Después de unos meses complicados, la calma parecía instalarse en las vidas de Iker y Lorena, por fin iban a poder saber lo que sentían realmente y si lo que llevaban sintiendo hacía años, desde que se conocieron en las fiestas de Illescas, era amor de verdad o simplemente una ilusión provocada por todo lo que habían vivido, pero en sus corazones no había sitio para otra persona.
Lorena cada día se despertaba con un bello poema que le daba fuerzas para afrontar su día, pero sentía que Iker era muy bueno para estar con ella y tener que demostrarle el doble que a cualquier otra mujer, pero al mismo tiempo se sentía alagada y emocionada por ello, así que se dejaba querer y dejaba fluir lo que su corazón sentía.
Por su parte, Iker se había trasladado a Madrid a una casa que tenía su padre y hacía ese reparto en la floristería, no había dejado de escribirla poemas desde que le escribió el primero en la UCI. Para él, Lorena era estupenda y maravillosa, se merecía lo mejor y
Lorena se había despertado algo despistada, tenía mil cosas en la cabeza y, si a eso le unimos los nervios de conocer a los padres de Iker, concentrarse era casi imposible. Marta ya se había levantado y estaba desayunando. Lorena se sirvió un café y se sentó junto a Marta.—Buenos días, si hoy cometo algún error dímelo —dijo Lorena.—Buenos días, con treinta y ocho años y estás como una adolescente, como cambia la cosa de un día para otro —le contestó Marta.—Tienes razón, pero es tu primo, que me hace sentir que soy una mujer diferente y muy hermosa, me ama como nunca nadie lo ha hecho, pero hoy estoy nerviosa también porque voy a conocer a tus tíos —le respondió Lorena.—Por mis tíos no te preocupes, son encantadores y de Iker ya te dije que porque era mi primo, que sino habría tenido algo con él —dijo Marta.Terminaron de desayunar, se arreglaron y fueron a la floristería. Hoy sólo abrirían hasta la hora de comer para tener tiempo para a
Iker se despertó y entrelazó su mano con la de Lorena, que todavía estaba dormida. Lo hizo con sumo cuidado porque no quería despertarla, ya que sabía que había muchas noches que no dormía, pero aquella si durmió como un bebé, gracias a la sorpresa de él.Estaba rememorando mentalmente los detalles de lo que había ocurrido el día anterior, cuando entre suspiros Lorena pronunció su nombre, mientras colocaba sus manos sobre el estomago, haciendo que Iker sintiera el tacto de su piel, como si supiera que él se la estaba cogiendo. Él sintió como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo al sentir la fina y suave piel de su amada.Lorena se empezó a mover y a entreabrir los ojos, al sentir la suave caricia de la fina seda sobre su piel desnuda y la mano de Iker apretando la suya, tuvo una sensación de libertad total, de seguridad y de no tener que huir de donde estaba, por lo que no pudo evitar darle un apasionado beso.Se acababa de dar cuenta que no sólo huía
Lorena se despertó sin hacer mucho ruido, ya que no quería despertar a nadie, aunque quería que Iker le acompañara. Era pronto y quería dejarle dormir, pues debería estar agotado después de dos días tan frenéticos.Se preparó un café soluble con leche y cogió unas valencianas que había en el armario.Mientras guardaba el paquete de magdalenas, nota que Iker la abraza por la espalda, le da un beso en la nuca y le susurra al oído: «Te quiero y te amo». Ella gira la cabeza y le da un beso en los labios.—Buenos días, mi héroe, ¿cómo es que te has levantando? —preguntó Lorena a Iker.—No iba a dejar que fueras sola al médico, quiero saberlo todo para poder ayudarte en todo lo posible —respondió Iker.—Pero estarás cansado después de estos dos días y te podría informar yo después —dijo Lorena mientras le daba un abrazo.—No iba a poder dormir y estaría muy nervioso, pensando lo que te dirían, a parte ya había pensado acompañarte durante todo el p
