Andrew abrió los ojos de par en par, fijos en la pequeña, en tanto las alarmas se encendieron en Hannah, que se apresuró a reprender a su hija.—Alisson Roth, ¿de qué hablas? —La miró con severidad—. Sé que amas los misterios y todo eso, pero este no es un buen momento para jugar, ¿entiendes? Se trata de una persona que murió por una enfermedad.La niña al principio dudó y casi bajó la cabeza, aceptando el regaño de su madre; sin embargo, no tardó en negar, despertando más interés de parte de los otros adultos en la sala y del mismo Justin.—¡No, mami, hablo en serio! ¡Mira! —Agarró el álbum y corrió hasta su mamá para mostrarle la foto—. La abuelita dice que estas las tomaron antes, cuando empezó a enfermarse, y estas al final, cuando se sintió peor de repente, ¿ves su piel? Está irritada, ¿verdad?Hannah miró más de cerca las fotos, y tuvo que admitir que la nena tenía razón.—Sí, está irritada su piel, ¿pero eso qué tiene que ver? Señora Cook, su hijo estaba recibiendo tratamientos
Esa mañana, Hannah llegó temprano a la oficina a pesar de que tuvo que dejar a Ali con sus padres porque había amanecido decaída. Reconociendo eso como normal, solo la dejó reposando porque solía pasarle a veces.Alisson era un océano de energía interminable, pero de vez en cuando su cuerpo se cansaba y solo quería dormir o flojear, y hoy era uno de esos días.Al llegar a su lugar, se dio cuenta de que Andrew ya estaba ahí, lo que la sorprendió, porque era más de media hora antes de lo que debería. Entonces, curiosa, primero preparó café y luego se acercó y llamó a su puerta, viéndolo por una de las pantallas concentrado en su computadora.Él echó un vistazo hacia la puerta, y al ver que se trataba de ella sonrió y le hizo una seña para que pasara.Hannah entró y dejó el café en su escritorio, sin poder evitar comentar:—Buenos días, señor Cook, hoy ha llegado temprano.Él le sonrió y suspiró.—No pude dormir mucho y… no sé, estaba un poco ansioso, así que terminé aquí antes de tiempo
En compañía de su chofer, Andrew llegó a casa de los Cook, donde una muy animada Alisson lo esperaba, y apenas verlo se lanzó a sus brazos. Él, medio emocionado también, no pudo evitar alzarla, aunque la timidez lo invadió al ver a los padres de su emplea… de su pareja, que lo estudiaban con cuidado.La señora, Martha, estaba afanada en la cocina preparando algo, en tanto el señor inflaba globos, aunque se detuvo para abrirle la puerta.—¡Vamos a hacerle una fiesta sorpresa a mami esta noche! Papi, ¡definitivamente tienes que venir, ¿oíste?! ¡Va a ser la mejor fiesta del mundo mundial! —celebró Alisson, ya en el suelo.Él se aclaró la garganta, un poco avergonzado, y se dirigió a la nena con mesura.—Ali, no puedo asistir a una fiesta en la casa de tus abuelos así como así, ¿sabes?.—¡Pero eres amigo de mamá, ¿verdad?! —instó la nena con firmeza, no abierta a debates.—Sí, pero…—¡Entonces ven! Te divertirás mucho.Andrew se quedó con la palabra en la boca ante la resolución de la peq
Andrew no se sorprendió por la pregunta, pues pensó que llegaría tarde o temprano, así que le dio una sonrisa.—Hannah y yo empezamos a salir hace no mucho, y en realidad nadie lo sabe… hasta ahora. Ella no quiere decirlo porque necesita saber si podemos trabajar bien juntos antes de ilusionar a Ali. Alisson es lo más importante para ella, y lo entiendo. —Se volvió a ver a la niña, que se subía a un tobogán.Trevor frunció el ceño con ligereza. Desde que supo que su nieta llamaba papá a ese hombre y él no se quejaba, pensó que había algo más ahí, y esa sospecha creció con cada contacto con él. La posición social era lo de menos para el mayor.—Hannah pasó por un divorcio complicado; además de la desatención de su exesposo con Ali, él la engañó. Ellos se conocían desde la secundaria, así que eso la lastimó muchísimo. Ella siempre ha priorizado a Ali, incluso sobre sí misma.El mirar de Andrew cayó con ligereza. Si bien Hannah le contó lo del engaño, desconocía la parte del tiempo, lo q
