Unos minutos más tarde, suena el teléfono de Archie, es una notificación indicando que alguien está afuera del edificio, esperando subir. Es el chico encargado del delivery, Archie ha pedido la comida al The White Palace.
Marie Lou se une a nosotros, se ha cambiado por un overall de lino y unos zapatos deportivos. Tal vez debería tomar algo de mis ahorro para llevar a Marie Lou de compras, apuesto que le encantará la idea se la pasará genial. Podríamos ir a las tiendas de segunda mano que suelo visitar, se consigue ropa muy bonita, algunas hechas a mano y a precios muy asequibles. Así mi hermana tendría ropa más adecuada para la Universidad.
Cuando Archie llega al salón de su penthouse, recibe el pedido. Incluso yo tomo algunas bolsas y las llevo hasta el comedor. Mi hermana viene conmigo y me ayuda a desempacar las cosas. Es lasaña. Y huele increíblemente bien.
<Me giro sobre la cama y extiendo mis brazos sobre la cómoda y muy amplia superficie, la cual estoy ocupando yo sola. Todavía. Giro mi rostro con mis ojos casi cerrados pero puedo corroborar que soy la única en la cama. Me acomodo sobre mis codos para tomar una vista del lugar. No hay rastro de Archie por ningún lado. Suelto un bostezo y me desplomo nuevamente en la cama, alzo mi brazo y busco el celular sobre la mesa, hasta que lo consigo. Son casi las seis de la mañana. En otra época, el sol ya estaría buscando colarse por la ventana pero es otoño, así que aún no hay rastro de este en el horizonte. Esto explica por qué aun está oscuro, como si fuese media noche.Aparto las colchas, me estiro un largo rato sintiendo como mi cuerpo cobra vida paulatinamente. Entonces salgo de la habitación. Apenas empiezo a caminar por el pasillo, veo que de la parte de abajo se vislumbra una luz y escuc
La observo y digo:—Tenemos que hablar — Suelto antes de darle un largo sorbo a la merengada de fresa que está delante de mí. Suelto la pajita entre mis labios y observo la expresión de pánico de mi hermana en su rostro —No es nada malo— Le advierto —Aunque debería.—¿No me digas que preparaste todo esto para regañarme? ¿Qué hice?— Me pregunta arrugando su entrecejo, como si estuviese anticipando recibir un golpe en su rostro.En vista de que tenía cosas que hacer para concretar los últimos detalles de la boda pero también quería compartir tanto tiempo como fuese posible con mi hermana, le dije que viniese conmigo y después de solucionar la lista de tareas pendiente, podríamos hacer algo entre las dos.Mi trabajo en Life and Place está muy bien remunerado, realmente no me quejo. Puedo pagar el alquiler a
Cierro la puerta detrás de mi cuerpo y me quedo allí, recostada de esta por unos segundos. La cabaña que elegimos para la recepción es enorme. La fachada es de piedras, con dos pisos de alturas, tiene muchas habitaciones y un salón en la parte inferior que se comunica con la parte trasera, donde hay un jardín techado y donde podemos llevar a cabo la recepción tanto en interiores como exteriores; en vista de que estamos más cerca del invierno, el frío golpea muy temprano y la noche también, así que es bueno tener un lugar donde refugiarnos. También es bueno tener algo de ayuda. Eugene, Lydia y Marie Lou han hecho muy buen equipo con Caroline para supervisar que todo esté en orden para esta tarde; mientras tanto, Jeremiah, Thomas y el Señor Simon, han decidido pasar el día con Archie para "ayudarlo a calmar los nervios". Sin embargo, no puedo evitar sentirme abrumada. Todo
Hey— Chillo mientras me alejo de ella, sosteniendo mi bata con mis manos —Estaba a punto de cambiarme ¿vale? Pero mi mamá llamó...—¿Qué mamá llamó?— Exclama mi hermana —¿Qué ha dicho? ¿Cómo está? ¿Cómo está mi hermano? ¿Cómo está papá?—¿La verdad? No hablamos de eso— Miento —Solo quería desearme que todo saliera bien hoy, que tuviese un día maravilloso.Cuando vives en un hogar disfuncional donde tienes que hacer frente a muchas cosas, prácticamente a diario, acabas aprendiendo a fingir emociones. Muchas veces le decía a mi mamá que estaba bien cuando en realidad tenía ganas de salir corriendo después de pensar cómo sería mi vida lejos de mi papá. Tal vez por eso me resulta tan fácil sonreír y
