Habia pasado casi una semana desde nuestra pequeña ceremonia
Rodrigo había venido un par de veces a ver a los niños y nos había acompañado al parque. A Lisandro pocas veces lo veía, solo en el desayuno y en la cena, podía ver cómo intentaba acercarse pero simplemente terminaba alejándose de mi, no lo entendía pero había decidido darme por vencida, no teníamos que llevarnos bien ¿O si? Yo solo debia cumplir mi parte del trato y lo estaba haciendo. Estaba cuidando de los niños. — Mira mamá— Paula corrió hacia mí mostrándome una pequeña mariposa que se había parado en su mano y aún corriendo no había volado lejos de ella. Sonreí Había decidido traerlos al parque me gustaba que convivieran con otros niños y el parque les daba esa oportunidad hasta que comenzaran las clases. — eso solo significa que eres una niña de muy buen corazón además de hermosa— dije mientras con mi dedo índice tocaba su nariz ella comenzó a reír— Ve a jugar que ya casi nos vamos Paula corrió nuevamente hacia su hermano, yo por otro lado me quedé en el banquito mirando que estuvieron bien. Me sentía en paz. — Qué tierna te ves— aquella voz hizo que mi piel se erizara por completo. —siempre te imaginé como una muy buena madre. Giré un poco mi rostro solo para confirmar que era él. Mis ojos rápidamente se cristalizaron. Mi primera reacción fue alejarme por completo de él como si pudiera contagiarme de alguna enfermedad. — ¡¿Que haces aquí?! — Le pregunté molesta— ¡¡Han pasado 5 años!! — quería verte... — Susurro. Yo sabía que lo correcto era llamar a la policía, muchas veces soñé con saber donde estaba y llamarlos para que fueran por el y el pagara por sus actos pero aquí estaba y yo no podía hacer eso. — ¡¡papá debes irte ahora!! A mi mente llegaron todos los buenos momentos que habíamos tenido. — Está bien mi niña... — No, no está bien — Lo interrumpí — Si la policía te ve o Bruno, te va a ir muy mal, por favor vete. Sentí como las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. — Solo quería saber de ti — Lo abracé— quería pedirte perdón por dejarte entre tantas deudas, no lo quise hacer pero tuve miedo Me alejé de él. ¡¿Él tenía miedo?! — !mamá! — escuchó el grito de Luca, lo que me hizo mirar hacia dónde estaban y pude ver cómo ambos caminaban hacia mi. Me puse nerviosa, no estaba segura que Lisandro supiera quién era mi padre y no tenía ganas de que lo supiera. ¡¿Cómo decirle que mi padre era un gran estafador?! ¡¿Y si creía que yo era igual a él?! — ¡¿Son tus hijos?!— Preguntó anonadado y con los ojos cristalizados— ¿Tienes hijos? — Vete ahora! — Exclamé.— Y por favor no vuelvas que no quiero saber nada de ti, no quiero que te acerques a mi o a mis hijos— mis palabras sonaron más duras de lo que creía.— Solo vete Él me miró de una forma extraña y simplemente se levantó y se fue. Limpiar rápidamente las lágrimas, cuando Luca y Paula llegaron hasta mí les sonreí como si no estuviera pasando nada, como si no tuviese este torbellino de emociones. — mamá ¿quién era ese hombre que se sentó junto a ti?— preguntó Luca con el ceño fruncido — es un viejo amigo de mi padre, quería presentárselos pero él estaba apresurado. — ¿también es un hombre ocupado como papá?— Preguntó asentí con un enorme nudo en la garganta, mi padre jamás iba a hacer ni la mitad del grandioso padre que Lisandro Ya no quería seguir ni un minuto aquí así que le indique a los niños que era momento de regresar a casa. Subimos a la camioneta, el chofer de Lisandro nos llevó a casa, en el camino los niños se quedaron dormidos pero apenas la camioneta se detuvo ellos se despertaron como arte de magia. El chofer abrió la puerta para nosotros y ayudé a los niños a bajarse del auto abrimos la puerta y no sé por qué sentí mi corazón partirse con lo que encontré en la sala. ¿Cómo era capaz de traer a sus amantes a esta casa? Aquí vivía yo... Vivían los niños, sus hijos ¿Cómo iba a exponerlo a eso?! Lisandro estaba colocándose la ropa de forma apresurada mientras que la mujer que estaba semidesnuda se colocaba rápidamente un vestido tapando su desnudez. No sé porque me sentí insegura al ver si belleza. El y yo no éramos nada ¿Entonces porque me comparaba con aquella mujer? — ¿quién es ella papá?