Pude ver cómo Emma se acomodaba en la cama completamente exhausta.
— Cada vez me encanta mas— Dijo para luego suspirar. Estaba sudada al igual que yo. Me hizo un espacio en la cama pero yo me levanté aún con la respiración agitada y caminé hasta el cuarto de baño, me metí a la ducha, no sabía que hora era pero sabía que había venido con tiempo limitado. Dejé que el agua cayera por mi cuerpo y una vez que me sentí aseado salí del baño, ahí en la cama aún seguía emma cubierta está vez por las sabanas blancas del cuarto de hotel en el que estábamos — Ve mañana a mi oficina — Le dije. La sorpresa en su rostro me lo dijo todo. Doble los ojos cuando supe que venía el drama. — Solo quédate un rato más, pediré algo para comer y para que podar pasar el tiempo, no todo tiene que ser sexo — Negué. Mire el reloj en mi muñeca. No tenía tiempo para esto, debía estar en casa en menos de 30min, le había prometido a los niños ir al parque hoy. No podía fallarles, no de nuevo. — Emma, tu sabes cómo es esto— Le dije tomando mis cosas y colocándome la ropa. — Si pero— suspiro— Pensé que cuando me llamaste pasaríamos un rato juntos, pensé que está vez podría. — No tengo tiempo para esto Emma — Caminé hacia la puerta y tomé la perilla cuando la escuché hablar — Por favor... solo necesito que te quedes un rato más conmigo Emma era una mujer muy hermosa pero no era el tipo de mujer que llevaría a casa con mis hijos, era el tipo de mujer que veía en estos lugares y luego me marchaba, no quería que los niños se sintieran inseguros, además emma no wfa la mujer para mí. — Emma— Suspiré, saqué algo de dinero de mi billetera y se lo di, ella me miró ofendida— Para el taxi. Sin esperar a que dijese algo más simplemente salí de aquel cuarto de hotel con mucho cuidado de no ser visto y me dirigi directamente al estacionamiento, no esperaba ver a ningún socio en este tipo de lugar pero tampoco podía arriesgarme. Manejé lo más rápido que pude, al llegar estacioné acomodé un poco mi ropa y me bajé del auto. Hoy si le cumpliría la promesa a los mellizos. — ¡Papá!— fue lo primero que oí al entrar a casa. No pude evitar sonreír al verla, mi pequeña princesa. Paula fue la primera en aparecer, me incliné un poco para poder tomarla en mis brazos, sus pequeñas manos se fueron a mi cuello tratando de abrazarme, segundos después apareció Luca también corriendo hacia mí, lo recibí como había recibido a Paula y luego me levanté teniéndolos a los dos en mis brazos. No cambiaría por nada estos recibimientos. — ¿cómo se portaron el día de hoy?— Les pregunté esperando que fueran honestos — Bien, como lo prometimos — Dijo Luca. — ¿Nos llevarás al parque?— Preguntó una emociona Paula. Asentí mientras los bajaba. — Ya van por sus cosas entonces los espero aquí Los dos salieron corriendo. — Emiliana por favor acompañalos— Oí la voz de mi padre Doblé los ojos con fastidio al darme cuenta que estaba aquí, no me molestaba que viniera a ver a sus nietos lo que sí me molestaba era que siempre terminaba tocando el mismo tema. Quería tener solo un día de paz, solo uno, no pedí nada más que eso, llegar a mi propia casa y no escuchar mas de lo mismo. — Padre, qué gusto tenerte aquí—le dije mientras comenzaba a caminar hacia el sofá, me sentía a su lado— ¿Que te trae por aquí?— Pregunté aún sabiendo la respuesta. — Vine a hablar contigo y a ver a mis nietos — Suspiro — Ellos necesitan una madre lisandro— ¡Lo sabía!— Necesitan una figura materna y tú necesitas mostrarle al mundo que tienes una familia, tus hijos en este momento son muy vulnerables y cuando crezca lo serán aún más. Me levanté molesto del sofá. El no me diría que hacer, ya tenía 30 años ¡¡Sabía cómo manejar mi m*****a vida!! — No necesito que me digas que hacer con mis hijos!!— Exclamé molesto— Yo puedo encargarme de ellos— Está vez dije más calmado, no quería que los niños escucharán gritos. No querían que ellos crecieran en ese tipo de ambiente. — He dicho que necesitan una madre!!— Exclamó el sosprendiendome por completo— Tienes 4 meses para encontrar a la mujer indicada para que cría a tus hijos y para que esté a tu lado!!— ¡¿Que?!