Las murmuraciones no se hicieron esperar cuando los dos se encaminaron con Ali de escolta a una pista rustica que había. Esta parte del centro tenía un parque para niños y un circuito, y se veía que habría más actividades. —¿Ese no es el CEO que salió hace poco en las noticias? —Sí… también es uno de los hombres más ricos del continente… no sabía que su hija estudiaba con nuestros hijos, vaya… —No sabía que el señor Cook tuviera esposa y una hija, ¿acaso no era…? —No lo sé, ¿no es la niña muy grande? Debe tener seis años para estudiar con nuestros hijos, ¿no es eso raro? —Oh, ¿estás insinuando que el señor Cook le fue infiel a…? Los padres cuchicheaban sin cesar y, ante la incomodidad de
El muchacho guardó silencio por largos segundos que pusieron más nerviosa a la castaña, hasta que suspiró.—Tengo que ser completamente sincero —musitó sin mirarla—. Debes saber que tenía una esposa. —La muchacha asintió con la cabeza—. Mi esposa murió hace unos años. Nosotros siempre quisimos tener hijos, pero no llegamos a eso. Si se hubiera dado, nuestra hija tendría más o menos la misma edad de Alisson y… no puedo explicarlo, pero desde que la vi salir del elevador aquel día, creo que me encariñé con ella, quizá porque veo el reflejo de lo que pudo ser en esa pequeña.Su voz era queda, suave y sincera, y el mismo Andrew se sorprendió tras revelarle todo eso a aquella chica como si nada, impresionado por lo fácil que era hablarle. Sol
El mundo de Hannah dio un vuelco y, cuando su cerebro procesó las palabras de la maestra, que venía hacia ella a toda prisa, se sintió entre a punto de desmayarse y comenzar a gritar; le flaquearon las piernas y se fue a un lado, pero el firme pecho de Andrew la sostuvo, y sus manos en sus hombros la hicieron sentirse apoyada.—Qué… ¿qué quiere decir, maestra? —preguntó nerviosa, con la mente y el corazón a diez mil por hora.—Nosotros… estábamos en la caminata. Alisson y Markus se atrasaron un poco, pero yo les tenía bien vistos; sin embargo, en un momento se salieron del camino, fueron menos de treinta segundos y, de repente, Markus comenzó a gritar y a pedir ayuda, Alisson también gritó, pero todo fue rápido y… cuando encontramos a Markus, a solo unos dos o tr
Antes de que el tipo se diera cuenta de lo que pasaba, lo que tenía en la mano le fue arrancado. Andrew lo volteó y, cuando aquel sujeto vio su rostro, el terror apareció; sin embargo, no tuvo tiempo ni para gritar, porque el otro lo hizo quedar inconsciente en el acto.Como si fuera un autómata, Andrew se levantó, quitó el seguro y apuntó en dirección a Alisson y el matón, justo en el instante en el que este volteaba. Al verlo, el gesto de aquel tipo también se horrorizó, y tras contemplar a su compañero inconsciente, pareció vacilar.—¡Suéltala ahora mismo! —demandó Andrew.Sin embargo, la bravuconearía se apoderó del tipo, pensando que estaba en una situación ventajosa.Afirmó más a la pequeña a su agarre y ella empezó a quejarse más.—¡Alisson! —gritó Hannah, desconsolada de ver a su hija en esa situación, pero no se movió de su sitio, no podía.El sujeto puso a la nena en una posición que daba un claro indicativo de que quería sacarla en blanco y soltó la carcajada ante un grito
Hannah consoló a su hija, pero esta insistió en volver al abrazo de un Andrew que no se negó, y ambos, escoltados por un par de aquellos hombres vestidos como miembros del SWAT, salieron al camino, al encuentro de gente del personal de la escuela y padres que corrían en busca del origen del disparo, y quienes respiraron aliviados al ver que la niña estaba viva y bien.Volvieron al campamento, y solo entonces llegó la policía.—Mis hombres se harán cargo del par de tipos, pero sería prudente apoyarlos de cara al público —dijo con calma.El policía que lo entrevistaba asintió y se marchó, y una risita resonó desde su pecho, donde la carita de la curiosa Ali brilló.—Ji, ji, ji… eres como un super agente secreto, papi. ¡Eso fue genial! Te lanzaste sobre ellos y, ¡pum, pam! ¡Derrotados! —Alzó los brazos y soltó una risita, ante la relajada mirada ajena. Entonces, sus ojitos brillaron y sus labios se curvaron en una preciosa sonrisa—. Gracias por salvarme, papi. —Se acercó, le dio un besit
—Llévame al centro —declaró Andrew a su chofer en cuando el vehículo se movió.De camino, miró por la ventana y reflexionó sobre lo sucedido.Él era un hombre de negocios en diferentes ámbitos, y eso naturalmente le traería problemas; sin embargo, ¿y si era algo más? Seguía con la idea de que solo alguien que hubiera escuchado a la niña llamarlo papá, y tuviera algo en su contra, iría a por ella; sin embargo, ¿no parecía eso demasiado simple?Resopló y cerró los ojos, pensando en el momento que vivió antes, y unos orbes aguamarina centellearon en sus pensamientos, recuerdo de un momento de debilidad que experimentó.¿Debilidad? ¿Él?<
Alana Cook era la madre de Andy. Con sesenta y pocos, se desempeñaba como la Presidenta del Grupo Seele, aunque le dejaba casi todas las gestiones a su hijo a fin de disfrutar todo lo posible de su retiro en buenas condiciones.Cuando el muchacho llegó a su casa, pasaban de las seis de la tarde. Su chofer aparcó y se fue con los demás empleados, en tanto él entró a la casa.Apenas poner un pie dentro, se escucharon unos pasos cortos, y una vocecita chilló:—¡Tío Andyyyyy!Un muchachito rubio corrió hacia él a todo lo que le daban sus pies y se le fue encima. Andrew, sorprendido ante este gesto, reaccionó con rapidez y lo cargó, disfrutando de las risas del nene, aunque confuso por las mismas.Miró m&aa
Las cosas no salieron como esperaba, pero Emma no iba a rendirse. Tras recibir una llamada de uno de los sujetos que conocía a los secuestradores, anunciando que el plan falló, se molestó y tiró objetos por todas partes, pero se serenó y replanteó lo que haría de ahora en adelante.Sin embargo, una llamada de su padre lo alteró todo.—¡Emma Becker, qué demonios hiciste! —gritó el hombre al otro lado de la línea.Ella, sobresaltada en su habitación, frunció el ceño.—¿De qué hablas, papá?—¡Los Cook están retirando todas las sociedades que tenían con nuestra familia, y cuando pregunté una razón, me dijeron que alguien de la familia ofendió a Andrew! ¡Y la única que se me viene a la mente eres tú! ¡¿Qué hiciste?! ¡¿Tienes idea del duro golpe que esto significa para nuestra familia?!La ira del hombre era audible, y el pánico se cimentó en una Emma que se quedó tiesa.¿Andrew se había enterado? ¿Cómo, si ella le pagó al emisario de un emisario? ¿Cómo demonios pudo llegar hasta su apellido