Se vistió y salió de aquella habitación dispuesto a buscar otro lugar disponible, desde ese día ya no rogaría más por amor, al diablo con Karen Romano y su complicada vida amorosa.Cuando llegó a recepción, el chico que allí estaba le dijo:— Señor, tengo otra habitación disponible, estaba reservada, pero acaban de llamar para cancelar, por si la desea.— Gracias, si la quiero, necesito descansar.Mientras Karen se quedó petrificada al escuchar lo que Farid acababa de confesarle, ella y sus remilgos estúpidos ahora habían alejado a este hombre que le ofrecía una nueva oportunidad de amar, las palabras de sus padres, de su hermana sonaban en su cabeza, ¿ahora que podía hacer? Conociendo a Farid sabía que él ahora no permitiría que ella se acercara más.Se sintió miserablemente estúpida por aquella actitud infantil que había tenido para él, había disfrutado con él como jamás lo había hecho antes y lo había arruinado todo con sus contradicciones, lloró amargamente hasta quedar dormida.A
Karen no pudo evitar una expresión de decepción en su rostro al ver a Spencer el asistente de Farid, él, que era muy inteligente comprendió el gesto del rostro de ella, pero no dijo nada.Todo quedó perfectamente entre los negocios de ella con la empresa que lideraba Farid Aziz, solo que ella no estaba feliz.Spencer llegó a la oficina de su jefe y dijo:— La señora Romano no se alegró mucho al ver que fui yo el que llegó, al parecer le esperaba a usted, señor Aziz.Farid al escuchar a su asistente se mostró interesado.—¿Te dijo algo? ¿preguntó por mí?— dijo él.—No señor, pero el gesto de su rostro era todo un poema en el que se podía leer con solo verlo— dijo Spencer.La voz de Farid entonces se volvió despectiva al responder.— ¡Bah! Ella solo desea verme para discutir, no le importo para nada— se sentía triste.— Señor Aziz, la mujer que yo ví , deseaba verlo, tenía tristeza en la mirada, yo que usted le daría una llamada, a usted la señora Romano le importa, no deje pasar
Farid abrió los ojos como platos al escuchar la posibilidad que su madre le había mencionado, se rascó la cabeza y con las cejas levantadas en gesto de sorpresa respondió:— Pues no mamá, eso no me pasó por mi mente, y tienes razón no use protección, aunque fue solo una vez.— Solo se necesita una vez hijo, a veces no sucede nada, todo depende si ella estaba en su etapa fértil.— Será por eso que me estuvo llamando, madre— reflexionó Farid. — Que piensas hacer hijo— le preguntó Sylvia, estaba preocupada.— Voy a buscarla para preguntarle madre— dijo él— es lo único que se me ocurre.— Me parece bien, es lo correcto — dijo la madre de Farid.Él ahora se sentía más contrariado que antes, pero esta vez era otra la razón de su contrariedad, subió a su auto y decidió ir a la oficina de Karen Romano.Esa tarde ella se sentía cansada, más que cansancio era fatiga, además estaba siempre con sueño.Estaba recogiendo unas carpetas para ir a casa, solo quería descansar y olvidar el trabajo po
— ¿Quieres entrar primero?— preguntó Sylvia dirigiéndose a Karen Romano.— Ustedes son sus padres, estoy segura que él querrá verlos primeramente a ustedes — dijo ella.Ella salió un momento para dejar el privilegio de ver primero a Farid a sus padres, estaba deseosa de verlo, pero podía esperar un poco más, Karen en el momento que lo vio sin conocimiento en la camilla de la ambulancia, tuvo tiempo para reflexionar acerca de su actitud de los últimos días, había actuado egoístamente ante la noticia de estar embarazada, aún a su propia familia le había ocultado aquella noticia, como si se tratara de un grave error.Su bebé no era algo de lo que debía avergonzarse, era muy natural que una mujer se embarazara en estos tiempos y no importa si tenía una pareja visible, lo importante era que el bebé ya estaba en su panza y ella debía gritarlo al mundo sin vergüenza alguna.Sylvia fue la primera en entrar para ver a su hijo accidentado, tenía la cabeza vendada, muchos moretones en el rostro q
