Hafid y Sylvia prepararon todo para su viaje emergente, llamaron a Halima para que estuviera a cargo y no se preocuparon por más nada, solo llevaron al pequeño de casi dos años. Estaban bastante emocionados por firmar por fin los papeles de la adopción legal de la pequeña Mélanie, además aprovecharon de visitar a los abuelos de Sylvia. Los niños llegaron esa tarde a casa del colegio, y al encontrar a la abuela Halima allí, se quedaron extrañados. — Hola abuela,— dijo Farid— ¿sucedió algo que estás acá y papá y mamá no?— Tuvieron un viaje de emergencia estarán unos días fuera, mientras estén conmigo, espero les guste y no se aburran— dijo Halima. — Nos gusta estar contigo abuela, pero nos encanta tener a mamá en casa— dijo Amira. — ¡Tú estás enojada con mamá!— dijo Farid— no siquiera le hablaste ésta mañana, quizás se fue de viaje por estar muy triste. — ¡No, ella no se fue por eso! — dijo Amira— ¿Verdad abuela? — ¡Dejen de discutir!— dijo la abuela— sus padres viajaron porque
Sylvia y Hafid veían pasar la vida con instantes de felicidad como toda pareja que se ama, con cuatro hijos creciendo y desarrollándose no solo físicamente, si no también a nivel intelectual, se había esforzado por criarlos con valores y principios arraigados, sus hijos siempre reconocían éste gran privilegio:“Eran hijos privilegiados porque tenían muchos abuelos ”Ya Sylvia y su esposo habían alcanzado el aniversario de bodas número veinte, por lo tanto sus primeros hijos ya habían alcanzado la edad de adultos, Los gemelos ya habían cumplido 23 años, Farid era un hombre muy guapo, muy parecido a su padre, era serio y juicioso a la hora de emitir sus opiniones, siempre observador antes de lanzarse a comentar algo.Amira en cambio era más vivaz y espontánea, con unos comentarios que dejaba a muchos rascándose la cabeza por lo osados que eran, pero al final una joven tierna y extrovertida. Los dos últimos eran ya adolescentes no tan calmados, Melanie pronto cumplirá 18 años y Rand
—He escuchado de él, pero no tengo el gusto— dijo Karen. — Es un comerciante…— empezó a decir la chica. — ¡Te dije que sé a quién pertenece el nombre!— exclamó cortante Karen. — Disculpe señora, voy por el café— dijo la chica. Karen se centró en buscar en su cabeza donde había escuchado este nombre, tampoco era imperativo que conociera a cada uno de los que asistían a ésta reunión de proveedores.Si no los recordaba ya los conocería en la reunión dentro de poco tiempo, la asistente entró nuevamente con una humeante taza de café. Karen la tomó y empezó a sorber casi por inercia, ese día se sentía bastante contrariada, vio la hora, apenas eran las once, sería bueno si se daba un tiempo para salir y comer algo. Uniendo el pensamiento a la acción tomó su bolso y salió al exterior del edificio, buscó un lugar donde sentarse a ordenar sus pensamientos. Empezó a recordar el porqué estaba tan nostálgica, había despertado esa mañana en medio de un sueño con su ex, no entendía de donde su
Karem Romano se dirigió a los proveedores con el saludo, a pesar de lo que sentía Farid dentro de sí, se esforzó por mantener su mente centrada, debía pensar por lo que realmente estaba allí esa tarde, ganar la licitación para que sus telas fuesen las seleccionadas.La reunión tardó unas cuántas horas, cada uno de los presentes quiso ser el elegido para representar con telas la próxima colección de ésta magnate de la moda.Ella escuchó todas las ofertas, pero ya había hecho su selección y después de algún tiempo dijo:—Ya escuché a cada uno de ustedes, en las próximas 24 horas les haré llegar mi respuesta, buenas tardes.Salió del gran salón sin dignarse a dar una despedida personal, ella era la reina y ellos sus servidores, así era Karem Romano, los había atendido con una sonrisa fría y cordial, los mejores aperitivos y licores fueron servidos, no tenían quejas de eso, pero una vez terminada la reunión, los dejó allí y se internó en su oficina sin decir nada más.Algunos de los prove