— preguntó Paula — ¿Y qué hacían? La inocencia de los niños. — Ella es Emma hija, una amiga que ya se va Una amiga claro Aquella mujer abrió la boca pero Lisandro le hizo señas al chofer que la sacara, el la tomó por un brazo y mientras ella intentaba decir algo él simplemente se la llevaba. Realmente me sentía molesta y bastante ofendida con que le estuviese haciendo este tipo de cosas aquí en la casa. Lisandro no me tenía ni una gota de respeto, se que nuestro matrimonio era falso pero... Suspire. — Niños por favor vayan a la habitación, ya los alcanzo — Más tarde iré a darle las buenas noches a los niños — Dijo como si nada haciéndome enfurecer aún más. — ¡Eres un descarado!— grité y lo abofetee cuando no vi a los niños cerca, él parecía sorprendido por mi arrebato— ¿cómo te atreves a traer esa mujer acá? cuando sabes que los niños están aquí y podrían verte en cualquier momento ¡¿No tienes ni un poco de vergüenza?! Iba a volver abofetearlo pero el tomó mi mano — Yo no la traje para acá, ella llegó sola simplemente quería proponerme unos... Negocios — Su voz sonaba suave y con incluso picardía. Una pequeña y estúpida sonrisa se dibujó en su rostro ¿Eso le parecía divertido? Me solté de él y no sé por qué su última palabra terminó de enfurecerme me acerqué un poco mas y lo abofeteé de nuevo para luego comenzar a caminar rápidamente hacia mi habitación y encerrarme para poder tranquilizarme. ¿Por qué estaba tan molesta? El podía estar con quién quisiera! Si estábamos casados pero no éramos nada, el no me debía respeto y yo tampoco. Cuando estaba por cerrar la puerta de mi habitación, un pie me impidió hacerlo, Lisandro terminó de abrir la puerta y se adentró a mi recámara — ¡¿quién te crees que eres para abofetearme y dejarme hablando solo?! — quién te crees que eres tú para hacer lo que hiciste ¿cómo eres capaz de faltarme... Faltarle el respeto a tus hijos de esa manera?— corregir rápidamente no estaba reclamando por mí, estaba reclamando para que tuvieras un poco de respeto por sus hijos ¿Verdad? Una sonrisa se formó en su rostro, con su mano derecha cerró la puerta. — ¿faltarle el respeto a mis hijos o faltarte el respeto a ti?— preguntó con una voz suave— ¿No me digas que está celosa y realmente te estás creyendo el papel de que eres mi esposa?— preguntó con una pequeña sonrisa. El realmente parecía disfrutarlo y yo comencé a sentirme realmente humillada. Él tenía razón esto solo era un papel. — Yo no me estoy creyendo nada— Me límite a decir — Usted señora Miller no tiene derecho de decirme nada o crees que no se que llevas a mis hijos al parque para verte con un hombre ahí ¿Que?! ¿De que hombre hablaba? Me solté de él y me alejé — !Estás loco! ¿y si fuera así que? tú eres la persona menos indicada para decirme algo, además tú acabaste de decirlo tu y yo no somos nada y definitivamente yo no quiero ser nada de una persona como tú... Él se acercó otra vez dejándome acorralada entre la puerta y su cuerpo. — Te voy a enseñar lo que una persona como yo puede hacer, te enseñaré que ese hombre no me llega ni a los malditos talones— !¿Acaso estaba celoso?! — Te demostraré que es un hombre de verdad Terminó de eliminar la distancia que había entre nosotros uniendo nuestros labios, llevé mis manos a su pecho para alejarlo de mí pero él seguía aferrado a mi cuerpo y yo comencé a corresponder aquel beso fogoso que hacía que mi piel se erizara por completo, llevé mis manos hacia su camisa con la intención de quitarla. No sé qué me estaba pasando sabía que tenía que alejarme de él ahora pero una parte de mí solo quería que este beso no terminar. Sus manos quitaron mi blusa y luego se deshicieron de mi sostén no sé cómo pero terminamos en la cama, él encima de mí besando mi cuello y bajando poco a poco. Debía detenerme Quería hacerlo? No, no quería, quería seguir disfrutando de él, quería que él fuese el primero.La puerta de la habitación sonó haciendo que nos alejáramos rápidamente pensando que podrían ser los niños.