En la mañana Sylvia se levantó con una resolución en mente, después de bajar a desyunar, se dirigió a su habitación de labores, buscó sus documentos legales, necesitaba tomar una decisión muy dolorosa pero necesaria. Siguió a despertar a los niños para contarles de su decisión y salir de allí sin volver atrás, entró y los llamó debían ir al a escuela, pero antes tendría una conversación con ellos:— Buenos días, mamá necesita que estén listos pronto porque necesitamos hablar de un viaje que haré nuevamente y debo dejarlos con papá— dijo ella. — Mamita, tú nos prometiste que nunca más nos dejarías solos, que estarías para cuidarnos— dijo Amira. — Mamita si te vas de viaje, nosotros nos vamos contigo— dijo Farid. Cuándo tu no estabas papá gritaba mucho— no nos dejes con él mami— dijo. Amira. "Sylvia los miró unos instantes y sintió un nudo en su garganta y una opresión en su estómago, ya pronto cumplirían seis años, ahora comprendían mucho más, que hace dos años atrás, se sentía
— ¿Por qué recaiste, qué sucedió ahora contigo?— preguntó ella.— Los padres de Rachel me llamaron y después de allí me fui a un bar y lo demás lo sabes— dijo él— ¿Por qué querían los padres de Rachel?— preguntó Sylvia. — Porque necesitan dinero, además de reclamar por la venta de la casa— le confió Hafid— deseaba que compartiera la venta con ella. —¿Y le corresponde?— preguntó ella. — No, era mi casa, ya la había comprado, lo que sucede es que cuando yo ví por primera vez a Rachel, me obsesioné con ella, a pesar que mi padre ya me la había escogido por esposa desde niña,— dijo Hafid— pero no fue hasta que ella era una adolescente cuando la conocí; ella empezaba como modelo profesional. — Entonces ellos no eran gente con dinero— dijo Sylvia.— Solo medianamente con buena posición económica, Rachel a través del modelaje, les ofrecía la oportunidad de ganar dinero a manos llenas— informó Hafid— y con la influencia de mi padre llegó a ganar millones de dólares. — ¿Y se lo gastaron
— ¿Por qué recaiste, qué sucedió ahora contigo?— preguntó ella.— Los padres de Rachel me llamaron y después de allí me fui a un bar y lo demás lo sabes— dijo él— ¿Por qué querían los padres de Rachel?— preguntó Sylvia. — Porque necesitan dinero, además de reclamar por la venta de la casa— le confió Hafid— deseaba que compartiera la venta con ella. —¿Y le corresponde?— preguntó ella. — No, era mi casa, ya la había comprado, lo que sucede es que cuando yo ví por primera vez a Rachel, me obsesioné con ella, a pesar que mi padre ya me la había escogido por esposa desde niña,— dijo Hafid— pero no fue hasta que ella era una adolescente cuando la conocí; ella empezaba como modelo profesional. — Entonces ellos no eran gente con dinero— dijo Sylvia.— Solo medianamente con buena posición económica, Rachel a través del modelaje, les ofrecía la oportunidad de ganar dinero a manos llenas— informó Hafid— y con la influencia de mi padre llegó a ganar millones de dólares. — ¿Y se lo gastaron
Esa semana Hafid, tenía consulta con la terapeuta, era de vital importancia, tocar nuevamente el tema de Rachel, no le gustaba hablar de esta situación, cada vez que pensaba en la vida de ella, algo dentro de él se movía, y empezaba a sentir ganas de vomitar. Se sentía nervioso esa mañana, quería retrasar el momento de la terapia, pero se armó de valor entrando al consultorio. — ¡Buenos días Hafid, ¿Cómo te sientes hoy? A ver cuéntame; ¿cómo ha estado tu semana?— dijo la terapeuta. ¿Cómo estás tú?— dijo él— mi semana ha estado buena, solo que cuando me toca venir hasta acá, y hablar del pasado se me revuelve el cuerpo, no me siento cómodo. — Si no te sientes cómodo, es porque hay cosas que aún no terminas de soltar— dijo la psicóloga— necesitamos hablar de ello, para que puedas sentirte más liviano. — Doctora no podríamos obviar ese tema, yo puedo vivir con eso— dijo Hafid— sin contarlo, no me gusta hablar de esa etapa de mi vida— Veamos, ¿qué es lo que no te gusta?— dijo ella—
