Miller maldijo al escuchar el tono de su teléfono, le cayó un gran balde de agua. Era un recordatorio de que él no era alguien normal, por mucho que en ese momento deseara serlo.—Lo siento— se disculpó con el joven que en ese momento tenía en sus brazos, apartándose de él no sin antes robarle un último beso — debo contestar aun así esta conversación entre nosotros queda pendiente.El forense contestó el móvil, las palabras fueron claras, al igual que las órdenes que le habían dado, debía terminar el trabajo y hacer desaparecer el cuerpo.—Debo irme— le mencionó al joven tras colgar.Debía de estar loco, pero se moría por mostrarle a Morgan esa parte de él que le escondía a todo el mundo, mostrarle al monstruo que habitaba en él y que disfrutaba de matar a otros monstruos, se moría por saber si a ese chico también podría gustarle su lado oscuro, o por el contrario eso lo haría huir de él.Pero no podía, tal vez más adelante, pero no en ese momento.Miller Camino hasta su cuarto y empe
Quien fuera que lo hubiera matado había sido muy bueno y muy benevolente, lo mató de manera rápida y sin ningún tipo de dolor. El maldito al final fue recompensado por un ángel, él en su lugar hubiera hecho lo mismo que Jeremy, es más, es lo que haría una vez encontrara al monstruo que llevaba años cazando.No tardó en sacar los huesos casi sin ningún tipo de residuos, así le era más fácil llevarlos hasta su lugar de trabajo y echarlos junto con el cadáver de algún vagabundo o de alguien más, además era perfecto no sospechaban que él llegara a esa hora, es más, los guardias lo dejarían en paz, sabían que su trabajo era su vida, bueno no estaban del todo equivocados.Los guardias como siempre lo dejaron pasar, ni siquiera se molestaron en revisar la bolsa de palos de golf que llevaba, ya que no sospecharía que él llevara huesos en esa bolsa.Nada podía salir mal.Él no dejaría que nada saliera mal.Lo primero que haría sería llevar esos huesos al horno, y empezar a deshacerse de ellos.
Él se apartó del hombre y se giró para observarlo, sabía qué reaccionaría mal, sobre todo por lo que había estado a punto de ocurrir entre ellos y no llegó a ocurrir.— Soy Morgan — aseguró él — te agradecería que no uses el nombre que me asignaron al nacer, no me siento identificado con el nombre de una mujer.Sí, por supuesto, sabía que eso era muy extraño para él y difícil de asumir, pero, ya que había decidido hablar, diría toda la verdad.Miller todavía no salía del shock que tal revelación le había causado, aunque ahora tenía sentido el porqué había sentido esa clase de apego con el joven, aunque lo había confundido con otra clase de amor.Era el amor filial el que lo hacía querer protegerlo. Lo llamaría como él deseara. Por fin había encontrado a la persona que todo esté tiempo había estado buscando.—Te llamaré como desees…— le respondió volviendo a abrazar al joven sin que pudiera evitarlo o mejor dicho sin que él deseara negarse a hacerlo.— Quise vengarme de ti desde que te
— ¿Está todo bien hijo?— Preguntó el padre de Jeremy al entrar en el estudio de su hijo, desde que había llegado muy pronto ese día con su esposa, se encerró en el estudio y no fue a trabajar a la empresa, se notaba que estaba preocupado.— Todo bien padre— Aseguró Jeremy fingiendo que revisaba unos papeles, en realidad estaba esperando que viviera llegara para preguntarle qué tan fiable era el forense porque si había algo que no podía permitir era que su esposa saliera perjudicada de ningún modo por lo que acababa de ocurrir con Genaro— Solo me tomé el día para estar con mi familia, en cuanto termine revisar estas cuentas.El padre se notaba algo incómodo, mientras escuchaba a su hijo, ¿Como hablar de algo como eso? Se supone que tus hijos no pueden cometer tus errores, pero bueno, Jeremy lo había hecho, solo quería que no se sintiera culpable, que supiera que podía fallar, que no debía ser el hombre perfecto que siempre había querido ser.—Bueno, también quería hablarte sobre… bueno