— Señor ¿está aquí?— Era la voz del chofer de Lisandro — Lo he buscado en su habitación pero no lo encontré — Estoy ocupado Jesús, cualquier cosa me la dices más tarde, ve a descansar Lisandro siguió besando mi cuello muy sensuales y por más que quería concentrarme no podía evitar pensar si quizas esta interrumpicion era porque no estaba haciendo bien las cosas Debía alejarlo.Esto solo era un contrato y en ese contrato no venía estipulado que él y yo hiciéramos algo más.— Señor es que es importante que bajé, tiene una visita Lisandro se acomodó en la cama alejándose de mi.— ¿Quién esta abajo?— Preguntó — Abajo está la señora Karen y quiere ver a sus hijos Mire a lisandro pero el parecía en shock, se levantó de la cama y se colocó lo poco que se había alcanzado a quitar, tomó mi camisa y me la pasó, me la coloqué con él mirándome.Parecía buscar las palabras para decirm
Una vez que el abogado se fue Lisandro y yo nos quedamos ahí mirándonos el uno al otro sin saber que decir — Mandaré a Luisa y emiliana que saque las cosas de tu recámara y la pase la mía, a partir de hoy dormirás conmigo — Dijo tratando de sonar causal pero se escuchaba incómodo Yo estaba incomoda— Claro por los niños — Susurre— Exacto por los niños— Repitió el.— No te preocupes yo paso mis cosasNo dejé que dijera nada más solo me levanté de aquella silla y salí del estudio para dirigirme a la habitación.Me sentía nerviosa con el simple hecho de pensar que iba a comenzar a dormir con Lisandro. Una cosa era lo que estábamos por hacer, podíamos decir que era solo sexo pero nos habíamos besado solo dos besos y ahora íbamos a compartir cama.Nunca había compartido recámara o cama con alguien.Entre a la habitación y me metí al clóset tenía ropa que Lisandro había mandado a comprar para mí puesto que yo no había regresado al apartamento destrozado. Lisandro se había encargado de
Desperté al escuchar una puerta cerrarse así que abrí los ojos me encontraba sola en aquella enorme cama, debo admitir que me hubiese encantado despertar y que él estuviese a mi lado. Me levanté completamente desnuda de la cama, camine hacia el baño, hice mi rutina de todos los días una vez lista salí decidí colocarme un traje de baño, hoy metería a los niños a la alberca un rato, me colocó un pequeño vestido por encima del traje de baño.Una vez estuve lista fui directamente mi ex habitación para buscarlos, quería que hoy se diviertan, después del día de ayer y la llegada de Karen.Me sorprendió no verlos dormidos ahí, bajé las escaleras para dirigirme al comedor y ahí estaban mis dos traviesos junto a su abuelo. — Muy buenos días— saludé de forma amable con una sonrisa Paula y Luca se levantaron y corrieron hacia mí, besé la frente de ambos para luego llevarlos hacia donde estaban sentados hace unos segundos — Buenos días querida nuera, déjame decirte que ya se siente tu mano fe
Karen tenia una enorme sonrisa ella realmente parecía disfrutarlo.— ¿Por qué estás haciendo esto?— Pregunté mientras me levantaba y me acercaba a ella.Si yo estaba furiosa no me imaginaba cómo estaba Lisandro.— Tu no te metas, que MIS hijos te digan mamá no quiere decir que realmente lo seas, yo soy su madre!!— Exclamó haciéndome frente.— Solo porque llevan tu sangre?! Eso no te hace su madre, para ellos solo eres una desconocida Ella levantó su mano para abofetearme sin embargo antes de que su mano golpeara mi mejilla, Lisandro tomó su mano deteniendola.— No permitiría que golpees a mi esposa!— Exclamó mientras la soltaba, ella nos miraba indignada.— Y ella tiene razón, los niños no saben quiénes son ustedes.— Solo quiero saber si son mis hijos — Dijo Daniel.No parecía ser mala persona, sin embargo estaba con ella que parecía querer acabar con Lisandro y seguro que había decidido apuntar algo, los niños.— ¿Crees que por tener influencia nos vas a intimidar? Los niños no son