La primera noche después de la operación, Lorena no pudo dormir. Estaba incómoda, no sabía como ponerse, ya que le molestaban las heridas, por lo que Iker llamó a una enfermera y pidió si le podían dar algo para el dolor, se hacía el duro, pero sufría tanto como ella, no podía verla sufrir y se sentía impotente de no poder hacer casi nada.Llegó una enfermera y le dio un analgésico y un relajante para que pudiera dormir un rato. Lorena le dio las gracias y se quedó dormida, por lo que él también aprovechó para dormir.A la mañana siguiente, cuando trajeron el desayuno, fue la madre de Iker para ver que tal estaba.—Hola, sé que todo ha salido bien y ahora sólo queda recuperarte, pero, ¿cómo te sientes? —preguntó después de saludarles.—Me duele y molesta un poco, pero por lo demás bien —contestó Lorena.—No te preocupes, pronto pasará y te sentirás mejor —dijo la madre de Iker.Llegó la doctora Rollers con una enfermera, para la revisión y l
Iker se despertó temprano y preparó un desayuno especial y se lo llevó a la cama a Lorena.—Gracias cariño, eres un verdadero tesoro —dijo Lorena antes de darle un beso eterno.Iker se sentó a su lado y desayunaron juntos.Cuando terminaron de desayunar, Iker recogió las bandejas y le dijo a Lorena que no se levantase, que quería darle una sorpresa antes.Apareció con una caja y dijo: «Un pequeño detalle para mi compañera especial».Al abrirlo, Lorena quedó alucinada, ya que era un vestido parecido al que llevaba el día que se conocieron.—Todavía te acuerdas, ay, eres adorable —le dijo mientras le daba un fuertísimo abrazo.Se vistieron y salieron marcha a Illescas, ya que querían llegar antes del anochecer.—¿Te puedo pedir una cosa, Iker? —preguntó Lorena durante el viaje.—Por supuesto, guapísima —respondió Iker.—Sé que los dos lo deseamos, posiblemente y surgirá, pero me gustaría que no hubiera penetración h
Lorena no podía dejar de pensar en lo que había pasado la noche anterior, nunca había estado tan libidinosa y no sabía si sería capaz de aguantar hasta la boda, porque quería sentir a Iker dentro de ella, quería saber si sería distinto cuando ella se entregara completamente a alguien, pero debía de ser fuerte y aguantar como lo era Iker. No entendía cómo era posible que Iker la hubiera convertido en una bella mariposa, en una nueva mujer, cuando ni ella misma creía que pudiera cambiar.—Buenos días, amor, ¿cómo has dormido? —preguntó Iker a Lorena.—Buenos dias, cariño mío, he dormido bien —contestó Lorena.Iker le dio un beso, lo cual hizo que ella temblara. No entendía lo que le pasaba, era como si se hubieran despertado sus instintos más básicos, algo que era nuevo para ella.—Te tengo que pedir perdón, pues ya he decidido la fecha de la boda y ya tengo la iglesia —dijo Iker.—Dímela, pero deberías haberme consultado —respondió Lorena fingiendo
Quedaban diez días para la boda y por fin Lorena había encontrado los perfumes perfectos para entregarlos ese día a sus invitados. Sólo les faltaba eso, ya que tenían las cajas y los frascos, para los hombres un rostro de novio y para las mujeres una cara de novia.Las cajas, en el frontal, su foto con la fecha de la boda y por detrás un acróstico de la palabra amor: “AMORAlmas que se encuentran y por siempre juntas volarán.Magia que nace de dos corazones que sincronizan su latir.Ornamento de pasión que mantiene viva la llama del amor.Rosal multicolor que llena de olor todo tu ser."Era un detalle muy original y eso es lo que querían los dos.Para los niños habían decidido darles un teléfono lleno de chucherías.Cuando faltaba una semana para la boda, fueron al parador para decir el número de comensales y cuantas habitaciones tenían que reservar.También hablaron con el DJ e hicieron un cambio de última hora
Lorena se despertó y la fragancia de las flores todavía perfumaba la habitación, cuando vio su ramo de novia en un jarrón se dio cuenta que lo que había vivido el día anterior era real y se había casado con su héroe.El ramo lo iba a ofrecer a la virgen de Atocha para que protegiera ese matrimonio y la ayudara a tener hijos. No creía mucho en esas cosas, pero tenía fe que alguien en algún lugar la había ayudado mandándola a Iker.Vio el pergamino aún cerrado que le había escrito Iker, encendió la luz de la mesilla, lo abrió y empezó a leerlo:"Mi amada Lorena:Hoy hemos hecho realidad un sueño: El de unir nuestros corazones por siempre jamás.Tenía pensado escribirte un poema, pero tendría que escribir mil versos y no conseguiría encontrar la rima perfecta, por lo que decidí escribirte esta carta.Prometo ser como las águilas y volar junto a ti, protegiéndote y evitando que te caigas porque nunca lo permitiré.Ahora no somos dos almas