Edward Jones, o el misterio del malparido que la engañó con otras y que lastimó a su hija todos estos años. ¿Qué hacía aquí?—¿No se suponía que estabas en Estados Unidos con tus chicas? —comentó Hannah con obvia molestia.Lo último que esperaba era ver a este desgraciado aquí.—¿No me vas a invitar a pasar? En realidad traigo algo para tus padres, y tú y yo tenemos que hablar de algo importante. —Se encogió de hombros y entró como perro por su casa.—Espera…Él le pasó por el lado como si nada y entró al salón, donde vio a Martha y a una Alisson que enseguida se agarró a la pierna de Andrew, y al castaño, que lo contempló con cierta inquietud.Edward frunció el ceño al verlo, y enseguida volteó hacia una Hannah cuyo semblante fastidiado fue evidente.—No me jodas, Hannah, ¿ya te estás enrollando con otro tipo? ¡Ja! Eres una putita, ¿eh? De seguro te vendiste al primero que te pasó por el frente.El ambiente en el salón se volvió pesado al instante, y Hannah frunció el ceño con decisi
Envuelta en el cariñoso abrazo del castaño, y por el cansancio del día, Alisson pronto empezó a cabecear.—Papi, ¿me puedes llevar arriba a dormir, por favor? —preguntó inocente la pequeña, aunque aquello era algo muy íntimo.Él frunció el ceño y miró a Hannah y a sus padres, que aceptaron sin decir mucho.La levantó y ella apoyó la cabeza en su hombro, se despidió de sus abuelos y el muchacho la llevó escaleras arriba en compañía de Hannah.Una vez en el cuarto, la recostó y arropó, tal como lo haría un padre real, y le acarició la cabeza al verla bostezar y con los párpados pesados.—Hoy tuviste un día ajetreado, ¿eh? —bromeó Andrew y se sonrió.La nena correspondió a esa sonrisa con un ligero asentimiento y, aferrándose a la colcha, quizá un poco nerviosa, le dijo:—Gracias por ayudarme hoy, papi, te quiero mucho. Tú eres mi único papi, nadie más, ¿entiendes?La impresión y una inmensa calidez se regaron a partes iguales en el interior del castaño, seguida de una auténtica emoción
El grito le heló la sangre a una Hannah que salió a toda prisa casi sin pensarlo hacia la cocina, que se encontraba al fondo. Al llegar, vio una bandeja rota en el suelo; Justin estaba ahí con cara de espanto y había sangre, Lenna tenía también cara de susto y sostenía una galleta, como pasmada, y el brazo de Alisson, de su pequeñita, rezumaba sangre mientras ella se removía y gritaba.—¡Aaaaaah, me duele, me dueleee!A Hannah se le paralizó todo y fue incapaz de moverse.—¡Qué pasó aquí, qué hiciste! —gritó de pronto, sintiendo que todo se le revolvía por dentro y las entrañas se le volvían ácidas.—¡Yo no hice nada, ella quiso agarrar la bandeja y se le cayó! —protestó la rubia, indignada.Andrew enseguida se arrodilló cerca de la nena y miró la herida, preocupado por la cantidad de sangre que brotaba.—Ali, vas a estar bien, ¿de acuerdo? Solo no te muevas mucho.—¡Papiii! —La niña lloró, aferrándose a él con su otro brazo.—Hannah, dame uno de los paños que está en esa gaveta —Seña
Pero aquello no era posible, para nada…Hannah miró a todas partes y luego se fijó en el médico.—Doctor, eso es imposible. Mi exesposo tenía un conteo de esperma bajo, así que para tener un hijo tuvimos que recurrir a tratamientos de fertilidad, y Alisson fue concebida por fertilización in vitro. Mi exesposo y yo decidimos hacer el procedimiento aquí en Alemania tras tomar una licencia de vacaciones, pero él es su padre, fue el donante.Sin embargo, el doctor negó categóricamente con la cabeza.—El señor es el padre de la niña, señorita. El ADN no miente, y ya fue confirmado por dos pruebas.La realidad les cayó como un mazazo; sin embargo, el médico, al ver la incertidumbre y el pequeño revuelo que él mismo creó, decidió seguir indagando. Se dirigió a Andrew y le preguntó:—Señor Cook, ¿alguna vez donó esperma?El castaño frunció el ceño, yendo al pasado en un segundo, y asintió con la cabeza.—No fue exactamente una donación. Mi esposa y yo siempre quisimos tener hijos, pero ella n