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Mi día en el trabajo definitivamente no fue mejor. Mi jefe, el señor Simon llegó al menos diez minutos después que salí de la oficina de Archie ¡diez! Cuando me dijo "Buenos días, Vivian" no pude evitar fulminarlo con la mirada, lo bueno es que ni se dio cuenta. El señor Simon siempre anda en su mundo, un mundo gobernado por él, habitado por él. Un mundo imperturbable, donde, por lo visto, a veces se le ocurren ideas sin sentido, como obligar a su hijo a que busque una esposa para cederle lo que por derecho le pertenece. Y aunque mi jefe no se dio cuenta de mi comportamiento, media hora después tuve que ofrecerle una taza de café como ofrenda de paz. Él no se percató de mi mirada asesina pero yo no podía con el cargo de conciencia. El señor Simon siempre ha sido muy bueno conmigo y definitivamente no tiene la culpa de los desplantes de su hijo.Después de reunirse a primera hora con Archie , no se volvieron a cruzar uno en el camino del otro casi hasta el último tramo de la jornada la
Tan pronto pronuncia esas cuatro palabras, él empieza a decir mientras suelta los botones de la manga de su camisa, para subirlas hasta sus codos. Me sorprende que se muestre tan tranquilo, supongo que eso es una buena señal. El agua de su cabello moja su frente y me doy cuenta que realmente está empapado.—Espera un segundo— Debería interesarme en lo que está a punto de decir pero no puedo concentrarme mientras lo veo en ese estado. Así que después de hacer que se detenga por un instante, salgo corriendo hasta mi habitación, voy directo al armario y saco mi otra toalla de baño. Se la ofrezco tan pronto regreso a la sala —Dame tus zapatos — Le ordeno.—No es necesario — Niega.—No, no te dará un resfriado. Al menos no mientras estés bajo mi techo. Vamos. Zapatos. Y medias.Casi que contra su voluntad, Archie se deshace de sus zapatos y medias y me los entrega. Lo próximo que hago con ellos es un viejo truco que me enseño mi mamá: los colocó detrás de la nevera. Cuando me giro hacia él
Retrocedo en el sofá antes de ponerme de pie casi en un salto:—¡Pizza! ¡Pizza!— Exclamo como si tuviese cinco años pero sintiéndome tan emocionada como si tuviese diecisiete; amino hacia la puerta tratando de hacer de cuentas que nada ocurrió realmente porque así fue.Me detengo frente a la puerta con la respiración agitada, en parte por lo rápido de mis movimientos y parte por los nervios. Me atrevo a tomar una bocanada de aire y entonces giro la manilla de la puerta. El chico delivery está vestido con un enorme traje impermeable amarillo, sosteniendo una caja de pizza, cubierta por una bolsa también impermeable.—¿Vivian?— Yo asiento —Una pizza primavera.—Espera un segundo — Doy un par de pasos hasta mi cartera que cuelga en el perchero y tomo tres billetes de cinco dólares. Regreso a la puerta y entonces, luego de tomar la caja de pizza le entrego el pago y su propina —Aquí tienes, chico delivery— Bromeo —Gracias.Cierro la puerta con ayuda de mi pie y me giro para regresar a la
Cuando me pregunta por mi familia, no puedo evitar sonreír enormemente, con entusiasmo, hablar de mi mamá siempre me llena de regocijo. Honestamente no sé cómo serán las mamás de los otros pero la mía desde luego es la mejor.—Mi mamá es mi héroe — Digo aun manteniendo la sonrisa en mis labios —Se llama Rina, y su nombre me encanta porque rima con el mío. Rina, Vivian. Mi mamá es una mujer de pocas palabras pero cuando habla es porque siempre tiene que decir algo que vale la pena escuchar. Es de poco reír pero su risa es mi sonido favorito. Creo que por lo mismo ¿sabes? Como sé que mi mamá solo ríe cuando realmente está muy feliz, de niña, mi principal objetivo era escuchar su risa. Me tuvo muy joven, apenas tenía veinte años, y cuando se casó con mi papá, yo ya estaba en el horno. Mi mamá es la única dueña de Salsas Belo. Empezó con el proyecto cuando yo tenía diez años, un verano, al año y unos meses ya estaba vendiendo sus salsas en los comercios cercanos. Lo hizo todo sola, a vece
