Valentina Petrova de Miller

Me solté bruscamente de ella y está vez la tomé del mentón y la hice que me mirara fijamente está se veía sorprendida por mi arrebato.

— Ambas sabemos que no eres absolutamente nada comparada conmigo — Mi voz sonaba suave pero firme como nunca antes me había escuchado, tengo que admitir que hasta yo me sorprendía por mi arrebato pero al ver su expresión me daba tranquilidad — es mejor que te alejes Karen porque está es la única maldita advertencia que te voy a dar — La solté incluyendo un pequeño empujón haciendo que esta retrocediera algunos pasos.— Y si quieres saber que ve en mi Lisandro es sencillo, soy lo contrario a ti

Ella se quedó callada por unos segundos mientras que yo comencé alejarme de ahí caminando hacia la camioneta.

— El aún me ama!!— Grito como último recurso, me giré con una sonrisa en el rostro

— Entonces haz que regrese contigo, no es muy difícil ¿No? Eres la madre de sus hijos y según yo te ama ¿Que le impide estar contigo?— Le preg