Anahí estaba muy molesta, no podía creer que Jeremy la hubiera tratado así, pese a que había salido riendo de la habitación de Eva, se sentía humillada, menospreciada por ese hombre que no le había dado su lugar como posible madre de su hijo.Alexander tampoco había aparecido en un par de días, lo que la ponía aún más de mal humor por no poder descargar su frustración ni explicarle lo que había sucedido, pero sobre todo por no verlo ni saber dónde estaba.¿Acaso no la amaba?Tomó de nuevo su móvil y volvió a llamar a su amante. Necesitaba quejarse o mejor dicho, informarle de que Jeremy parecía no querer actuar en cuanto a su plan, después de pensarlo, dejó de marcarle.Podía ser su hijo, pero si la dejaba él al no tener ya la garantía de que Jeremy se haría cargo de ese hijo. No, ella no podía decirle algo así.Tenía que calmarse y esperar si aguardaría hasta que Alexander llegara y así poder consentirlo y recibir sus mimos.—Alexander no tardes por favor… — pidió ella al aire.Alexa
Desde el día en el que sucedió lo de Genaro, Eva había estado completamente distante y algo fría, no de un modo perceptible, seguía siendo cariñosa con él y con los niños, pero había algo en ella que había cambiado algo que se había congelado y que Jeremy pretendía salvar de un modo u otro.Porque era suya, el maldito de Genaro no se la quitaría desde el más allá, no pensaba permitir que eso sucediera, ese hombre estaba muerto, ya no podía hacer daño, no se llevaría una parte de su esposa a la tumba porque toda ella le pertenecía.Y la mejor manera que conocía de hacer feliz a una mujer y seguir enamorándola cada día era una cita, una muy especial, le enseñaría la belleza de la ópera y también le serviría para que ella pudiera seguir haciendo contactos para su asociación, muchos grandes negocios se cierran durante la media parte de la ópera.Eva no podía evitar no tener pesadillas, la cara de Genaro mientras se desangraba era algo que la aterrorizaba en casi cualquier momento.Tenía m
El trayecto fue corto y el chofer los dejó justo en la puerta, Jeremy salió primero y le tendió la mano a su esposa para ayudarla a salir también del coche.Eva no paraba de estar nerviosa, no sabía cómo explicarle a Jeremy que ella no sabía cómo comportarse y que no quería ponerlo en ridículo.—¿Estás preparada?— preguntó Jeremy entrando de la mano de su esposa en el teatro — está en italiano y es posible que no lo entiendas, pero los personajes y las acciones son tan expresivas y la música se te mete en el alma, quizá no entiendas las palabras, pero comprenderás perfectamente lo que dicen los actores.Empezó a explicar Jeremy mientras tomaba uno de los libretos y se lo mostraba a su esposa.—Sí, lo estoy —dijo Eva sin ser clara del todo.Más fue entrar y la esposa de Jeremy quedarse maravillada con el interior del teatro. Sí que muchos podrían decir que no tenía nada del otro mundo, para ella sí que lo tenía.Además, que era la primera vez que ella asistía a ese tipo de lugares, por
Él no dudaría en satisfacerse y hacer lo que su esposa le pedía, solo por su voz pidiéndole aquello, su polla empezó a estorbar en el interior de sus pantalones, cautiva, apresada. Siendo comprimida y volviéndose hasta dolorosa.— No hay lugar donde no desee tomarte — confesó Jeremy introduciendo penetrando a su esposa con dos dedos solo para sentirse el calor y la humedad que lo inundaban, sentir sus paredes, apresándole los dedos como si reclamaran que no se movieran de allí.Ella cerro sus ojos, al escuchar sus palabras no había nada que él hiciera que a ella no le gustara, sobre todo si se trataba de tocarla y de que sus cuerpos se unieran de algún modo.—Jeremy… — Eva gimió su nombre disfrutando de esos dedos que la volvían loca y cachonda,—Tú sigue observando la obra — él movió a su esposa para apoyarla levemente contra la barandilla mientras se agachaba a su espalda y le levantaba la falda para toparse con esas dos nalgas que lo enloquecían frente a su rostro.Pero a pesar de