- Vendrá la esposa de Daniel acompañando a su hija – Le dijo la madre de Lily a Alice en el salón de belleza.
- ¿En verdad? ¿La jovencita? –
- Me sorprende que Daniel haya dejado venir a su hija … -
- Parece que su nueva esposa tiene mucha influencia sobre él –
A esta altura ya todos conocían lo que Leonard había hecho esa noche y como la Sra. Crusher había estado “encantada” por los halagos que le había dado sin vergüenza. Alice vio su oportunidad, su hija menor tenía la misma edad de Naomi e iban a la misma escuela, también asistiría a la fiesta. ¿Por qué no ser su chaperona? Podría darle un vistazo a la oportunista y advertirle.
No le dijo nada a Leonard, cómo si a él le importara lo que ella hacía o no. Solo se ocupaba de su empresa y de otras mujeres, no tenía mayor interés de lo que sucedía o no en su casa. Era un padre ausente para sus 3 hijas, sólo se dedicaba de proveerles todos sus caprichos, para lo demás estaba Alice. Sus dos hijas mayo
- Gracias Deanna por acompañarme ¡Lo pasé genial! –- Si, nena… me alegro – Pero su sonrisa apenas se veía.- ¿Estás bien? –- ¡Claro! Solo un poco cansada… Tu papá debe estar esperándonos despierto-Y así era, Daniel se quedó a esperarlas, quería verlas llegar. Naomi entró tan contenta, se apresuró a saludarlo y darle un beso antes de irse a la cama. Pero Deanna se veía extraña.- ¿Estas bien? –- Si… vayamos a dormir –Pero la noche no le cambió el semblante, estaba pensativa durante el desayuno. Mientras la niña contaba todo lo que había vivido en la fiesta, ella estaba callada. Daniel no necesitó demasiado para darse cuenta que algo le ocurría, pero esperaría a que Deanna le dijese que era. No quería agobiarla con preguntas.Pasar el día sola en la casa no la ayudaba. ¿Por qué tenía que preocuparse tanto por lo que Alice le había dicho? ¿Así la veían? ¿En verdad estaba afectando a Daniel? Pero ella no hacía nada, se cuidaba de más a propósito para no dar excusas a nadie. Definitiv
Leonard no podía sacarla de su cabeza, seguía pensando en esa dulce damita que tanto sabía de música, de la misma música que él amaba. Envidiaba la suerte de Crusher, una mujer con todas esas características era una aguja en un pajar. Sin importar los rumores que corrían, esa mujer no era una oportunista; tenía sentido propio por la vida y gusto por cosas simples.Hizo que uno de los profesores de la universidad le enviara los videos de Deanna, de las audiciones para el ingreso. No sabía cómo se apellidaba, solo que era compañera de Harry Crusher y los consiguió. Estuvo dos horas repasándolos hasta que la encontró. Cuando la oyó supo de inmediato que tenía mucho talento para pasarse la vida detrás de Daniel.Esa voz tan potente tenía que salir al escenario, él podía patrocinarla, ofrecerle una beca en su Fundación. Y también podía hacer otras cosas con ella. “Por una mujer así vale la pena”, ¿Por qué no? Después de todo aún se sentía joven y estaba seguro que el frío Daniel no podría
A las 9 en punto Daniel se paró frente a la habitación 706, esto era inusual. Tenía sus dudas al respecto, sabía lo que ella tramaba y, aunque estaba más que entusiasmado con la idea, no resolverían así sus problemas. Golpeó y cuando no recibió respuesta usó su propia llave para entrar.La habitación estaba tibia y en penumbras, como si no hubiese nadie. Deanna salió de la habitación contigua y Daniel dejó de respirar por un momento. Llevaba puesto un largo camisón de satén blanco con una abertura que iba de su cadera hasta los pies y un escote que dejaba poco a la imaginación. Estaba descalza, con el cabello suelto pero su rostro se veía diferente.Estaba enojada todavía, sus ojos lo reflejaban. Lo observó un momento antes de caminar y pararse frente a él. Cuando la tuvo cerca no pudo evitar que sus ojos viajaran por toda la extensión de su cuerpo, conocía lo que había debajo pero no dejaba de sorprenderlo y excitarlo siempre. Deanna no dijo una sola palabra y Daniel no se movió.Lo
Laura ya estaba en su séptimo mes, para el resto era el sexto. Cada día se sentía más pesada, más fastidiosa y Harry no aportaba nada bueno. Seguía embelesado perdido en su mundo donde Deanna vivía. Continuaba siendo atento con Laura, cuando no se esquivaba de la realidad. Hasta arreglaron el cuarto de la niña juntos. Pero esos momentos eran efímeros.No veía salida a su problema. Pensaba en Alice Reed y en su propia vida, temía seguir los pasos de la esposa de Leonard. Estaba llegando a límite.- Tenías razón, Beverly. Voy a buscarlo a la oficina para sacarlo a almorzar y siempre tiene una excusa. Deanna apareció y salió tras ella como un torpedo-- Mis suposiciones no estaban equivocadas, Laura. Lo lamento –- Me siento pesada y cansada todo el tiempo. Estoy llevando este embarazo yo sola, ni siquiera se preocupa por darle un nombre a la niña –- Es cuestión de tiempo para que decida correr a buscarla, lo sabes como yo –- Si… Al parecer la relación con Daniel es seria. Nunca lo vi