— De no ser así me encargaré de darle el poder a alguien más— Fruncí el ceño ¿Cómo diablos se atrevía a decirme eso?! ¡He trabajo más que todos por la empresa! Me he sacrificado mucho ¡¿y ahora quiere quitarmela?! Solo por un capricho — Y no estoy jugando cuando lo digo Lisandro— Se levantó — no quiero que escojas ninguna prostituta, me encargaré personalmente de ver y de investigar a la mujer que decidas elegir. — Mis hijos no necesitan a nadie más y yo no necesito tener a nadie que me represente porque yo soy el maldito jefe papá!— Exclamé con más fuerza la última palabra. — No te estoy diciendo que busques a una mujer que te represente, estoy diciendo que busques una buena mujer para que esté a tu lado, después de lo de Karen no has estado con nadie más lisandro y necesitas seguir adelante hijo mio— comenzó a caminar alejándose de mí, dejando la furia en mi interior— Por cierto si algo me sucede en estos meses habrá una investigación y si descubren que eres tú el cargo no será tuyo tampoco— terminó de irse por completo. M*****a sea! !¿De dónde diablo se supone que sacar una mujer?! ¡¿Y de dónde diablo saca que sería capaz de matarlo por el poder?! Me molestaba que pensara que mis hijos necesitan una madre ¿Acaso yo no era suficiente para ellos? Me estaba esforzado para que no sintiera la ausencia de su madre ¿No lo estaba haciendo bien? — Papá estamos listos!— Grito Luca llegando con su hermana hasta mi. Fui al mini bar por un trago antes de salir con los niños, necesitaba pensar y calmarme. Tomé sus pequeñas manitas y caminamos hacia la salida, nos subimos al auto y maneje hasta el parque mas cercano, vivíamos algo lejos y es que me encantaba mantener mi distancia de la sociedad. Una vez en el parque dejé que los niños corrieran, entendía que ellos necesitaban relacionarse con niños de su edad. — Señor ¿dónde nos quiere?— Ni siquiera hizo falta que me girara a verlo sabía que era Jesús quien me hablaba — Esparcidos por el parque— Le dije para luego dirigirme a un banquito. Las palabras de mi padre no dejaban mi cabeza ¿Por qué se empeña en el mismo tema?!está claro que ya no tengo otra salida, debo buscar a una mujer pero ¿Cómo consigo a alguien que le agrade a los niños? Quizás pueda contratar a alguien. Solté un suspiro. ¡Necesitaba una solución ahora! Sabía que estaba a prueba luego de que dejara que él desgraciado de Marco Aurelio hiciera aquel enorme robo a la empresa y quizás esto solo era una excusa para darle la empresa a Mauricio. Yo habían trabajado demasiado en la empresa no dejaría que se la dieran a alguien más, esa empresa sería de MIS hijos. — ¿Estás bien?— Escucha a Paula preguntar con su dulce voz, lo que me hizo salir de mis pensamientos. Enfoque mi vista en buscar a mis hijos y ahí estaban ambos junto a una hermosa chica. Me quedé mirando como la chica les daba una sonrisa mientras limpiaba sus lágrimas, parecía ser bastante joven, quizás tendria unos 20 años. — Papá dice que decir mentiras es malo ¿Por qué lloras?— Hablo Luca. — A veces los adultos necesitan llorar y luego levantarse — Está vez fui yo quien habló, haciendo que los tres me miraran, me levante y camine hacia ellos, los niños corrieron alejándose de nosotros mientras reian y se acercaban al resto de los niños. — Que niños tan lindos tienes — Dijo ella con una voz dulce. Me senté a su lado. Sus ojos azules su estaban algo empañados, estaba claro que había estado llorando mucho. ¿Que problema era tan grave para que llorara de esa manera? — ¿Estás bien?— Está vez fui yo quien pregunto. No pude evitar hacerlo ¿Que hacía una mujer tan hermosa llorando en un parque? — Si, como dijiste los adultos necesitan llorar un rato y luego seguir adelante, yo ya llore y ahora me toca seguir adelante para continuar con mi vida — Respiro profundo y me dió una pequeña sonrisa evidentemente forzada.— La naturaleza me encanta y sentia que aquí podía recargar energía. Aún con esa nariz roja y esos labios rojos y algo hinchados de tanto llorar se veía tan hermosa, era una belleza diferente a la que solía ver, ella era una belleza que parecía ser natural. — ¿que necesitas? Quizás yo pueda ayudarte No pude evitar decirlo. — Conseguirme un trabajo en el que pueda ganar bien — Susurró, estoy seguro que fue mas para ella que para mi. — Qué te parece uno de niñera ¿O de esposa? Ella levantó su rostro para mirarme fijamente — ¿de verdad? Pero si ni siquiera me conoce — bueno para eso tendrás una entrevista es simplemente una propuesta, los niños parecieron tener