Todo esto es tan bello, ver la ciudad desde el helicóptero, las pequeñas luces abajo destellando mostrándome que estoy en uno de mis mejores sueños, un sueño que se ha hecho realidad.Nunca imaginé estar a lado del hombre que adoro, mi príncipe encantado sobrevolando la ciudad camino hacia un restaurante para disfrutar una deliciosa cena rodeada de todo ese amor que él me da todos los días.—¿Qué tanto piensas mi reina?, te veo sonreír emocionada y pensativa mirar por esa ventana. — Le dice sujetando su mano.—En ti mi amor, en este momento tan espléndido que me estás haciendo vivir a tu lado, no pasó nunca por mi cabeza estar así justo con el hombre que quiero, de verdad no sabes él jubiló que siento en este instante, me gustaría que nunca terminara.— Lo abraza y cierra sus ojos sonriendo.—Es lindo ver qué puedo hacer que tus días sean felices mi reina, solo quiero verte radiante así como en este momento, te prometo que siempre lo serás, no dejaré que estés triste o mal otra vez, na
—¿Qué estás diciendo Helena?, tú no puedes hacerme esto, ya teníamos solucionado lo de nuestra hija, no puedes solo decirme que ya no me la venderás. — Russell se altera.—Cállate pedazo de idiota, yo jamás te dije que te la iba a vender, eres un completo estúpido, solo ibas a tener la patria potestad de la mocosa, deja de estar inventando estupideces. — Se enfurece.—Maldita seas Helena, ya hice planes con ese dinero, es más, ya hasta compré un auto que debo pagar en una semana, debes darme el dinero, no puedes dejarme sin él, ¿cómo lo resolveré? — Declara el airado.—Ese no es mi problema, tú me ibas a salir muy caro, y aquí en la mansión la cuidará mi madre y la niñera, no te necesito, mira como resuelves tus inconvenientes, no me interesa escucharte. — Levanta la voz.—Eres una bruja igual que tu madre, las dos se unieron para acabar con mis planes, pero esto no se va a quedar así, prometo que acabaré con cada una de ustedes. — Se retuerce en su rabia.—Ya deja las amenazas sin se
Al otro día.—Ya todo está listo para la gran fiesta, espero todo salga bien, llevábamos muchos meses sin hacer una reunión por todas las cosas extrañas y malas que nos han sucedido. — Betty habla nostálgica y suspira.Creo que por fin vamos a ser una familia completa y feliz, nadie va a arruinar nuestra tranquilidad.—Es verdad señora Betty, fu terrible cuando la señora Helena vivía aquí, esa mujer es tan detestable. — En ese instante entra Leonor a la cocina.—Disculpa Leonor, Lu no quiso decir eso, Helena es tu hermana y no está bien que hablemos de ella si no está en nuestra presencia. — Sus mejillas se enrojecen avergonzada.—Qué pena señorita Leonor, no fue mi intención referirme de esa manera hacia su hermana, pero es que no puedo con ella. — Se sincera.—Tranquilas las dos, no lo sientan, sé que mi hermana se portó muy mal con todos y cada una de ustedes, mintió, robo, fue grosera y demandante, no tengo como defenderla, ella no recibió un castigo por su comportamiento y eviden
—No llamaremos a nadie Lu, Helena está esperando un bebé, no le haremos daño.—¿Cómo así?, y todo lo malo que ella le hizo a usted y a la familia adónde queda. — Le dice con coraje.—Lu, no estamos en tiempos de guardar rencores en el corazón, perdí a mi esposo y eso me hizo reflexionar acerca de que la vida es un segundo y al otro día ya nos estamos, dejemos que Helena viva tranquila y sea una buena madre para su pequeña hija. — Le dice prudente.Que por cierto ya me había encariñado con ella, me da tanta nostalgia pensar que no será parte de nuestra familia.—No entiendo como puede ser tan buena señora Betty, si fuera yo ya la hubiese mandado a la cárcel o quizás ya la hubiera matado con mis propias manos. — Lu habla sin piedad.—Calma Lu, la vida no se trata de eso, entiende hija, debemos perdonar y recordar las cosas buenas no las malas, así viviremos en paz. — Le dice en tono suave.—Yo no quiero paz, quiero venganza.—¿Tú que opinas Leonor? — Le dice reflexiva.—Es un poco difíc