Hablaría con su esposa, juntos iban a encontrar un plan para que se enamoraran, pero algo tenía que hacer y pronto; estaba cansado de sufrir por desamorEn la Universidad Sylvia estaba muy bien con sus estudios, estaba hablando con unas compañeras cuando una de las profesoras se le acercó y le pidió hablar un momento. — Disculpa mi curiosidad, tu apellido es Aziz, conozco a una persona con ese apellido, serás familiar de él, se llama Hafid Aziz, es mi pareja. Sylvia sintió un golpe en el estómago al escuchar a aquella mujer decirle que su esposo era su pareja, se mordió los labios y luego de mirarla de arriba a abajo dijo:— ¿En serio eres la pareja de mi esposo? Es una excelente información, deberíamos salir los tres y ver cómo nos va, voy a proponérselo. — Eres la esposa de Hafid, no creo que estemos hablando de la misma persona, él es soltero— dijo ella, aparentemente contrariada. — Habría que hacer una cita y ver si es— dijo Sylvia irónicamente— el Hafid mío está casado y tene
— Mi querido señor, usted o está mal informado o está exagerando los hechos, o está buscando una excusa para crear conflictos— dijo Sylvia. — Deseo dar una lección a Hafid, por haber descuidado al amor de mi vida— dijo él— yo me resigné a dejarla con él pensando que él la haría felíz, pero falló en su responsabilidad. — Eres duro juzgando, no estuviste viviendo con ellos para sacar una conclusión tan tajante— dijo ella. — Tú estarás bajo mi vigilancia, hasta que Hafid aprenda la lección— dijo Ahmed.— ¿ Y qué piensas hacer? ¿Mantenerme encerrada mientras satisfaces tu ego? — preguntó ella. — ¡Eres bastante osada!— dijo él— ¿No tienes miedo de mí? Sylvia lo miró un momento y dijo:— No, tu a mi no me das miedo, me da tristeza verte en una posición tan patética, defendiendo una relación, que ni siquiera sabes por qué no funcionó. — Lo se perfectamente, tu marido la dejo sola, no la atendió y por eso se suicidó— dijo él. — Rachel, se suicidó porque no soportaba ser rechazada, su
Halima y Abir, habían estado de viaje y tenían algunos meses sin ver a sus nietos, a Hafid y a Sylvia, ese fin de semana irían a visitarlos y llevar regalos que les habían comprado en el último viaje. Mientras en casa de Sylvia se sentían nerviosos por la presencia intimidante de cuatro hombres que no se movían del interior de la casa. Sylvia les hablaba y los mantenía ocupados, para qué no se concentren en aquellos invasores de su hogar, ya había pasado un día desde que Ahmed los tenía retenidos en su propia casa. Ella no sabía donde éste hombre tenía a Hafid, pero les había grabado un vídeo, ella imaginaba que era para intimidar o sobornar a su esposo. Ese día no pudo enviarlos a la escuela, la maestra si se preocupaba, quizás llamaría, intentó usar esa estrategia para mover las fibras compasivas de Ahmed, pero no había ido en toda la mañana. Cuanto tiempo estarían aislados, quizás así la maestra se ocuparía en averiguar qué estaba sucediendo, sería ese día y el siguiente qu
— ¡Ven Ahmed, necesito que antes de firmar cualquier documento, verte la cara para partirtela a golpes! — dijo Hafid enojado. Se apagó la pantalla, una noche más empezaba para Hafid, sería difícil conciliar el sueño, teniendo a su familia en riesgo.Iba a ser un fin de semana largo para todos, el estrés era alto, ya Ahmed se sentía un poco confundido con la versión de su amigo y de la esposa, aunque aparentemente podían haberse confabulado en la versión. Necesitaba pensar un poco, Hafid estaba enojado, pero él también se sentía muy decepcionado, aunque quién había vivido con Rachel era su amigo, pero la última vez se veía tan segura y feliz. ¿Cómo descendió tan profundo hasta deprimirse, al punto de suicidarse? Eso era lo que le molestaba, necesitaba pensar antes de enfrentarse nuevamente a Hafid. La madre de Hafid, Halima había estado llamando a su hijo y no contestaba la llamada, Sylvia tampoco, ésto era extraño, ¿estarían de viaje y querían aislarse? Ya Hafid lo había hecho