Esa mañana Farid se levantó con una idea en mente, sacó sus prendas de vestir del closet de la habitación del hotel y se dispuso a colocarlas en su maleta, iba a adelantar su viaje a Grecia, había pensado permanecer una semana allí en New York, pero era demasiado crudo para él estar a las expectativas.Si se daba lo del contrato enviaría a uno de sus agentes para cerrar el negocio;en eso estaba, cuando escuchó sonar su celular, al parecer tenía una llamada.— Buenos días señor Aziz, la señora Romano ha decidido hacer negociaciones con su empresa, ¿podría venir a mediodía para ultimar los detalles de precios y facturación?— dijo la voz al otro lado de la línea.Farid por unos breves segundos dudo si enviar a su asistente o hacerlo personalmente, al final dijo:— Será un placer estar a esa hora señorita.Suspiró y se dijo: «Que sea lo que Dios quiera » llamó a su asistente para que estuviera listo al mediodía y salió para disfrutar de un nutritivo desayuno.Sonrió al pensar en Spence
Esa tarde Karem recibía a su hermana, su mejor amiga, tenían tanto de qué hablar con su única mejor amiga que hasta ahora jamás le había fallado.— ¡Estás hermosa!— dijo la hermana de Karen— dejó de verte 3 meses y ya estás hecha toda una diva.— ¡Qué exagerada eres Lissette!— río Karen al.decir esto— estoy súper feliz de que pases una temporada conmigo.— Yo también mi ardilla, mira que me costó convencer a mi esposo de venir— dijo Lissette— mentira estará ausente unas cuántas semanas y aproveché para pasarlo contigo — ¡Me alegra mucho tenerte en mi vida hermana!— dijo Karen— tengo tanto que decirte .— ¿Solo unos pocos meses y ya te han pasado tantas cosas?— dijo Lissette — a ver, ¿de que me perdi?— ¿Qué es lo que se dice de mí, mi querida ardilla mayor?— preguntó con voz tenue Karen.— Que eres de piedra e hielo al mismo tiempo, que detestas a los hombres, que no eres mujer si no máquina; ¿ Por qué me preguntas eso? ¡Tu lo sabes mejor que yo!Karen la miró con ojos de cachorro reg
Luego vino el desastre y la vida de Karen Romano se hizo añicos a nivel de pareja, pero ella se refugió en su trabajo y eso la ayudó a mantenerse a flote, eso sí alejada de cualquier influencia o compañía masculina.Todos sus negocios eran realizado en su despacho con sus asistentes, así se cercioraba de que nadie se le acercara con dobles intenciones, ya habían pasado diez años de aquella situación engorrosa para su hermana, nunca más le había solicitado compañía ni mucho menos consejos, se visitaban de vez en cuando,.pero cuando le tocaba asuntos del corazón se refugiaba como una tortuga, escondiendo sus emociones dentro de un caparazón.Por eso sabía que con su hermana estaba pasando por algo nuevo, sus emociones no estaban alineadas como antes, o por lo menos no las estaba controlando, se veía nerviosa, distraída y algo dispersa en su conversación, pero no deseaba tocar el tema con su hermana Lissette, por lo tanto su hermana mayor sabría esperar y en algún momento Karen se abrirí
Después de colgar la llamada, se dió cuenta que pudo pedir a su asistente que llamara del número de las empresas, pero ella había llamado personalmente; ¿Qué estaría pensando Farid Aziz de ella? ¡Qué vergüenza sentía! Al pensar en que pocos minutos él estaría frente a ella le causó ansiedad, sus manos empezaron a sudar, y su respiración se hizo pesada.Jamás había sentido cosa similar desde que se hizo mujer, ¿que era aquel extraño sentimiento que la hacía sentir aleteos en su estómago? Esto no estaba bien, tenía que calmarse o su entrevista sería un completo desastre.Unos minutos antes de la hora acordada, a Farid Aziz le franqueaban la entrada a la oficina de Karen Romano, ella estaba sentada detrás de su gran y elegante escritorio de caoba pulida, al escuchar a su asistente anunciarlo asintió con su cabeza y con gesto frío y distante le indico que se sentara.Al quedar frente a frente Farid inició la conversación diciendo:— Señorita Romano, estoy bastante aprehensivo por haber r