— Hola Karen, lamento no poder ofrecer más comodidad, estoy arruinado como te lo dije, por eso estás en una pocilga como ésta, no tengo dinero para pagar algo más digno.Se acercó y le soltó el pañuelo de la boca y ella de inmediato exclamó:—¡ Gordon, ésto no es gracioso!, ¡Hazme el favor y desatarme!— No puedo Karen, vales mucho dinero y no puedo arriesgarme, ¿Me entiendes?— dijo Gordon Skinner— te traje algo de comer, voy a desatar tus manos, pero debes comportarte bien, si todo sale como está planeado pronto estarás en casa.— ¿Y tu crees que vas a escapar sin que yo te ajuste las cuentas, Gordon?— dijo ella de manera retadora.Él la miró y sonrió con una sonrisa de lobo hambriento.— Entonces tendré que hacer lo que sugirió el jefe al inicio, ya viste mi cara, tendré que eliminarte para poder gozar de mi dinero libremente — dijo con voz de amenaza.Un frío recorrió la espina dorsal de Karen y respondió sin rastros de temor.— ¡Eres un ser despreciable, m*****a rata asquerosa!— di
El chofer después de despertar, se fue a casa y en la mañana se dirigió a la policía a denunciar la desaparición de su patrona, esa noche tenía muchísimo miedo y solo pensó en esconderse en su casa, después lo pensó mejor y fue a dar parte a las autoridades, ellos decidieron retenerlo, por si acaso era cómplice con los otros.Karen estaba pensativa en ese lugar donde nadie se acercaba nada más que para entregarle de comer. Esa mañana cuando llegó otro individuo a darle la comida , le dijo que le dolían demasiado los tobillos, que por favor la desatará, necesitaba ir al baño.Él de mala gana le desató las ligaduras y ella pudo descansar un poco, salió sin emitir palabra, la puerta se veía hermética, se aseguraron que ella no tuviera manera de escapar, la ventana de la habitación estaba cerrada y difícilmente entraba por allí, en el baño también había una pequeña ventana, pero al pensar en su bebé desistió de hacer algo que pudiera lastimarlo.Mientras Lisette hablaba con los padres de
Karen estaba despierta aún cuándo entró Gordon.— Hola querida, ¿Cómo te sientes? ¿Me extrañaste?— dijo con voz irónica.— ¡Eres un desgraciado Gordon! ¿Cómo crees que me siento? ¡Si me tienes hacinada entre estás cuatro paredes!— le gritó ella .— ¡Ay estás enojada!— siguió Gordon irónico.— ¡Redomado idiota!— exclamó ella.Él continuó con las ironías y dijo:— Te tengo dos noticias querida Karen, una mala y la otra buena, ¿Cuál deseas escuchar?Ella se alzó de hombros restándole importancia a lo que el hombre decía.— Me da igual, viniendo de tu boca — contestó ella con indiferencia.— Deberías interesarte — dijo el— de todas maneras te diré; tu padre va a pagar la cantidad que le requerí, pero nunca volverá a saber de tí, porque les haré creer que tú estás muerta y enterrada.— ¿Qué piensas lograr con retenerme oculta?— se atrevió a preguntar Karen.— Que tu empresa se venderá al mejor postor y allí estaré yo para adquirir todas tus acciones y apropiarme de todo lo tuyo— dijo él l
Esa noche nuevamente Gordon salió, pero fue a varios sitios, desde el primer momento notó que estaba bajo vigilancia, así que esa noche se fue a un antro, estuvo hasta pasada la medianoche, después fue a casa, habló con sus cómplices vía telefónica, era necesario buscar un nuevo lugar, esperarían para hacer los cambios esa misma noche, necesitaban bajar la presión porque estaban vigilando sus movimientos.Así que se quedó en casa esperando a que amaneciera, para indicarle al padre de Karen qué hacer para hacerle llegar el dinero, por fin había logrado vengarse de ella, lo había menospreciado por haber tenido una pequeña aventura con Elsie Farrell, exponiendo su nombre públicamente, a él que hasta entonces estaba siendo conocido como un intachable abogado de la nación.Aunque no era cierto que estaba arruinado, pero si que no había sido considerado en ningún momento para ser un juez, sólo porque su moral estaba en entredicho, por eso había planeado ésta venganza.Se durmió feliz de sabe