No sé si es obra de Dios, si es cosa del Universo o si es otra fuerza desconocida pero al día siguiente que Archie habló con su papá, el Señor Simon decidió emprender otro viaje “de negocios", a pesar de haber llegado de otro solo veinticuatro horas antes. Realmente desconozco cuanto tiempo lleva el señor Simon haciendo eso pero desde que estoy trabajando con él -hace seis meses-, dice que tiene que "hacer un viaje de negocios" para "supervisar el desempeño de los hoteles". Eso significa viajar a uno de los hoteles de la cadena y hospedarse allí al menos una semana, a veces hasta más. Cuando regresa hace un reporte de evaluación, con mi ayuda. Yo traigo conmigo un formato donde él evalúa cada aspecto del hotel. Siempre los evalúa a todos de la misma forma, es como si tuviese memorizado lo que va a decir. Un par de días después de eso, vuelve a viajar.Cuando estaba a punto de cumplir tres meses en la cadena, descubrí que los reportes de desempeño no funcionan así. Todos los gerentes,
Cuando llego a mi escritorio veo un paquete que no estaba antes, es una pequeña caja negra, con un lazo dorado y una etiqueta colgando a un lado: "Para la mejor empleada del mes - ALW". Siento que mi corazón palpita con tanta fuerza al leer la nota que siento que el corazón está por salirse de mi pecho. Sonriendo y con las manos trémulas, suelto el lazo y destapo la pequeña caja para ver el contenido. En el interior, hay un envase de vidrio y tapa roja de lata, me toma menos de un segundo reconocer la etiqueta. Salsa de tomate Belo. Tomo el envase entre mis manos y lo alzo para olerlo. Es de locos pero tan pronto cierro los ojos y siento el aroma de la salsa, es como tener a mi familia a mi lado, juntos, en una tarde de trabajo. Es mi infancia, es mi adolescencia. Es una parte de mi vida encerrada en ese pequeño envase. —Pensé que estabas cumpliendo años, hasta que revisé el listado de cumpleaños y me percaté que faltan meses para que celebres el tuyo— Yo alzo mi mirada para ver a Chl
Hace un par de meses, mientras veíauno de los episodios deDowton Abey, me hizo mucha gracia queuno de lospersonajesdela seriepreguntara "¿qué es un fin de semana?"; el chiste está en que esta anciana, miembro de la aristocraciabritánica, no ha tenido que trabajar un solo día de su vida, por lo tanto, no tiene idea de lo que es fin de semana. A mi me pareció tan gracioso como irónico porque en micaso, el significado de este chiste es al revés.De pequeña, en realidad todo el tiempo que viví en mi pueblo natal, odiaba los domingos. En los escritos sagrados sedice que Dios creó el séptimo día para descansar pero nosotros hacíamos exactamente lo contrario. Cada domingo, mi madre y yo -y luego mis hermanos- nos despertábamosa las seis de la mañana para ir a misa y
Algunas veces se me da espectacular eso de hablar antes de pensar, como hace un instante. Bien podría decirle la verdad a mi mamá y a Mary Lou -que su comprador estrella es mi jefe- pero entonces querrían saber por qué compró la salsa, cómo sabe que existe la empresa familiar y para esas preguntas no tengo respuestas, excepto la verdad. Y no me atrevo compartirla con ellas ahora. O nunca.—Quiero decir ¿creen que el envío de la salsa haya llegado tan rápido a Nueva York? A lo mejor escribió la reseña antes de probarla.—¿Por qué haría algo así?— Me cuestiona mi hermana.—No lo sé, sabe lo todo— Me burlo y es un alivio que ella se eche a reír —Y ahorita ¿están en el puerto?—Sí, estamos en Fish and Sea’s— Donde yo solía trabajar—Ahora salimos algu