mucha afinidad contigo y realmente me cuesta encontrar a alguien que los niños acepten Y no mentía definitivamente era difícil que Paula y Luca no le hicieran ninguna travesura a las niñeras. — okay— su expresión cambió rápidamente y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, aquellos ojos azules tuvieron un pequeño destello de esperanza ¿Que cosa tan mala está pasando en tu vida? Creeme que voy averiguarlo. — cuándo podría hacer la entrevista, yo estoy disponible todos estos días — Que te parece ahora? Y aunque le había preguntado antes de llegar a casa seguramente sabría absolutamente todo de ella, quizás podría encontrar una forma de hacerla aceptar ser mi esposa.Valentina Petrova ¿Que posibilidad había que un hombre se acercara y me ofreciera trabajo? Quizás era mi día de suerte.Esperaba haber respondido a la perfección cada una de sus preguntas esperaba realmente que me llamara, seguro que un hombre como él pagaba muy bien y eso es lo que en este momento necesitaba, dinero mucho dinero si queria que bruno me dejara en paz.Le di una sonrisa, el por su lado seguía serio pero sin quitar la vista de mí, me alejé de ahí casi temblando sintiendo algo de nervios.¿Por qué me miraba tanto?En el camino a casa no pude evitar pensar en aquellos angelitos tan hermosos, tenía que admitir que se parecían a su padre pero con sus ojos azules como los míos ¿Su madre tendrá ojos azules? Me pregunte si aquel atractivo y amable hombre estaba casado pero rápidamente desheche esos pensamientos.Quería trabajar para el y si llegaba hacer así no podía verlo más que como un jefe, además cómo alguien de su estatus se fijaría en alguien como yo ¿Que tipo de estup
Valentina Petrova Desperté por unos brincos en la cama, abrí los ojos y ahí están los dos traviesos, parecían tener mucha energía.No pude evitar reír cuando ambos se lanzaron a mi riendo.¿Así serían mis mañana?— Buenos días mamá Val — Ambos me llenaron de besos en todo el rostro.— Buenos días pequeños traviesos ¿Cómo entraron hasta aquí?— Yo los dejé entrar— grité al escuchar aquella voz, me acomodé y pude ver a Lisandro con una pequeña sonrisa en su rostro mirándonos desde el marco de la puerta — No asustes a mamá Val! — exclamó Luca bajandose de la cama, caminando hacia su padre quién lo tomo en sus brazos.— Hay que dejar a mamá Val vestirse porque mamá Val y yo nos casaremos hoy— Dijo, sentía que estaba soñando, esto se sentía extraño, si se que nos acabamos de conocer pero ¿Soy la única que se siente así? — Te deje las cosas que necesitaras en el sofá, en una hora llega el juez — Dijo como si nadaLos niños gritaron alegres, el se acercó a mí y tomó a Paula en sus brazos y
Habia pasado casi una semana desde nuestra pequeña ceremoniaRodrigo había venido un par de veces a ver a los niños y nos había acompañado al parque.A Lisandro pocas veces lo veía, solo en el desayuno y en la cena, podía ver cómo intentaba acercarse pero simplemente terminaba alejándose de mi, no lo entendía pero había decidido darme por vencida, no teníamos que llevarnos bien ¿O si? Yo solo debia cumplir mi parte del trato y lo estaba haciendo.Estaba cuidando de los niños.— Mira mamá— Paula corrió hacia mí mostrándome una pequeña mariposa que se había parado en su mano y aún corriendo no había volado lejos de ella. Sonreí Había decidido traerlos al parque me gustaba que convivieran con otros niños y el parque les daba esa oportunidad hasta que comenzaran las clases.— eso solo significa que eres una niña de muy buen corazón además de hermosa— dije mientras con mi dedo índice tocaba su nariz ella comenzó a reír— Ve a jugar que ya casi nos vamos Paula corrió nuevamente hacia su h
La puerta de la habitación sonó haciendo que nos alejáramos rápidamente pensando que podrían ser los niños.— Señor ¿está aquí?— Era la voz del chofer de Lisandro — Lo he buscado en su habitación pero no lo encontré — Estoy ocupado Jesús, cualquier cosa me la dices más tarde, ve a descansar Lisandro siguió besando mi cuello muy sensuales y por más que quería concentrarme no podía evitar pensar si quizas esta interrumpicion era porque no estaba haciendo bien las cosas Debía alejarlo.Esto solo era un contrato y en ese contrato no venía estipulado que él y yo hiciéramos algo más.— Señor es que es importante que bajé, tiene una visita Lisandro se acomodó en la cama alejándose de mi.— ¿Quién esta abajo?— Preguntó — Abajo está la señora Karen y quiere ver a sus hijos Mire a lisandro pero el parecía en shock, se levantó de la cama y se colocó lo poco que se había alcanzado a quitar, tomó mi camisa y me la pasó, me la coloqué con él mirándome.Parecía buscar las palabras para decirm
