera un ser humano común, su belleza parecía dibujada por el mejor artista y su sonrisa, si Alexander era capaz de enamorarse sin duda lo que sintió por Marie era eso, amor.Fue la primera y única
Los años se sucedieron y Jeremy visitaba a Marie a menudo, pero no era capaz de comprometerse del todo, la presión de Alexander porque ella consiguiera casarse con Jeremy convirtió la relación de Marie y Jeremy en algo tóxico de lo que el americano quería escapar, pero jamás conseguiría, aquella mujer tenía algo que lo volvía loco, era como si realmente estuviera hecha para él y así era Alexander se había encargado de que Marie tuviera exactamente todas las cosas que había observado que al hombre le gustaban.Era la mujer perfecta hecha a gusto de Jeremy y Marie se encargaba de serlo si no sabía que Alexander la castigaba muy duramente.Para Alexander, Marie era su mejor obra, la única que creía amar, aunque lo cierto era que ese hombre no amaba absolutamente a nadie, ni siquiera a sí mismo.Pero Marie dijo basta en el instante en que Jeremy le pidió un hijo. Aquel día llegó con un anillo y le pidió matrimonio, para Marie fue extraño, ya que se había negado a ello mucho tiempo.Ella s
Alexander caminaba por el corredor de maternidad de aquel hospital en busca de su contacto, aprovechando que Anahí se estaba haciendo el chequeo típico de los seis meses de embarazo.¿Por qué en ese hospital? Precisamente porque era el único que podía sacar la información que pretendía.Sonrió al ver a lo lejos aquella auxiliar y se escondió en una de las habitaciones vacías, en cuanto la chica pasó él la atrajo al interior de la habitación y cerró la puerta.— Dime qué encontraste lo que te pedí.— exigió Alexander mientras besaba el cuello de la joven auxiliar.El francés levantó la vista y la miró a los ojos sonriendo al verla sonrojada, era tan fácil engañar a una mujer y hacerla ir por donde uno quiere. ¿Cuál era la razón por la que terminaban haciendo cualquier cosa cuando creían en el amor de un hombre? Alexander jamás lo entendería como, pero sí había aprendido a aprovecharse de ello.La auxiliar sabía que se estaba jugando su empleo, pero no podía evitar querer complacer a su
Harry Duncan, el patriarca Duncan, llegaba al apartamento que había comprado para su amante, la joven de 18 años que había sacado de aquel burdel. Si se iba a morir en cualquier momento pensaba disfrutar de la compañía de esa bella chica, al fin y al cabo no sabía en qué momento su corazón podía volver a dejar de funcionar y tal vez no tendría la misma suerte.Así que en cuanto estuvo mejor no dudó en cumplir la promesa que le había hecho a Maryam, la tenía como una princesa y lo único que tenía que hacer era ser cariñosa y complaciente con él, algo que parecía dársele muy bien.— Te llegó una carta — dijo la chica quien estaba algo extrañada de que alguien supiera que allí podía encontrarlo — no tiene sello, ni remitente — le dijo Maryam mientras se acercaba a él con el sobre en la mano para luego colgarse de su cuello y besarlo.En realidad ella estaba muy agradecida con él, jamás hubiera pensado que podría tener la vida que aquel hombre le estaba dando.Era como estar viviendo un s
Harry no se explicaba aquello ¿Podía ser cierto lo que le contaba Alexander? ¿Su prima era realmente una mujer llamada Marie que había muerto dando a luz a su nieto Airón? ¿Entonces Anya no era realmente su nieta? ¿Qué razones habría tenido su hijo para hacer todo aquello? Tal vez Anya sí era su nieta y él tenía a Eva de amante, todo podía ser, pero como no lo sabía, dejaría de imaginar y preguntaría directamente, seguro que su hijo tendría una explicación.Poco tardó en llegar a casa, pero lo que encontró se sintió como una puñalada directa en medio de su frágil corazón.Estaban todos cenando, hablando y riendo alegremente en el comedor, incluso Diddier y aquella mujer amiga de su nuera habían sido invitados a esa cena. Era cierto que Harry últimamente pasaba noches fuera de casa y ni siquiera llegaba a cenar, pero ya ni siquiera lo llamaban para preguntarle.— ¿Señor le sirvió su cena?— preguntó la asistenta al verlo aparecer en el gran comedor.Solo entonces los miembros de su fami
Harry salió a toda prisa del comedor, poco le importaba que su familia se hubiera enfadado, no habían tardado nada en sustituirlo, pero él no permitiría que le faltaron más al respeto, así que, haría algo que jamás en toda su vida había hecho, mudarse con su amante.— Por favor prepara una maleta con cosas para varios días — pidió Harry a una de las chicas de servicio.Sí, Harry pensaba irse a vivir con su amante, ya que nadie lo respetaba en esa casa, pensaba irse al lugar que lo harían feliz por la vida que le quedara, que podía ser muy corta o muy larga, dependiendo de lo que el destino le tuviera preparado, pero lo que tenía claro es que no se quedaría más en esa casa llena de traidores.Y el primero de ellos, su hermano, quién se acercaba a él con cara de pocos amigos, poco le importaba a Harry lo que esa persona tuviera que decirle. Sobre todo porque él y la forma en que su esposa babeaba el uno por el otro eran la razón para que se fuera.— ¿No vendrás a exigirme explicaciones,
— Listo señor, ya conseguí todo lo que me pidió y los resultados estarán en unas pocas horas.— Perfecto, Maxwell tan eficiente como siempre.Tras marcharse de la casa, Harry, las órdenes a su chófer de que sobornara a una de las sirvientas para sacarles una muestra de baba a cada bebé y las llevara a analizar junto a una muestra de él mismo, si los niños resultaban no ser sus nietos, se encargaría de castigar a su familia a través de ellos.Tras colgar el teléfono se sentó en el sofá junto a aquella hermosa joven que lo acompañaba, llevó la mano al bol de palomitas que la chica sujetaba mientras veía una película.— Creo que este apartamento es pequeño para los dos — le dijo — tal vez deberíamos ir mañana a mirar una casa donde podamos estar más cómodos, quizá con piscina, así podría mirarte mientras te bronceas ¿Qué te parece?Ella sonrió y se deshizo del bol en sus piernas para así poder abrazar al mayor. Ver qué había llevado sus cosas y hablaba de mudarse a un lugar más grande ha
Harry llevaba varios días fuera de casa, días en los que todo estaba demasiado tranquilo, aquellos solo podían significar una cosa, una desgracia se avecinaba, era como ver un mar en calma antes de un tsunami, dejaba que todos se relajaran, pero no era una calma real sino la que se necesita para preparar una gran catástrofe.Una calma que hizo que Jasper se aventurara a hacer algo que llevaba toda la vida, habiendo querido hacer, invitar a Agnes a una cita.Tal vez era cierto que la veía todos los días dentro de la mansión y que pasaban mucho tiempo juntos, pero era hora de confesarle a su cuñada lo que llevaba una vida entera callando.Así que aquella mañana, tras darse una pequeña charla motivacional a su mismo a través de su imagen en el espejo, se aventuró a caminar en dirección al comedor donde sabía que ella estaría desayunando junto a Eva.En un primer momento, Jasper pensó en hacer aquello a escondidas, pero luego se dijo que no hacía nada malo. ¿Por qué debería seguir escondi