Charlotte sonríe extendiendo su mano para saludar al nuevo vecino y cuando está por herirla Andrew, la puerta del ascensor cercano a ellos se abre mostrando a un hombre lobo fingiendo ser un aseador. De inmediato, Andrew cambia sus manos a manos normales y le extiende la mano para estrechar la mano de Charlotte. Justo cuando sus manos se unen, el impacto en el cuerpo de Andrew es grande y él traga duro.— Un gusto conocerla — murmura Andrew mientras de su nariz sale sangre. — Dios, ¿está bien?— Sí, ¿Por qué?— Esta sangrando su nariz, ¿necesita ayuda? — pregunta Charlotte preocupada.— Estoy bien. He trabajado mucho y estoy un poco débil. — ¿No necesita ayuda? — pregunta Charlotte y es allí cuando el hombre lobo llega hasta ellos.— Señora, ¿no necesita que limpie sus muebles? Además, puedo botar la basura si lo desea— dice el hombre, mientras su aura de lobo ataca a Andrew.— Bueno, me alegra conocerla. Espero que tengamos una increíble convivencia. — dice Andrew marchándose.— Ig
Al día siguienteUn pequeño bulto de huesos, se lanza encima despertando a Charlotte. Los besos de un niño pequeño, hacen que el malestar y el cansancio desaparezca, mientras lo abraza y le da besos agradeciendo a la vida que él este bien.— ¡Mamá, despierta! — Estoy despierta. — Pero, no te quedes solo besándome, vamos a alistarnos para ir al colegio. — dice Zaid emocionado.— Ya voy. Ya voy.— Rápido, mamá. Si nos demoramos, se nos va a hacer tarde— insistir Zaid.— Ya me levanté. Ya me levanté — dice Charlotte somnolienta.Charlotte comienza a hacer el desayuno, mientras Zaid termina de arreglarse y busca a Niebla por todo el apartamento.— Mamá, ¿has visto a Niebla?— Debe estar por algún rincón de la casa durmiendo— responde Charlotte — Pero, esta mañana durmió conmigo y ya no está en mi habitación. — Déjalo dormir. Seguramente está durmiendo. Ven a comer. La ruta va a venirte a buscar pronto — comenta Charlotte y le sirve el desayuno, para después peinarlo.— Es extraño
El temor me invade cuando he visto cosas extrañas y lo peor, que estén relacionado con una persona tan importante, por lo que, temerosa de que nos hagan algo, tomo a mi pequeño en brazos y pienso en alguna ruta de escape.— Señor… yo no le he hecho nada malo, por favor, déjenos ir. — susurro con miedo.— Charlotte, no vine a hacerte daño. Como te dije, vine a recogerlos, porque quiero que seamos una familia.— Lo siento señor Holftmann, pero yo ya tengo mi familia. No necesita hacerme parte de su extraña familia de la que no tengo deseos de preguntar.— Charlotte, te he escogido como mi Luna y Lowell te ve como su madre, si no soy lo suficientemente atractivo o adinerado para tu gusto, dímelo, pero, no puedo irme de tu lado sin un argumento.Bueno, feo evidentemente no es y si hablamos del dinero que maneja, es claro que es cien veces más adinerado de lo que creí que sería una pareja mía. Pero, ¿Cómo puedo aceptar ser su esposa? — me digo mentalmente, mientras veo como el niño se acer
Era evidente que estaba en un gran problema del que no sabía cómo podría escapar. Evidentemente, daba miedo irme con ellos a cualquier lado e incluso quedarme con el pequeño lobo. Pero, ¿Qué puedo hacer? Además de ser el señor Holftmann un hombre lobo que seguramente además de ser veloz, tiene más fuerza que yo y eso no puedo ignorarlo, cuando mi vida podría estar en riesgo si hago algo que no debí hacer. Sobre todo, porque no puedo siquiera pedir ayuda a los humanos, cuando el señor Holftmann entre los humanos tiene poder y dinero, cosas con las que no puedo enfrentarlo. Solo me queda ganar tiempo y al menor descuido, desaparecer con mi hermana y sobrino a alguna parte del mundo donde no pueda encontrarme, es lo único que puedo hacer, huir del señor Holftmann, un hombre lobo que quiere hacerme su esposa. Vaya, por más que lo piense me parece tan ilógico.— Me gustaría tener un poder para saber qué es lo que tanto piensas que te impide subir al auto frente a ti— dice el señor Holftm