Una vez que el abogado se fue Lisandro y yo nos quedamos ahí mirándonos el uno al otro sin saber que decir — Mandaré a Luisa y emiliana que saque las cosas de tu recámara y la pase la mía, a partir de hoy dormirás conmigo — Dijo tratando de sonar causal pero se escuchaba incómodo Yo estaba incomoda— Claro por los niños — Susurre— Exacto por los niños— Repitió el.— No te preocupes yo paso mis cosasNo dejé que dijera nada más solo me levanté de aquella silla y salí del estudio para dirigirme a la habitación.Me sentía nerviosa con el simple hecho de pensar que iba a comenzar a dormir con Lisandro. Una cosa era lo que estábamos por hacer, podíamos decir que era solo sexo pero nos habíamos besado solo dos besos y ahora íbamos a compartir cama.Nunca había compartido recámara o cama con alguien.Entre a la habitación y me metí al clóset tenía ropa que Lisandro había mandado a comprar para mí puesto que yo no había regresado al apartamento destrozado. Lisandro se había encargado de
Desperté al escuchar una puerta cerrarse así que abrí los ojos me encontraba sola en aquella enorme cama, debo admitir que me hubiese encantado despertar y que él estuviese a mi lado. Me levanté completamente desnuda de la cama, camine hacia el baño, hice mi rutina de todos los días una vez lista salí decidí colocarme un traje de baño, hoy metería a los niños a la alberca un rato, me colocó un pequeño vestido por encima del traje de baño.Una vez estuve lista fui directamente mi ex habitación para buscarlos, quería que hoy se diviertan, después del día de ayer y la llegada de Karen.Me sorprendió no verlos dormidos ahí, bajé las escaleras para dirigirme al comedor y ahí estaban mis dos traviesos junto a su abuelo. — Muy buenos días— saludé de forma amable con una sonrisa Paula y Luca se levantaron y corrieron hacia mí, besé la frente de ambos para luego llevarlos hacia donde estaban sentados hace unos segundos — Buenos días querida nuera, déjame decirte que ya se siente tu mano fe
Karen tenia una enorme sonrisa ella realmente parecía disfrutarlo.— ¿Por qué estás haciendo esto?— Pregunté mientras me levantaba y me acercaba a ella.Si yo estaba furiosa no me imaginaba cómo estaba Lisandro.— Tu no te metas, que MIS hijos te digan mamá no quiere decir que realmente lo seas, yo soy su madre!!— Exclamó haciéndome frente.— Solo porque llevan tu sangre?! Eso no te hace su madre, para ellos solo eres una desconocida Ella levantó su mano para abofetearme sin embargo antes de que su mano golpeara mi mejilla, Lisandro tomó su mano deteniendola.— No permitiría que golpees a mi esposa!— Exclamó mientras la soltaba, ella nos miraba indignada.— Y ella tiene razón, los niños no saben quiénes son ustedes.— Solo quiero saber si son mis hijos — Dijo Daniel.No parecía ser mala persona, sin embargo estaba con ella que parecía querer acabar con Lisandro y seguro que había decidido apuntar algo, los niños.— ¿Crees que por tener influencia nos vas a intimidar? Los niños no son
Lisandro Miller Al llegar a casa los niños estaban exhaustos, tenía que admitir que incluso yo lo estaba, pero había sido una noche diferente.Había dejado de pensar en lo que Karen me había dicho.Había una enorme posibilidad de que Luca y Paula realmente no fueran mis hijos biológicos pero yo los había cuidado desde el primer día.Ellos eran mis hijos, yo me hice cargo de ellos."— ¿Estás lista para que la enfermera traiga a los bebés?— le pregunté a Karen con una sonrisa estaba ansioso de verlos otra vez. Si en algún momento creí que me había enamorado en esta vida estaba completamente equivocado porque no lo hice hasta que vi esos hermosos ojos azules. — No, no quiero verlos todavía — aquello me tomó por sorpresa.Fruncí el ceño — Karen...— Estoy cansada Lisandro por favor sal de la habitación y déjame descansar, si quieres verlos ve y ya— se dio La media vuelta dándome la espalda. Suspiré.Quería creer que su actitud se debía lo agotada que estaba después de todo había pasa