Días despuésNo me sentía cómoda quedándome encerrada siendo la damisela en apuros que debe ser rescatada constantemente. Así que, debía tomar una decisión y en vista que no era posible convertirme, debía empezar a entrenarme para no ser una carga.Solo que no me imagine que sería tan pronto y mucho menos que debía hacer ejercicio. Pero, no podía quejarme cuando yo fui la que me metí en esto con el fin de sentirme y ser útil.— Vamos, Charlotte, puedes hacerlo. Solo te faltan veinte vueltas más — dice Curthwulf con un temporizador en sus manos.¿Veinte vueltas? Será un milagro si yo llego a terminar esta vuelta, hacer veinte sería un milagro imposible de verse hecho realidad. — me digo mentalmente y como si mi cuerpo renunciará, caigo sobre mis rodillas y recibiendo el césped como mi cama, me relajo en el mismo mientras intento recuperar el aliento.— ¿Qué es lo que te sucede? Se supone que deberías mejorar tu condición física, no empeorarla. Apenas ayer podías dar treinta vueltas y a
La noche había llegado y yo me sentía al borde del colapso. Apenas nos habíamos detenido para comer y ayudar con los niños en sus tareas que no entendía en lo absoluto, para retomar mi tortura. Porque, eso era, tortura.— Esto es demasiado para mí. Realmente no puedo seguir con esto.— Puedes, aun te faltan diez vueltas más. — dice Curthwulf y yo quiero morirme.— Por favor, necesito descansar.— Mira, yo también necesito entrenar un poco. Quizás he bajado mi intensidad y es mejor que entrene un poco. — doce Curthwulf y ello no me emociona siquiera un poco.— Entonces, entrena solo. Ya he tenido suficiente con eso. — digo agotada.— No, señorita. Si estoy en esto es porque también voy a acompañarte. Así que, hagamos esto juntos.— No entiendo esto en que me ayuda. No estoy recibiendo algún beneficio de todo esto.— Ya te dije que en que te ayudaba, ahora, vamos a correr. — dice Curthwulf para después quitarse la camisa y mostrarme su torso lleno de tatuajes y músculos. Ahora si nos e
Narrador omnipresenteEl corazón de Curthwulf, latía con fuerzas al escuchar una y otra vez lo que Retmus acababa de decirle. El dolor de sus muertes, lo cegaba y seguía corriendo desesperado por llegar pronto a ayudar a su gente. Cuando llego, el avión ya lo espera y él sube al mismo deseando poder moverse rápido y llegar a tiempo para ayudar a su gente. Angustiado, comienza a hablar con toda su gente para saber la situación, pero, nadie le responde y por ello, cuando llega, no espera subir al auto, sino que, corriendo, llega al lugar donde había dejado su manada. El olor a sangre, llega a más de un kilómetro y ello hace que su corazón se acelera demasiado. Los lobos que quedan, intentan defender a su gente. Pero, los supera en número. “Así era como los quería encontrar. Sin el desgraciado de su jefe, no son nada. — dice uno de los lobos que gruñe mostrando todos sus dientes”.“Si que eres bastante osado al venir aquí y mucho más siendo poco hombre al atacar cuando el señor no es
Curthwulf descargó su ira en la persona que se burlaba de como lo había engañado. Por eso, el lobo quedó irreconocible y los lobos que habían visto la escena horrorizados, no se atrevían a hablar a su jefe.— Debe ser mentira. Eso lo ha dicho para que me enojará. Charlotte, debe estar bien, yo la dejé con Retmus. Ella debe estar bien — dice Curthwulf golpeando una y otra vez el cuerpo sin vida.— Señor…— ¡¿Qué?! — grita Curthwulf molesto.— Necesitamos saber que se va a hacer.— Esto ya no es un lugar seguro, debeos mudarnos de estado.— ¿Y qué hay de la señora?— No sé. Cada decisión que tomo, es errónea. Así que, no sé qué hacer. — dice Curthwulf lleno de sangre. — Lo primero que debería saber, es llamar a casa y averiguar si todos están bien. — dice uno de sus subordinados.— Sí, encárgate de tratar a los enfermos y preparar el entierro de nuestra gente, yo volveré después.— No creo que esto solucione el problema, si algo nos dice este ataque, es que la persona que está detrás d