El día estaba lluvioso y húmedo y un poco frío. Deanna regresaba de recoger a los niños de la escuela cuando recibió un mensaje en su teléfono:-Hola Deanna ¿cómo estás? Hace días que no hablamos, ven al departamento a tomar un café –Era Laura.- ¡Laura! Me encantaría, pero Daniel está fuera de la ciudad y me quedé sola con los niños. ¿Por qué no vienes a la casa? –Y Laura fue a pesar de la lluvia. Llegó pálida, con el rostro triste y con dificultad para caminar. Deanna se apresuró a recibirla.Mientras los niños estaba cada cual en lo suyo, se sentaron con un té en la cocina. En verdad el vientre de Laura había crecido bastante en poco tiempo.-Lamento haberte sacado de tus cosas, Dean, pero en verdad quería hablar con alguien –- Para nada, gracias por venir a pesar del día… ¿Qué sucede? –Laura se tomó el vientre con ambas manos, como solía hacer antes de hablar de Harry.-No sé qué hacer, Deanna, o a quién más recurrir… Me siento cada vez más triste y cansada, no sé cómo logré l
De ahí había salido la fotografía. Tomaron un café, pero volvieron a discutir; Harry era esquivo y a Deanna le fastidiaba que no fuera directo. Finalmente, todo lo que había obtenido fueron puras excusas, frases inconclusas y miradas de soslayo por parte de Harry. Por eso tenía la cara roja y él se veía sombrío.Daniel y Beverly bajaron en su piso.-Lamento haberte mostrado eso… -- ¿Por qué lo hiciste entonces? –- Seré clara contigo: Deanna es una persona dulce y considerada, pero va a terminar arruinándote –- ¿Disculpa? –- Si, lo sé. No es de mi incumbencia… A ti no te importan los chismes ni lo que los demás opinen, pero necesitas recordar quien eres y la compañía que diriges. No puedes solo ignorar todo eso, toda tu familia ha trabajado por décadas por mantenerse en la primera línea –- Mi matrimonio y mi esposa son mi vida privada, a nadie debe importarle lo que suceda en ella –-Pues parece que a mucha gente le importa y lo suficiente para tomarles una fotografía y escribir a
No fue a la oficina esa mañana. Se sentía culpable por no haber estado cuando Camila la atacó y porque seguía siendo el blanco de todos en su familia; Deanna se estaba convirtiendo en la bolsa de boxeo de los Crusher. Hizo que su madre y su hermano fueran a la casa, iba a ponerle fin a eso. Camila llegó con una actitud altiva, no daría el brazo a torcer ante su hijo. Harry, por otra parte, solo sentía remordimiento. Cuando oyó de Susan lo que Camila le había hecho a Dean quiso salir corriendo a verla, pero su hermana lo detuvo; solo ganaría más problemas. - Esto tiene que terminar y tiene que terminar ahora – Comenzó Daniel, tratando de mantenerse sereno. - ¡Te dije que no te casaras con ella, Daniel! – - Ese tema está concluido, mamá, no voy a discutirlo de nuevo contigo. Deanna es mi esposa y comenzarás a tratarla con respeto. No me interesa si no te agrada, no me interesa lo que piensas de ella; a partir de ahora todos esos embates contra ella van a parar – - ¡¿Acaso no viste
La situación de Ethan era difícil, lo acosaban en la escuela porque su padre había desposado una mujer joven, los chismes corrían como pólvora y Camila no ayudaba. Al parecer la tormenta no se había disipado del todo.Cuando vio a Ethan, Deanna intentó ayudarlo con las heridas, pero el niño estaba aún enojado. Y la hizo sentir triste nuevamente, su caballero de brillante armadura estaba recibiendo los golpes por su culpa. ¿Cómo podía ser tan complicado todo?Luego de la cena fue al cuarto de Ethan.-Sí, pasa--Ethan... ¿podemos hablar? -- Bueno -- Lamento mucho lo que te ocurrió hoy ¿Quieres contarme? --No -- Me siento culpable... ¿por favor? -Ethan suspiró.- ¿Amas a papá? -- Por supuesto -- Ese gordo estúpido dijo cosas feas de mamá, de ti y papá... Todos me dicen cosas desagradables sobre ustedes... Me cansé -- Ya veo... -- Temo que papá se olvide de mamá... Aun la recuerdo -- Tu papá nunca olvidará a Emily, te lo aseguro. Tiene 3 fotografías vivientes de ella, no podría