El miedo me invadía, no era capaz de entrar al apartamento y mucho menos huir de allí. No sabía que hacer, me sentía en un camino sin salida con un pequeño en brazos que temblaba y lloraba desconsolado.Estaba perdida y no sabía si quien me estaba tendiendo la mano, era alguien bueno o malo. Angustiada, dejo caer las primeras lágrimas mientras me esfuerzo porque las piernas me respondan. Pero, solo logro tambalearme, por lo que, alguien con rapidez, me toma en sus brazos antes que caiga al suelo.— Charlotte… por favor, reacciona — dice el señor Holftmann, mientras yo comienzo a hiperventilar como lo hacía de pequeña. Los ataques de pánico que creí parte del olvido, me atacan con fuerzas, mientras yo me aferro al pequeño que se aleja de mí observándome con preocupación, mientras a mí se me olvida respirar. — Charlotte, respira profundo, estas a salvo. Necesito que estes bien, por favor — implora el señor Holftmann mientras grita por ayuda.Al poco tiempo, varios hombres aparecen, un
Estaba en problemas. Era evidente por su rostro serio y sus manos sujetando las mías contra la pared, de que estaba ofendido por lo que había dicho, pero, ¿Cómo más puedo decirle que no es posible que un hombre lobo y una humana hayan nacido para “conectarse”?— Dime, Charlotte. Demuestra que eres inteligente para justificar lo que acabas de decir — me reta el señor Holftmann con seriedad.— Seamos realistas.— Y tú deja de ser racista— ¿Racista? ¿Así se llama resaltar que somos de mundos tan distintos que es imposible que hayamos nacido para ser el amor de la vida del otro? — pregunto indignada.Cuando creo que he podido hacerlo entrar en razón, al ver que se aleja de mí. Pasa algo extraño y es que comienza a quitarse la chaqueta empapada que tenía y su corbata, sin dejar de mirarme fijamente.— ¿Qué estás haciendo?— Creí que había confirmado que soy un hombre cuando me transformo en uno. Pensé que habías confirmado que tengo físicamente todo lo que un hombre normal tiene. Pero veo
Sabiendo que la persona frente a mí como humano puede darme una vida llena de comodidades sin siquiera trabajar y que físicamente, esta super bien. Decido recurrir a mi razón y alejarlo lentamente.— Lo siento, señor Holftmann, pero usted no es mi tipo.— ¿No soy tu tipo? — pregunta el señor Holftmann ofendido—¿No te gustan los hombres ricos, apuestos o qué?— Lo siento, pero, así como usted tiene el derecho de decirme que me quiere, yo también tengo el derecho y puedo rechazarlo. Así que, vístase por favor y olvide que en algún momento vamos a tener sexo, porque eso sería tan imposible como si el sol les diera más poder a ustedes que la luna llena— digo decidida y él retrocede con la boca abierta.Sorprendido, lleva su mano a la boca y ríe después de varios segundos mirándome sorprendido.— Bien, voy a vestirme. Pero, déjeme dejarle claro, me gustan los retos tanto como usted. Así que, no descansaré hasta que usted misma me pida que la haga única y exclusivamente mía. — Espere ese d
Narrador omnipresente La angustia invadía por completo a Curthwulf, los niños le preguntaban a cada rato como estaba Charlotte, mientras Curthwulf luchaba con la culpa de cómo había terminado todo y cuan incompetente seria si no capturaba a la persona que había hecho esto.— Chicos, necesito que se mantengan tranquilos. Mamá estará bien y ustedes podrán cuidarlas. Además, necesito que sean cuidadosos, hay alguien que quiere hacernos daños y por eso, debemos cuidarnos mutuamente, ¿lo entienden?Los niños empiezan a prometer, mientras Curthwulf comienza a buscar información de los helicópteros y el personal que estuvo a cargo del cuidado de Charlotte. Apenas llegan al edificio con el helicóptero listo para el trasporte de Charlotte, todos se mueven tan rápidos que quienes lo vieran, notarían que no son humanos.Sin embargo, en un edificio tan grande y propiedad de los Holftmann, nadie que no tenga conocimiento de su identidad, se encuentra allí. Por lo que, podían moverse rápidamente,