El corazón de Charlotte, latía con fuerzas. Arabia que debía moverse rápido, antes que los atacaran, pero, con tan poca resistencia y un hombre lobo desmayado, todo era complicado tanto para Zaid, como para Charlotte, pero, ninguno quería dejar atrás a los dos hombres lobos inconscientes. Por lo que, usando cada gramo de fuerza, los llevaron casi arrastrando hasta el ascensor. Allí fue donde Charlotte presionó ambos y deseando confundirlos, entró al último que bajaba. Como lo había pensado, varios de los lobos entran al ascensor y baja hasta el parqueadero subterráneo, mientras los demás lobos suben las escaleras, para buscar a Charlotte y finalmente matarla.— ¿Sí sabes donde esta esa habitación? — pregunta Zaid angustiado y Charlotte asiente.— Sí.— ¿Queda muy lejos? — pregunta Zaid agotado.— Necesito que seas fuerte, ellos nos necesitan. Además, siempre nos han protegido, ahora es momento de que nosotros los protejamos.— Está bien, mamá. Seré muy fuerte — dice Zaid cuando el a
El tiempo corría en contra de todos, Curthwulf intentaba ser un buen alfa para su manada y un buen hombre para su familia. Básicamente, debía ser el mejor lobo para la manada que lideraba y el mejor hombre para su familia.Eran esos dos papeles que en estos momentos había puesto en riesgo, porque intentando proteger a la mujer que ama y su familia, descuido tanto a su manada que terminó fallándole a la mitad de ella al llegar tan tarde y ahora, estaba por fallarle a su familia.— Pero… — dice Zaid sintiéndose impotente por no saber cómo ayudar a la única familia que le quedaba y sin duda, estaba en problemas. Zaid tenía miedo. Sabía que los seres que estaban atacando eran tan feroces como Gustav y era por ello, que sabía que un niño como él no podría defender a su tía. Quería ser valiente, pero, nuevamente era un niño atado sin la posibilidad de hacer algo más que cerrar los ojos.— No le hagan daño, es la única familia que tengo. Matarla es como matar a mi mamá y eso me dejaría com
El miedo invadía cada parte del cuerpo de lo presentes, pero, intentaban ser útiles en todo lo que podían, con el fin de que Lowell despertara rápidamente. Por ello, Charlotte buscaba todo lo que Retmus decía que necesitaba según Loki, mientras Zaid buscaba comida y bebidas para llevar cuando salieran de allí.Nadie sabía si podrían tardar más tiempo en esa habitación sellada y quienes estaban afuera, deseaban pronto poder perforar esa habitación que los estaba haciendo enojar y sentirse ansiosos por perder tanto tiempo.— Si seguimos perdiendo contra una tonta humana y una habitación, no es necesario que nos quedemos más tiempo. Porque, si no pudimos con ellos, claramente, no vamos a sobrevivir con Curthwulf cuando regrese. — dice Diego— No nos confiemos, Diego o esta será la última misión que hagamos antes de morir. — dice Jason para caminar hacia la caja que es tan impenetrable, que incluso las balas que pueden perforar chalecos y autos antibalas, solo rebotan en el material de la
Los lobos corrieron a auxiliar a Curthwulf quien se convirtió en humano, mostrando las heridas que su batalla anterior le había dejado. Uno de ellos, intentó ejercer presión en la herida de su brazo con un cinturón, mientras los demás, intentaron entrar en la mansión.Pero, las llamas causaban que la mansión pareciera a las fotos de los infiernos en internet. El calor era insoportable y más que una casa en ruinas, parecía un horno en llamas del que no se veía un solo sobreviviente.— ¿Qué ves?— Solo fuego. Todo en el interior está siendo consumido por las llamas. Ni siquiera se escucha a alguien gritando y eso solo quiere decir una cosa…— La explosión no dejó sobrevivientes.— No, no puede ser posible — dice Curthwulf saliendo de su asombro.— Señor…— Ellos deben estar bien. Estaban con Retmus, él sabe qué hacer si los están atacando. Seguramente están en la habitación de pánico. Busquen una manera de entrar a la casa, necesito saber si la habitación cumplió su papel de protegerlos