¡Hola, hola! Aquí les dejo la segunda parte del capítulo. Espero sus comentarios y sus "Me gusta" aquí junto abajito ------------------------->>>
◢ Sunmi ◤El sonido estridente de mi despertador resonó en la habitación, rompiendo el silencio matutino y anunciando el inicio de otro día agitado. Abrí los ojos lentamente, luchando contra la somnolencia persistente que se aferraba a mi mente. A medida que la neblina del sueño se disipaba, los recuerdos de la noche anterior comenzaron a regresar a mi conciencia, trayendo consigo una oleada de preocupación y curiosidad por el bienestar de mi jefe.Me incorporé en la cama, mi mente revoloteando con pensamientos y preguntas sobre cómo habría terminado la noche tras la conversación con su tío y su posterior embriaguez en el bar. El sabor amargo de la inquietud se asentó en mi lengua mientras recordaba su estado y su necesidad de ser acompañado a casa. La curiosidad me recorría las venas.Me levanté rápidamente, sintiendo la urgencia de comenzar el día y enfrentar las responsabilidades laborales que me esperaban en la oficina, pues por mucho que intenté controlar la situación el día ante
◢ Sunmi ◤Justo en ese momento, mi celular sonó, interrumpiendo mis pensamientos. Sonreí al ver que es Madison, mi mejor amiga.—¡Mimí! —exclamó animada, llamándome con el apodo que me puso su pequeño hermano al no poder pronunciar mi nombre—. Dime que podemos vernos para almorzar juntas —canturreó—. Por favoooooor —suplicó.—Hola, Maddy. No sé si pueda…—No comiences con tus evasivas, Sunmi. —Se quejó—. Siempre lo mismo contigo —bufó.—Ayer fue un día de locos y hoy no es diferente. —Intenté explicar.—Estás dejando que tu trabajo consuma tu vida —dijo con un tono severo—. Nunca tienes tiempo para nada más, ¿qué pasa contigo?—No pasa nada, sólo tengo mucho trabajo y…—No puedes ser esclava de tu jefe porque se te mojen las bragas con él —Me interrumpió—. Además, deberías comenzar a salir y convencerte de que no es el único espécimen que te pueda gustar. Hay muchos chicos guapos en esta gran ciudad, es cosa de ver mundo —explicó animada.—¡Madison! —exclamé alarmada por sus palabras
◢ Justin ◤Esperaba a Max en la exclusiva joyería “Fred Chatsworth & Co”, uno de mis clientes a quién le pedí como favor que nos hiciera una reserva fuera de horario, para que mi mejor amigo escoja el anillo para proponerle matrimonio a Chloe.Mientras hablaba con Fred, quien nos asistiría en la búsqueda del anillo indicado, el sonido de la puerta al abrirse marcó la entrada de Max, con una sonrisa amplia y la energía contagiosa que siempre lo acompañaba. Lo saludé con un gesto, y realicé las respectivas presentaciones, para luego dejar a mi cliente hacer la magia en lo que escuchaba las expectativas de mi mejor amigo.Continué examinando los anillos de compromiso, contemplando las opciones con una mezcla de interés y apatía. Max se acercó a mi lado y se sumergió de inmediato en una conversación animada sobre los diferentes estilos y diseños, mientras señalaba los detalles que debía tener en cuenta para elegir el anillo perfecto.—¿Qué opinas de este? —preguntó Max, extendiéndome un
◢ Justin ◤Terminé de atarme el nudo de la corbata y miré mi reflejo en el espejo. Había escogido un traje de dos piezas azul marino oscuro, una camisa blanca, corbata y pañuelo gris. No estaba muy entusiasmado en asistir a esta cena, pero mi tío exigió mi presencia en este evento, ya que uno de los socios accionistas de Turner Legal Group lo festejaba cada año.El sonido de mis pasos hacía eco en los pasillos mientras me dirigía hacia el salón donde se realizaría la cena. La puerta de caoba estaba entreabierta, y el bullicio de conversaciones distinguidas se filtraba hacia el pasillo, a pesar de la distancia que nos separaba. Sabía que más allá de esa puerta se encontraba un evento que determinaría no solo el curso de mi noche, sino el destino de mi carrera en el bufete.Michael Turner había expresado las inquietudes de los socios sobre mi capacidad para liderar debido a mi edad y estado civil. El desafío estaba frente a mí, y sentía el peso de las expectativas, tanto las de mi famil