Lo miro a los ojos y con completa honestidad le digo: —No tengo nada que perdonarte, Archie. Tú lo has dicho, estás comprando este día, no me estás obligando. Además, yo nunca pensé que podría tener un día como este así que me conformo con que sea de mentira — Veo que no sonríe así que le doy una palmada en el hombro —Vamos, cambia esa cara. Archie sonríe aunque su mirada denota tristeza. Creo que a pesar de su actitud arrogante y sus excesos de egolatría, es demasiado buena persona para hacer algo como esto y el cargo de conciencia lo está golpeando ahora mismo. —Mi hermano me preguntó si había escrito los votos, ya sabes, para la boda. Y le he dicho que sí pero que no lo leeremos en público, queremos que sea algo privado. —Bien pensado. No hubiese sabido que decir si me hubiesen pedido los votos. Lo observo guardar silencio mientras revisa el bolsillo interno de su traje y saca un papel doblado. Me mira y sonríe y luego sacude la cabeza negando. —Tampoco es que dije una mentira
Oficialmente estamos casados. Y aunque he pasado las últimas doce horas de mi vida repitiéndome mentalmente una y otra vez «Esto es mentira, no te emociones demasiado» Pues ya me da igual. Legalmente estoy vinculada a alguien más y no cualquier persona, nada más y nada menos que Archie LloydWilde. Mi enemigo, ahora reivindicado amigo. Pero ante todo, mi socio. Porque eso es lo que somos, socios. Nos une una acta de matrimonio, un contrato y muchos millones. Sobre todo eso, los millones. Después de la fiesta, donde todos la pasaron muy bien, incluido Archie y yo, nos marchamos antes de que el amanecer golpeara la cabaña. A diferencia de lo que todos pensaron que sucedería -lo que sucede en toda noche de bodas- en realidad caímos rendidos en la cama. Archie con sueño, yo también. Y ni hablar que los dos traíamos unas copas encima. Nos despertamos al día siguiente, cuando el sol irrumpió por la ventana, ya todos se habían ido, incluso mi hermana que debía
Me alejo un poco de él, solo para verlo a los ojos. Su mirada es oscura, es lasciva. Es exc¡tante. Yo dejo de rodearlo con mis piernas y vuelvo a apoyarme sobre el frío piso de madera. —Quítate el vestido— Su voz es grave, es tan demandante que probablemente si me pide que me lance a un acantilado lo haría. Bajo el escote del vestido y dejo que la fina tela se deslice por mi cuerpo hasta caer a mis pies. Lo sacudo para que quede a un lado y cuando devuelvo mi mirada al rostro de Archie, suelto una risita. —Estamos a mano— Susurro. Es él, es precisamente Archie quien vuelve a besarme, sus labios acarician los míos con delicadeza, pero con mucha fogosidad. Su lengua explora mi boca, mientras yo me deleito con el sabor de la suya. Archie da unos pasos al frente, haciéndome retroceder. Posa sus manos en mi cintura y me deja sobre la cama. Yo acomodo mis piernas alrededor de su cuerpo, mientras que sus labios toman otra dirección sobre mi anatomía. Primero
—Cuando tenía veinte años, con mi primer novio, que además trabajaba conmigo. Tampoco fue muy romántico, aunque creo que el pobre chico lo intento — Recuerdo. Fue la noche del día de San Valentín «Vaya cliché» Él me llevó a cenar después del trabajo y luego me invitó a pasar un rato en su casa, sus papás habían salido a celebrar también el día de los enamorados, por lo que sabía que estaríamos solos —Cuando llegamos a su casa, había decorado su habitación con velas y pétalos. Ahora que lo pienso, probablemente lo había arreglado antes de irse a trabajar, pobre de él si su mamá hubiese entrado a su cuarto mientras él no estaba— Pienso ahora que revivo esos recuerdos ocho años después —Cuando entramos, prendió las velas, colocó algo de música y ocurrió todo. Creo que lo hice por la curiosidad antes que por cualquier otra cosa. En aquel entonces pensé que era muy bonito todo lo que había hecho pero ahora creo que fue una cursilería. —¿Y qué tal estuvo? —Mal— Su