La hora de la fiesta.—Todo está muy hermoso, Betty, las flores colgando del techo son mis favoritas, los arreglos en las mesas, esto parece una fiesta de la realeza. — Le dice contemplando el salón con fascinación.—Bueno, hija esto no es lo que yo deseaba, quería que sea más espectacular, pero el tiempo no nos alcanzo para hacerla grandiosa, aun así, intentamos que todo estuviera lo mejor posible. — Se lamenta.—Que dices Betty, si es extremadamente hermoso, no imagino como mejoraría algo tan espectacular como este brillante salón. — Está embelesada.—Gracias Leonor, mi bella hija, te veo y luces grandiosa, resplandeces en el gran salón, tú eres la princesa de esta fiesta y la protagonista. — Le dice mientras le arregle su hermoso vestido. — —Gracias, pero porque la protagonista, no comprendo. — Se extraña.—Ya lo verás mi niña, esperemos que lleguen todos los invitados y entenderás de que se trata. — Le dice con suspenso.—Está bien, pero ahora me he puesto nerviosa, desearía sabe
—Ya han pasado tres días desde la extraña desaparición de la prometida de Edward.—Es terrible todo esto, la policía no ha podido dar con ella, esto es demasiado grave, pobre de mi hijo, lo veo muy mal. — Se inquieta en un ambiente de incertidumbre y preocupación.—Si hermana, Edward no está nada bien, pobrecito, ni siquiera se terminó de comprometer cuando la novia se fue. — Le dice con veneno en sus palabras.—Es que es tan bonita, seguramente se asustó y no quiso casarse, por eso huyo. — Habla en tono frío.—Pero que dicen, ella no se fue, alguien se la llevó. — Betty se indispone.—¿Y como puedes estar segura de eso Betty?, no será que la muchacha dudo sobre el casarse con mi sobrino, pues tú ya sabes, él no es nada atractivo, y ella es una mujer bastante bonita, es evidente. — Exclama con seriedad.—Mi mamá tiene razón tía, a mí también me causaría un poco de temor casarme con un hombre como Edward. — Expone haciendo un mal gesto.—Las escucho y no lo creo, tú eres mi hermana Bre
Días después.—Buenos días, señorita Wonderwall.—¿Quién es usted y porque me tiene aquí encerrada? — Pregunta con sus ojos vendados acostada boca arriba sobre una cama.—Eso no tiene relevancia, solo quiero decirle que de ahora en adelante está será su casa, no volverá nunca más adonde los Fuller, es eso o la muerte de sus seres queridos. — Le dice la voz gruesa y tenebrosa de un hombre desconocido.—¿Qué le pasa?, acaso está demente, no sé quién es y porque me saco de la mansión a la fuerza y ahora quiere obligarme a vivir aquí, eso no, no se lo voy a permitir. — Le habla con miedo y enojo en sus palabras.—¿Y como cambiará eso?, acaso supone que podrá soltar las cadenas que la atan a la cama e irse nada más, además nadie le está preguntando si lo quiere o no hacer, aquí pasará el resto de su triste vida.—Claro que no, auxilió, sáquenme de aquí, ayuda. — Grita fuerte de la desesperación e intenta desamarrarse de la cadena que la ata de pies y manos en la pequeña cama de hierro sóli
—Ya, siéntate Sheily, todo estará bien, pediré que te traigan un vaso de agua. — Edward toma el teléfono y llama a su secretaria.Serena por favor trae un vaso de agua, no espera mejor que sean dos, gracias.—Sí, señor. — Cuelga el teléfono.—¿Ya te sientes mejor?—No, desde que murieron mis padres todo ha sido horrible Edward, mi vida se destruyó en un instante, he pasado noches enteras entre llanto y sin poder conciliar el sueño, no encuentro la paz que mi corazón necesita. — Le dice melancólica.—De verdad lo siento mucho, es una pena que hayas tenido que pasar tantos momentos tan dramáticos y tristes. — Golpea la puerta y entra Serena con los vasos de agua.—Señor aquí está el agua que pidió. — Los deja en la mesa.—Gracias Serena, puedes retirarte.—Como ordene señor. — Se retira rápidamente.—Toma un poco, te sentirás más tranquila.—Gracias Edward, eres un verdadero caballero, a pesar de como fui contigo tú eres un amor de persona, te agradezco mucho que no me hayas votado de t