◢ Sunmi ◤La cena con Madison el viernes por la noche, le había abierto una ventana en mi ocupado mundo. No me sorprendió su visita en K-Market el sábado por la tarde mientras estaba con mis tíos y les ayudaba con el negocio.—Bienvenida, señorita Madison. —El saludo cordial de mi tía, me hizo voltear, al ver a mi mejor amiga con una amplia sonrisa en el rostro.—Buenas tardes, señora Park. —Madison se metió por debajo del mesón y le dio un gran abrazo a mi tía haciéndola reír a carcajadas, consiguiendo con ello que mi tío asomara la cabeza desde la bodega—. ¡Hola, señor Park! —exclamó mi amiga, moviendo su mano en señal de saludo.—Hola, Maddy. —Saludé a mi amiga, que no se hizo esperar y me abrazó—. ¿Qué te trae por aquí?—Vine a raptarte —dijo divertida.—¿A raptarme?—¡Sí! Vamos a bailar esta noche y no acepto una negativa tuya —aseveró—. Ya está bueno que salgas un poco y te distraigas, ¿verdad que sí, señora Park? —le preguntó a mi tía, quien asintió amablemente, mientras atend
◢ Sunmi ◤ Nos juntamos con las amigas de Madison fuera de la discoteca, pues el hermano de Nathalie, una de sus amigas, era uno de los guardias de turno y nos dejaría entrar sin tener que permanecer tanto tiempo en la larga fila de espera, así que, tras las presentaciones nos acercamos a la puerta de acceso para poder ingresar. Desde la entrada, la discoteca envuelve mis sentidos en una mezcla vibrante de luces y sonidos. Las luces parpadean en tonos intensos de azul, rojo y verde, creando un ambiente eléctrico y dinámico. El ritmo penetrante de la música resuena a través de la pista de baile, haciendo que el aire vibre con energía palpable. Las risas y conversaciones animadas fluyen entre las personas que se mueven al ritmo de la música, creando una sinfonía de sonidos festivos. El aroma a mezclas de perfumes, sudor y el sutil rastro de humo de las máquinas de niebla llenan el espacio, añadiendo una capa adicional a la experiencia sensorial. El ambiente está cargado de anticipaci
◢ Justin ◤Nueva York brillaba aún sumida en la quietud de la madrugada. Un mar de luces titilantes parecían ofrecer respuestas a las preguntas que atormentaban mi mente. La ciudad y el edificio en el que se alzaba Turner Legal Group estaba envuelto en una penumbra silenciosa, y en el interior de mi despacho el resplandor de la metrópoli se filtraba por las ventanas. La falta de sueño se reflejaba en mis ojos cansados, pero la urgencia de enfrentar mis dilemas personales no me permitió dormir y descansar, por lo que me vestí y en menos de lo que tardaría un lunes en hora punta, estuve en mi oficina.Cerré los ojos un instante, buscando claridad en medio de la confusión que habitaba en mi interior. Mis pensamientos eran una tormenta de indecisiones, cada opción que se presentaba ante mí era como un destello fugaz, difícil de alcanzar y aún más complicado de retener.Regresar a la ciudad donde crecí después de mis años en Londres había sido un movimiento calculado, una decisión estraté
◢ Justin ◤Al volver a la oficina, la tranquilidad que encontré durante la mañana se esfumó, dándole paso al ajetreo normal del bufete. Los ventanales dejaban que la luz natural inundara mi despacho mientras me enfrentaba a la encrucijada que se cernía sobre mi vida, volviendo a mí, las preocupaciones que me trajeron tan temprano al trabajo. La decisión sobre el futuro control del Turner Legal Group se convertía en un peso tangible sobre mis hombros, y las palabras de mi tío resonaban como un eco persistente en mi mente.«¿Aceptar las reglas del juego, encontrar una esposa adecuada y asegurar la dirección del bufete, o resistirme y arriesgarme a perder el control que tanto anhelaba?», eran las preguntas que no dejaban de rondar en mi cabeza.La mañana transcurrió rápidamente y la intervención de Eric en mi despacho me ayudó a calmar el agobio que por minutos amenazaba con desbordarme. Los resultados y los informes entregados con la resolución de un par de casos, fueron la guinda de la