Lisandro Miller Al llegar a casa los niños estaban exhaustos, tenía que admitir que incluso yo lo estaba, pero había sido una noche diferente.Había dejado de pensar en lo que Karen me había dicho.Había una enorme posibilidad de que Luca y Paula realmente no fueran mis hijos biológicos pero yo los había cuidado desde el primer día.Ellos eran mis hijos, yo me hice cargo de ellos."— ¿Estás lista para que la enfermera traiga a los bebés?— le pregunté a Karen con una sonrisa estaba ansioso de verlos otra vez. Si en algún momento creí que me había enamorado en esta vida estaba completamente equivocado porque no lo hice hasta que vi esos hermosos ojos azules. — No, no quiero verlos todavía — aquello me tomó por sorpresa.Fruncí el ceño — Karen...— Estoy cansada Lisandro por favor sal de la habitación y déjame descansar, si quieres verlos ve y ya— se dio La media vuelta dándome la espalda. Suspiré.Quería creer que su actitud se debía lo agotada que estaba después de todo había pasa
Valentina Petrova Me desperté porque estaban tocando la puerta, mire a mi lado y ahí estaba Lisandro dormía plácidamente.Me veía tan tierno, tan tranquilo.No pude evitar mirar un poco sus fracciones, lisandro era muy atractivo según mi opinión, tenía una nariz perfilada, su piel parecía ser suave y muy sedosa, sus labios, no eran finos pero tampoco eran gruesos y debía de admitir que besaban de maravilla, te hacían tocar el cielo.— Si sigues viéndome así pensaré que eres una acosadora — Su voz me hizo sobresaltar asustada.Aún tenía sus ojos cerrados pero tenía una leve sonrisa en su rostro.¿Acaso se estaba burlando de mi? Me alejé un poco tratando de verme normal, me levanté de la cama sin decir nada y caminé hasta el baño, ahí había un cepillo de dientes totalmente sellado para mí.Hice mi rutina de todos los dias una vez lista salí del cuarto de baño y ahí en la cama estaban los mellizos mientras que lisandro los abrazaba a ambos.Era una escena tan linda que realmente decidí
Valentina Petrova — ¿Y cuando lo conoció?— Pregunté — ¿a quién estaba estafando está vez? Digo, solo para saber quién será mi próximo enemigo quién vendrá a visitarme y amenazarme ¿a quién tendré que pagarle esta vez?— Le pregunté haciéndole caraEstaba claro que Jesús quería hacer algo Solo que no entendía qué es lo que estaba haciendo. Por que hacerme frente a mí cuando simplemente podría dejárselo a Lisandro?— de hecho solo lo vi persiguiendola a usted — Entonces sí era cierto no había sido mi imaginación, mi padre sí había estado anoche era el parque de diversiones— al inicio pensé que estaba persiguiendo al señor quizás viéndolo pero no era él era usted, él estaba viendo a su hija ¿Por que sigue haciendo esto? Por qué sigue intentando arruinar mi vida?— quizás la culpa o quizás solamente se quedó sin dinero quién sabe— Le dije como si nada mientras me entraba al auto. Supongo que ya no importa lo que diga o lo que haga Jesús le dirá a Lisandro y él me echará de su vida y d
Lisandro Miller Salí de casa furioso.¿Por qué?!¿Por qué quería irse?! — Señor — Jesús estaba junto al auto.— ¿Va hoy a la oficina? — Preguntó mi chófer asentí — ¿Tienes noticias sobre Karen?— Pregunté el negó pero abrió la boca para decir algo, lo detuve con la mano, no quería escuchar nada, no quería más conflictos, no necesitaba más cosas Estaba claro que no podía resolver esto de otra manera, por ahora todo debía ser por la vía legal.— Pero señor...— Jesús, hoy iré solo, encárgate de llevar a Valentina y a los niños a la escuela, hoy son las inscripciones y necesito que los niños comiencen, dale la tarjeta que deje sobre mi escritorio para que pueda realizar los pagos — Dicho eso solo caminé directamente hasta mi deportivo.Me subí y maneje hasta la empresa.La carretera me distraía de todo el desastre que estaba sucediendo en mi vida.Anoche había sido una buena noche, una noche en familia y pensar que ella quería alejarse de mi, quería alejarse de nuestra familia.Pensar